PRG 177 extendida: río Gato en las inmediaciones de Sande.

Pantalones cortos: sí.
Puntos de agua: no.
Ciclable: sí, excepto la parte del cañón del río Mao.


El punto de partido es un camino que parte de las proximidades del campo de fútbol de Sande. La ruta es circular, y de hecho haremos un primer bucle que consistirá en el propio PRG-177, y después, volviendo al mismo lugar, comenzaremos la ruta más amplia obviando el cañón del río Gato.

Bajando por el cañón del río Gato empezaremos con un mirador con una empinado desvío de ida y vuelta a nuestra derecha, con excelentes vistas de las paredes del río Gato bajando al cañón del Arnoia.

Después, podremos visitar varias ruinas de molinos en diferentes estados de... bueno, que están que se caen, los pobres. Pronto llegaremos a la cascada intermedia de esta última parte del recorrido del río, que es bastante asequible. Seguimos bajando, superamos el "malpaso" y bajamos finalmente a la desembocadura, la cascada del Gato sobre el Arnoia.

Después de la desembocadura subimos por la pared del cañón del Arnoia. La primera parada, tras una fuerte subida, será el mirador del cañón del Arnoia, que nos ofrecerá excelentes vistas del mismo. Seguimos subiendo y encontraremos dos desvíos, uno a la Fontana y el otro al Forno. Creo que encontré la Fontana, pero no merece mucho la pena. El camino al horno no parecía limpio y lo dejñe por imposible.

Cuando dejamos de subir nos encontramos con las ruinas de un lagar, y después con las adegas dos Mogos, construcciones semienterradas en el terreno para la conservación del vino.

Salimos definitivamente del cañón para cruzar Sande y volver al campo de fútbol donde volvermos a adentrarnos por el mismo camino. Esta vez ignoramos el desvío al cañón para continuar hacia el alto de Madarnás, con una mesa y bancos corridos para comer admirando las vistas.

A partir de ahí bajamos y volvemos a cruzar el río Gato por un pequeño puente, y empezamos a subir por las faldas de la sierra enfrente de Sanguiñedo. Llegaremos hasta Vilar de Vacas tras pasar por las cercanías del Arnoia (lamentablemente, no se ve nada del río desde el camino).

Esto es parte de la ruta do Santo. Bajamos definitivamente hasta Sanguiñedo para cruzarlo subiendo una colina y casi volver al pueblo para tomar un desvío a la derecha y dirigirnos al norte. Tras un rato de caminata muy agradable, llegamos a un valle de otro río... ¡que es de nuevo el Gato!.

Caminamos hacia el noreste bordeando el valle y, aprovechamos la carretera para volver al suroeste y tomar un camino en pendiente hacia Madarnás. Desandamos el camino que hicimos para volver al desvío que nos llevaría al cañón del río Gato y subimos la pendiente de vuelta al campo de fútbol.

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