PUENTE AGÜERA (370)-PEÑA SUBES (1.482) (Parque Natural de Ponga)

PUENTE AGÜERA (370)-PEÑA SUBES (1.482) (Parque Natural de Ponga)

DATOS TÉCNICOS:

RECORRIDO: 12 k.
ALTURA MÁXIMA: 1.482 m.
ALTURA MÍNIMA: 342 m.
ASCENSO TOTAL: 1.183 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 3,50 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Julio de 2014.


El PUENTE AGÜERA (370) y venta del mismo nombre se encuentran en el kilómetro 132 de la N-625 entre CANGAS DE ONÍS (87) y PTO. DEL PONTÓN (1.280), tramo del DESFILADERO DE LOS BEYOS. Son los BEYOS una extensa garganta de aproximadamente 20 kilómetros de longitud, que se reparten los concejos de Amieva y Ponga en Asturias más el municipio de Oseja de Sajambre en León. Se caracteriza por la verticalidad de sus peñas con paredones cerrados que apenas dejan espacio por donde discurre el Sella y la carretera. El topónimo se relaciona con el término “beyu”, denominación local para referirse a las hoces, desfiladeros y gargantas.

A su vez, PEÑA SUBES (1.482) es una cumbre pongueta ubicada en el extremo oriental del Parque Natural hómonimo, con vistas al mencionado desfiladero por su vertiente este y al VALLE DE TOLIVIA por el sur. Se erige como centro del subcordal del mismo nombre, separada del CORDAL DE COLLÁU ZORRU, y su cumbre tiene forma de pirámide de tres caras.

El Parque Natural de Ponga -Reserva de la Biosfera, julio de 2018-, que ocupa la totalidad de ese concejo, se sitúa en la montaña centro-oriental de Asturias, entre el Parque Nacional de los Picos de Europa y el Parque Natural de Redes, con una superficie protegida de 20.533 hectáreas. Se caracteriza por un fuerte relieve en el que destacan cordales rocosos, como la crestería del Tiatordos (1.951) de naturaleza calcárea, y encajonados desfiladeros, como el mencionado de los Beyos, donde los abruptos roquedos calizos son cortados limpiamente por el cauce del río Sella.

Abundan asimismo masas boscosas formadas por tejos, robledales, abedulares, fresnedas, castañares, arces y alisedas. Pero entre la flora destacan los hayedos, siendo estrella la “Reserva Natural Parcial de Peloño” que ocupa unos 15 kilómetros cuadrados de gran relevancia ecológica. El parque tiene asimismo reconocidas otras figuras de protección: “Lugar de Importancia Comunitaria de Ponga-Amieva”, “Zona Especial de Conservación Ponga-Amieva” y “Zona de Especial Protección para las Aves

Comenzamos la ruta por la estrecha carretera que dirección oeste marca en ascenso hacia VIBOLI (750) y CASIELLES (823). Inmediatamente entramos en la FOZ DE ANDAMIOS entre riscos con desplomes y desgajes de rocas por cuyas profundidades discurre encajonado el RÍO DE VÍBOLI. Las imágenes fotográficas, junto a la exuberancia de los primeros días del verano en determinadas especies forestales, hablan por sí mismas del reconfortante espectáculo que nos ofrece la foz.

Saliendo de la ella, dejamos a la izquierda el CARGADERO DE LA SOTA (450), en ruinas, donde bajaban el mineral de cobre extraído de una antigua explotación, ubicada al mediodía valle arriba. Poco después encontramos la desviación a la aldea de CASIELLES (823), con sus veintiún curvas de ascenso y 3,4 kts. hasta la misma, panorámica bien visible posteriormente desde algunos puntos del recorrido.

Continuamos rumbo oeste para introducirnos en la FOZ DE CÁNDANO con paraje similar, pero enriquecido asimismo por distintas cascadas, algunas de las cuales generan su propia vegetación, reflejo del microclima concomitante. Advertimos que, como consecuencia de la estructura geológica de las foces, se pueden perder en algún tramo las señales de los satélites conectados al GPS. Nosotros ya hemos corregido esas desviaciones en el TRACK, pero en todo caso basta con seguir el curso de la carretera.

Termina la misma desembocando en LA LLOMBA-LES MESTIES (740), para finalizar en VÍBOLI (750) al cabo de unos tres kilómetros aproximadamente. Aquélla es un caserío, encrucijada de caminos. Pocos metros después, dirección suroeste existe una desviación, cuya pista en ascenso lleva hasta COLLADA GRANCENO (1.194), nuevo cruce de conocidas rutas ponguetas en dirección al BOSQUE DE PELOÑO o a TOLIVIA o a la collada LES BEDULES (1.086) recalando al fin en collado LLOMENA (993).

