Puebla de Obando-Sierra del Cancho-Sierra Gorda-Puebla de Obando
near Puebla de Obando, Extremadura (España)
Viewed 803 times, downloaded 31 times
Trail photos
Itinerary description
Partimos de las inmediaciones de la carretera N-523, ya que hay un buen aparcamiento para dejar los coches.
Es una mañana gris, pues hay calima y hace un poco de fresco a estas primeras horas de la mañana.
Al salir de Puebla de Obando nos dirigimos hacia El Zángano por unos caminos de tierra muy anchos y bien conservados, dejando el cerro de la Horca al otro lado de la carretera.
El paisaje transcurre entre jara y alcornoques.
Nos desviamos a la derecha para caminar en un bosque de alcornoques centenarios. Por ello, esta zona se denomina El Alcornocal.
Continuamos cruzando el regato de las Gargantas y ascendemos de nuevo al lado de una tapia, admirando un precioso bosque de alcornoques, paralelos al regato de La Española donde hay una finca muy cuidada con numerosos huertos donde se aprovecha el cauce del regato.
Torcemos de nuevo a la derecha siguiendo un camino paralelo a la Sierra del Cancho, viendo un gran rebaño de ovejas pastando entre los alcornoques.
Más adelante pasamos el arroyo Galapero Ancho y llegamos a una cerca metálica que nos hace desviarnos a la derecha, apareciendo más jaras en esta zona. El camino está muy bien conservado y no tiene pérdida.
Cruzamos de nuevo los arroyos en su cauce más bajo y nos detenemos al pasar por el arroyo de La Española donde hay un alcornoque centenario y una gran charca para hacer unas fotos, pues el entorno merece la pena.
Todos estos arroyos que descienden de la sierra del Cancho desaguan en el arroyo del Lugar. Esta zona se denomina el Prado de Abajo. Paralelo al mismo transcurre la cañada real de Sancha Brava.
Nosotros hacemos un brusco giro y continuamos por un estrecho sendero pegado al arroyo, apreciando la flora de ribera.
Llegamos al ancho camino de Albuquerque y nos dirigimos a la derecha. Pasamos al lado de la depuradora y apreciamos las preciosas dehesas del Prado de Arriba, en las faldas del Cancho de la Zorra.
Más adelante hay un enorme cortijo y unas porquerizas con inmensidad de cerdos que tienen todo el terreno esquilmado. Nunca había visto tanta cantidad de cerdos juntos. Como hagan buenos jamones, habrá cantidad para que no se agoten las existencias en mucho tiempo.
Sorteamos un paso canadiense y subimos por un camino para pasar a la otra vertiente del Cancho de la Zorra.
En algunos mapas se denomina a este paso el Puerto de Gonzaliani, que no sé si está bien reseñado, pues en otros lo señalan más al este. De todas formas, creo que es el paso entre la Sierra Gorda y el Cancho de la Zorra.
Pasamos por unos sembrados de Lupinus Luteus, leguminosa que se utiliza para forraje de los animales.
Las nubes han desaparecido, por lo que empieza a apretar el calor. Por otra parte ello hace que apreciemos mejor los contrastes de la vegetación.
Nos detenemos unos minutos para tomar una fruta y agua y reponer fuerzas.
Continuamos por el Camino del Puerto dejando a la derecha los caminos que llevan a Los Cuervos y cruzamos una preciosa dehesa.
Pasamos al lado del arroyo del Naranjo y girando bruscamente a la derecha continuamos descendiendo entre flores y encinas.
Antes de este giro, paralelo al arroyo sale un camino que se puede seguir para evitar estos metros, pero decidimos continuar por la dehesa de la Venta del Caldero para disfrutar del paisaje.
Nos detiene una cancela que debimos abrir y llegamos a la inmensa dehesa de la Casa Corchada. Pasamos por las ruinas de un cortijo y tras pasar otra cancela, esta vez abierta, llegamos al camino de Cáceres.
Cruzamos el regato de la Liebre y dejamos a la derecha la Majada Vieja, repleta de hierba y flores de todo tipo.
