Pueblos deshabitados. Río Linares. San Pedro Manrique-Cornago. SORIA-LA RIOJA

Ruta lineal en las Tierras Altas de Soria que recorre los núcleos deshabitados de Vea, Peñazcurna y Villarijo. Más tarde se adentra en La Rioja por Valdeperillo y Cornago. La traza discurre por el curso del río Linares con una rica vegetación de ribera con especies como fresnos, avellanos, sauces, chopos y arces. Si se camina en silencio es frecuente la presencia de ciervos, corzos, jabalíes y zorros. ¡Una maravilla! Es de destacar la presencia de numerosos molinos que aprovechaban la energía hidráulica para moler el trigo como el molino del Perul, del Agua, de la Peña o el de la Media Legua.



La perspectiva del río es muy aérea pues el sendero discurre por la ladera acompañado del sonido del agua muy presente en todo momento. El río Linares recoge caudales del Arroyo Legajo, Valdevellano, Horcajo de los Molinos y del Barranco de San Fructuoso.

Desde San Pedro Manrique hasta Vea, el sendero es un ramal del GR-86. A partir de aquí y hasta Villarijo discurre el PR-SO 107 de reciente creación, con un sendero limpio de vegetación arbustiva, muy bien señalizado, con una pasarela sobre el río a la altura de Vea y un puente de madera en construcción.



El recorrido penetra en la Sierra de la Alcarama por un sendero elevado, pedregoso y abrupto de enorme belleza. Es el único acceso hacia Vea que rodeado de bancales de antiguas fincas abandonadas que fueron cultivadas en su día de cereales, frutales y olivos. Era la única vía de entrada para acceder a los molinos y salida para llegar al mercado de San Pedro. La dureza del terreno y la crisis socioeconómica provocaron un éxodo masivo hacia lugares más favorecidos.



Pasado el Molino de la Media Legua el sendero acompaña al río dando una curva por la margen izquierda. Poco después y antes de llegar a Vea, una tirolina colocada en el cauce facilita el cruce del río. Allí mismo se está construyendo un puente de madera con la ayuda financiera de los viandantes que aportan la voluntad en una simpática hucha colocada al efecto.
En Vea hicimos una parada y compartimos bota y almuerzo con sus moradores. Continuamos nuestra marcha al tomar una senda que sale detrás de la iglesia y cruzamos de nuevo el río por una pasarela muy cerda de la huerta. Más adelante cruzamos el arroyo Ambrigüela por un puente de piedra en excelente estado. El sendero ahora abandona el río Mayor por un collado para encontrarse de nuevo poco después en un tramo sinuoso antes de llegar a Peñazcurna.




Este pequeño núcleo deshabitado está invadido por la vegetación arbustiva y es prácticamente imposible caminar por sus calles. Avanzamos de nuevo por una senda que se adentra en un olivar descuidado con sus acequias de riego en una zona abancalada antes de llegar a Villarijo. Parada obligada en la fuente para reponer fuerzas antes de continuar por el Cascajar que es una zona de olivos y antiguas huertas. Más adelante, cambiamos otra vez de margen para llegar a una pista que discurre por un ancho valle donde se cultivan frutales, viñedos y huertas antes de llegar a Valdeperillo. Desde este pueblo ya se ve a lo lejos el imponente castillo de Cornago al que llegaremos por una carretera asfaltada poco después.