Puente de Corbera. Sineu.

Excursión circular fácil de las que suelo echar mano "para mantener el tono muscular" y descubrir algún sitio nuevo. Con inicio y final en la estación del tren de Sineu es prácticamente llana, cruzando hasta en cuatro ocaciones sobre las vías del tren.

La salida de la localidad la hacemos por el el camino de Búger, a la altura del paso a nivel con barreras. Luego atravesamos la carretera Inca- Sineu y continuamos siempre por el camino principal sin tomar ningún desvío.

A excepción del tramo entre Son Regalet y Son Costa, unos 2'5 km, en todo momento se va por asfalto. Las clásicas "tancas" o cercados de piedras se suceden en todo el recorrido. Esta era la forma de antaño para retirar gran cantidad de piedras de los terrenos, haciendo el campo más cultivable al facilitar el trabajo de arar. Las paredes se utilizaban también para proteger la vegetación y los cultivos de los vientos. La pared divide y delimita campos, caminos y fincas y permite el pastoreo rotacional. En las de peor calidad o con suelos muy pedregosos, se solían plantar chumberas o "figuera de moro" y eran las dedicadas al ganado porcino.

Al llegar a la puerta de Son Regalat tomamos el camino de tierra a izquierda por el que llegaremos a Son Costa. Su reloj solar, al que saqué una foto, coincidía perfectamente con el horario de verano, una hora más que la actual. Bordeando las casas se llega al lecho del torrente, que hoy iba seco e hizo posible llegar hasta los pies del viaducto.

Construido en 1877 para salvar el cauce del torrente y de 53 metros de longitud, forma parte de la segunda línea ferroviaria de la isla: Inca- Sineu- Manacor; la primera fue inaugurada entre Palma e Inca en 1875. A Manacor llegó el tren en 1879. En agosto de 2018 fue reforzado para que aguantara la catenaria en el proceso de electrificación de la vía.

Regresamos al camino de tierra y después de pasar sobre las vías, se llega al camino viejo de Llubí, asfaltado, tomando hacia la izquierda. Encajonado entre paredes de piedras y bajo los árboles de sus orillas se llega a la Comuneta del pou d'en Banys, de titularidad municipal, con unas cuantas mesas de picnic y unas torradoras.

A pocos cientos de metros accedemos a la carretera Inca-Sineu que cruzamos al otro lado. A partir del cementerio de Sineu hay una acera que elevada sobre el plano de la carretera nos aporta algo de seguridad. Ya dentro de la población, pasamos por la cruz de término y su ayuntamiento para luego llegar al Pou dels Horts. Con unas grandes picas a su alrededor, el pozo en su interior tiene bastante basura, lamentable. Al rato se llega de nuevo a la estación del tren.