Nosotros, en la misma curva de LES MESTIES (740), cambiamos de rumbo tomando una pista pedregosa, que sube hacia el este en medio de un frondoso hayedo, LLOMBA LOS REBOYOS (840). Tras un kilómetro de andadura termina la pista, sustituida por un sendero a la izquierda, que se interna entre densa vegetación hasta llegar poco después al CANAL DE BODIELLU (1.000). Estamos en zona de fuerte pendiente bastante abierta, con vereda en zigzag por terreno pedregoso o deslizante, a veces incómodo, que asciende entre hayas sueltas, sorteando imponentes murallones rocosos hasta embocar en LA PAREA (1.050), extremo norte de las estribaciones de la SIERRA DE MIESCA.

La singularidad del paraje por el que acabamos de transitar compensa con creces el esfuerzo realizado. Aparte la belleza de la canal, con sus paredones y exuberante vegetación en caída, podíamos contemplar, en el ascenso, VÍBOLI (750), con sus dos barrios, en el valle, como trasfondo la CDA. BAXENU (1.034) y, a su derecha, las moles rocosas de PEÑA SALÓN (1.245) y PEÑA VIBOLINES (1.221), apareciendo ya hacia el poniente los picos RASU (1.642) y LUENGU (1.785).

En LA PAREA (1.050) el sendero gira al sur, discurriendo a media ladera en la SIERRA DE MIESCA, cara este menos abrupta, con una panorámica despejada, apreciándose al norte CASIELLES (823) y las famosas curvas, con los abismos de intrincado relieve orográfico al este, en cuyo fondo se adivina el DESFILADERO DE LOS BEYOS. La vereda termina, al cabo de un kilómetro, en la MAJADA MIESCA (1.100), con pequeñas cabañas en mal estado.

Seguidamente hemos de afrontar la CUESTA CEÑAL, en prolongado y fuerte desnivel de 200 metros, siguiendo el curso de la riera, que se abre paso entre el hayedo. En un claro poco antes de la remontada final aparecen restos de cabañas derruidas, LA PORQUERA (1.250). Un último esfuerzo y alcanzamos la COLLADA CEÑAL (1.303), que da vista al VALLE DE TOLIVIA y a la prolongación de los BEYOS hacia el PTO. DEL PONTÓN (1.280), con los pueblos leoneses de RIBOTA (595) y OSEJA DE SAJAMBRE (750) al fondo.

Giro al poniente por sendero que serpentea, siguiendo en ascenso la ancha loma hasta la base misma de Peña Subes, entre hayas. Estamos viendo ya la cruz de la cima. Con ligera tendencia a la derecha remontamos sin dificultad los últimos metros hasta la cumbre (1.282), por terreno de hierbajos y matorral salpicado de peñascos, cumbre que hasta el final del recorrido se nos había hurtado marcada con cruz, buzón y placa “in memoriam” de montañero fallecido.

Panorámica sin par desde tan privilegiada atalaya. Al norte-noroeste, CDA. BAXENU (1.034) y PEÑA SALÓN (1.245) más P. CARRIA (1.431) detrás. En sentido contrario a las agujas del reloj, P. PIERZU (1.152), CDA. LES BEDULES (1.086) y PEÑA LLAMBRIA (1.706), con el P. MAOÑU (1.418) y VÍZCARES (1.420) en el horizonte lejano. Al oeste, TIATORDOS (1.955), RASU (1.642), LUENGU (1.785) y ZORRU (1.844), más RECUENCU (1.665) y MACIÉDOME (1.913) asomando detrás.

Si dirigimos la mirada al suroeste-sur, veremos el célebre hayedo del BOSQUE DE PELOÑO en el valle, SEN DE LOS MULOS (1.511) en primer término, continuación del subcordal donde estamos, más PILEÑES (2.029) y TEN (2.145), techo de Ponga, al fondo. Seguidamente, el VALLE DE TOLIVIA y la prolongación de los BEYOS con RIBOTA (595) y OSEJA DE SAJAMBRE (750) hacia el Pontón, más la peña de NIAJO (1.739) y POZALÓN (1743) a la derecha.

Deslumbrantes son los parajes al este-noreste: el valle con el desfiladero más CASIELLES (823) con sus curvas y, en planos sucesivos, PRINIELLU (1.230) y LOS REDONDOS (1.244), montes de Amieva, VALDEPINOS (1.743) y CANTU CABRONERO (1.998), antesala del CORNIÓN o MACIZO OCCIDENTAL de los Picos de Europa, colofón en el trasfondo.

En raras ocasiones nos ha llevado tanto espacio la sola mención de las panorámicas avistadas desde una determinada cumbre. Así pues, Peña Subes, aparte la belleza del recorrido, está justo ubicada en el lugar adecuado para contemplar deleitándonos bosques, desfiladeros, valles y montañas de resonancia nacional e internacional. La mirada abarca todos los picos del Concejo de Ponga y Amieva, algunos casinos y leoneses, más cumbres míticas de uno de los Parques Nacionales más conocidos. El premio de semejante placer estético compensa con creces el esfuerzo físico requerido por el acusado desnivel. ¡No se lo pierdan!