Puentedey

Caminando por Puentedey nos sumergiremos en la popular arquitectura de casas montañesas cuyos balcones corridos vemos colgar de los crestones calcáreos.
Comenzamos nuestra visita en la parte alta del Puente Natural donde hemos estacionado el vehículo. Lo primero que llama nuestra atención son las letras de Puentedey forjadas en hierro que vemos en la margen izquierda de la carretera.

Nos dirigimos a continuación hacia el Puente y enseguida encontramos la "Ventana al mundo", una obra de arte creada de forma altruista por el escultor Carlos Armiño. Con ella Puentedey y la Fundación Ventanas del Mundo que busca brindar vacaciones a niños sin recursos económicos, persiguen recaudar fondos para tal fin.

Llegamos al Puente natural sobre el río Nela. En un panel informativo podemos leer que se trata de un puente natural esculpido en roca caliza de edad Turoniense por el que transcurre el río Nela a su paso por Puentedey. El arco tiene su origen en una cavidad kárstica que persiste como relicto de un antiguo sistema de oquedades subterráneas que la erosión ha dejado al descubierto. El volumen de la cavidad se ha incrementado desde que el Nela abandonara su meandro original y ocupara el actual trazado.

Junto al río Nela, en una zona verde al otro lado del Puente de Puentedey vemos estas figuras talladas en el tronco de unos árboles que han sido talados previamente.

Nadie puede pasar por Puentedey sin acercarse hasta el Mirador de San Andrés. Desde esta pasarela metálica suspendida en el aire obtendremos unas vistas únicas del núcleo urbano.

Le toca el turno a la iglesia de San Pelayo del siglo XII que destaca por sus relieves y las inscripciones de sus muros.

A continuación pasamos junto al Palacio de los Fernández de Brizuela. Este caserón fortificado del siglo XV hipnotiza y asombra a partes iguales ante la visión de unas majestuosas torres que descansan sobre la superficie rocosa del puente a modo de casa colgante.

Paseando por las empedradas calles podemos comprobar el trabajo conjunto y empeño de los vecinos del lugar que se han volcado en rescatar varias construcciones comunales. Este es el caso del Potro restaurado recientemente y que antaño era utilizado para herrar a los animales de tiro de los lugareños.
En la Hornera se elaboraba el pan artesano que servía como alimento básico de las familias y podía aguantar varias días sin perder su frescura. En él también se preparaban los mejores bollos preñaos de la comarca.

Finalizamos el trayecto de nuevo en el Puente Natural donde nos introducimos en esa abertura que el río Nela ha ido excavando en la roca y caminamos por encima de unos grandes cantos rodados.