Llegamos al Cortijo de Casa Corchada, al que accedemos por una cancela donde nos recibieron los ladridos de varios mastines pero al ir todos juntos y con bastones, no se atrevieron a hacernos nada.
Por un prado repleto de margaritas y paralelos a la Rivera de Castellanos nos encontramos de nuevo con la Cañada Real de Sancha Brava.
Ya el calor nos hacía reducir el ritmo de la marcha.
Esta zona está repleta de jaras y alcornoques.
El sendero sube hacia la Sierra Gorda, por lo que hicimos una parada para ver la Sierra de San Pedro a lo lejos, distinguiendo el Estena y el Estenilla entre otros.
Ascendimos hasta el Puerto de la Villa, dejando a la izquierda los senderos que llevan entre pinares al mirador del Cancho Gordo. Decidimos dejarlo para otra ocasión tanto por el calor como por la hora.
Desde lo alto del puerto se ve ya Puebla de Obando.
Descendemos entre jarales dejando a la izquierda Las Caseritas y a la derecha el Chaparral, que lo riega el arroyo del Piojo donde han hecho varias charcas para remansar el agua.
Llegamos a la ermita de San Isidro con una zona de descanso muy bien cuidada con numerosas mesas y zona para hacer barbacoas, señal de que las romerías se celebran con gran acogida por parte de mucha gente.
A los pocos metros nos desviamos de la Cañada Real para dirigirnos a Puebla de Obando.
Recorrimos sus calles, pasando por el Ayuntamiento y por la Iglesia de San Ildefonso y llegamos al lugar del inicio de la ruta.
Es una marcha sin mucho desnivel y por caminos con buen firme, sin dificultad técnica. No recomendable cuando haga calor y hay que tener en cuenta la distancia que se recorre.
Es una mañana gris, pues hay calima y hace un poco de fresco a estas primeras horas de la mañana.
Al salir de Puebla de Obando nos dirigimos hacia El Zángano por unos caminos de tierra muy anchos y bien conservados, dejando el cerro de la Horca al otro lado de la carretera.
El paisaje transcurre entre jara y alcornoques.
Nos desviamos a la derecha para caminar en un bosque de alcornoques centenarios. Por ello, esta zona se denomina El Alcornocal.
Continuamos cruzando el regato de las Gargantas y ascendemos de nuevo al lado de una tapia, admirando un precioso bosque de alcornoques, paralelos al regato de La Española donde hay una finca muy cuidada con numerosos huertos donde se aprovecha el cauce del regato.
Torcemos de nuevo a la derecha siguiendo un camino paralelo a la Sierra del Cancho, viendo un gran rebaño de ovejas pastando entre los alcornoques.
Más adelante pasamos el arroyo Galapero Ancho y llegamos a una cerca metálica que nos hace desviarnos a la derecha, apareciendo más jaras en esta zona. El camino está muy bien conservado y no tiene pérdida.
Cruzamos de nuevo los arroyos en su cauce más bajo y nos detenemos al pasar por el arroyo de La Española donde hay un alcornoque centenario y una gran charca para hacer unas fotos, pues el entorno merece la pena.
Todos estos arroyos que descienden de la sierra del Cancho desaguan en el arroyo del Lugar. Esta zona se denomina el Prado de Abajo. Paralelo al mismo transcurre la cañada real de Sancha Brava.
Nosotros hacemos un brusco giro y continuamos por un estrecho sendero pegado al arroyo, apreciando la flora de ribera.
Llegamos al ancho camino de Albuquerque y nos dirigimos a la derecha. Pasamos al lado de la depuradora y apreciamos las preciosas dehesas del Prado de Arriba, en las faldas del Cancho de la Zorra.
Más adelante hay un enorme cortijo y unas porquerizas con inmensidad de cerdos que tienen todo el terreno esquilmado. Nunca había visto tanta cantidad de cerdos juntos. Como hagan buenos jamones, habrá cantidad para que no se agoten las existencias en mucho tiempo.
Sorteamos un paso canadiense y subimos por un camino para pasar a la otra vertiente del Cancho de la Zorra.
En algunos mapas se denomina a este paso el Puerto de Gonzaliani, que no sé si está bien reseñado, pues en otros lo señalan más al este. De todas formas, creo que es el paso entre la Sierra Gorda y el Cancho de la Zorra.
Pasamos por unos sembrados de Lupinus Luteus, leguminosa que se utiliza para forraje de los animales.
Las nubes han desaparecido, por lo que empieza a apretar el calor. Por otra parte ello hace que apreciemos mejor los contrastes de la vegetación.
Nos detenemos unos minutos para tomar una fruta y agua y reponer fuerzas.
Continuamos por el Camino del Puerto dejando a la derecha los caminos que llevan a Los Cuervos y cruzamos una preciosa dehesa.
Pasamos al lado del arroyo del Naranjo y girando bruscamente a la derecha continuamos descendiendo entre flores y encinas.
Antes de este giro, paralelo al arroyo sale un camino que se puede seguir para evitar estos metros, pero decidimos continuar por la dehesa de la Venta del Caldero para disfrutar del paisaje.
Nos detiene una cancela que debimos abrir y llegamos a la inmensa dehesa de la Casa Corchada. Pasamos por las ruinas de un cortijo y tras pasar otra cancela, esta vez abierta, llegamos al camino de Cáceres.
Cruzamos el regato de la Liebre y dejamos a la derecha la Majada Vieja, repleta de hierba y flores de todo tipo.
Llegamos al Cortijo de Casa Corchada, al que accedemos por una cancela donde nos recibieron los ladridos de varios mastines pero al ir todos juntos y con bastones, no se atrevieron a hacernos nada.
Por un prado repleto de margaritas y paralelos a la Rivera de Castellanos nos encontramos de nuevo con la Cañada Real de Sancha Brava.
Ya el calor nos hacía reducir el ritmo de la marcha.
Esta zona está repleta de jaras y alcornoques.
El sendero sube hacia la Sierra Gorda, por lo que hicimos una parada para ver la Sierra de San Pedro a lo lejos, distinguiendo el Estena y el Estenilla entre otros.
Ascendimos hasta el Puerto de la Villa, dejando a la izquierda los senderos que llevan entre pinares al mirador del Cancho Gordo. Decidimos dejarlo para otra ocasión tanto por el calor como por la hora.
Desde lo alto del puerto se ve ya Puebla de Obando.
Descendemos entre jarales dejando a la izquierda Las Caseritas y a la derecha el Chaparral, que lo riega el arroyo del Piojo donde han hecho varias charcas para remansar el agua.
Llegamos a la ermita de San Isidro con una zona de descanso muy bien cuidada con numerosas mesas y zona para hacer barbacoas, señal de que las romerías se celebran con gran acogida por parte de mucha gente.
A los pocos metros nos desviamos de la Cañada Real para dirigirnos a Puebla de Obando.
Recorrimos sus calles, pasando por el Ayuntamiento y por la Iglesia de San Ildefonso y llegamos al lugar del inicio de la ruta.
Es una marcha sin mucho desnivel y por caminos con buen firme, sin dificultad técnica. No recomendable cuando haga calor y hay que tener en cuenta la distancia que se recorre.
Waypoints
Intersection
1,287 ft
Desvío a Puebla de Obando
Comments (3)
You can add a comment or review this trail
La hemos hecho en el día de hoy, un pequeño grupo de cinco personas, el día fenomenal con solito pero sin pegar. La descripción de la ruta perfecta, hasta a nosotros también nos salieron tres perros mastines, pero iban a lo suyo y no nos incomodaron solo un pequeño susto al principio. Nosotros si hemos subido al mirador de Sierra Gorda, desde donde hay muy buenas vistas. En fin ruta entre alcornoques sin ninguna dificultad, salvo la subida al mirador antes dicho.
Ruta sencilla de hacer, salvo la subida al mirador de Sierra Gorda.
Hay que estar atentos a los mastines que vigilan el Cortijo de la Casa Corchada, pues por lo que dices siguen ladrando a todo el que pasa por el camino que rodea las edificaciones.
Subiremos en otra ocasión al mirador de la Sierra Gorda ya que comentas que merece la pena por las vistas.