Puentes del Río Lérez. Anthercas

El río Lérez es un río gallego que discurre por la provincia de Pontevedra y forma su ría; nace en el Monte de San Bieito (Serra do Candán), en la parroquia de Aciveiro del municipio pontevedrés de Forcarey. Su patrimonio más relevante, son los puentes que unían los caminos medievales con los monasterios y ciudades de Santiago de Compostela y Orense.

Salimos del aparcamiento en Gaxín (42°34'37.26"N 8°20'45.72"W), tomando la pista en descenso desde el panel informativo, aunque se halla invadida parcialmente por la vegetación entorno al robledal, es transitable y de una gran belleza; en 940 m alcanzamos el Puente Gomail (siglo XV), dotado de dos vanos, era utilizado por los peregrinos y comerciantes que iban hacia las ferias regionales; 100 m más adelante, vemos una idílica presa de derivación con forma semicircular, pasamos por un recodo del río para encontrarnos en 220 m, con una caída de aguas junto a un molino abandonado; que salvamos por un puentecillo metálico; se nota tras el confinamiento que somos los primeros en atravesar este bosque ribereño con grandes robles enmarañados de trepadoras.

Hay restos de troncos arrastrados en pasadas crecidas cerca de otra represa; en la orilla opuesta observamos las ruinas de otro molino; dejando atrás un helechal y la depuradora, cruzamos junto al Puente Vella de Forcarei, donde se encuentra el antiguo Batan do Ponte; batán es una máquina destinada a transformar unos tejidos abiertos en otros más tupidos; funciona por la fuerza de una corriente de agua que mueve una rueda hidráulica y activa los mazos que golpean los tejidos hasta compactarlos.

Entramos en senda de pescadores, nos conduce pasando bajo un tejo y junto a un molino, al remanso del río y zona de baño con puente rústico de madera; nos encontramos con un pescador junto al puente arco, desde donde contemplar las oscuras aguas de fondo y luminosas en superficie del río Lérez.
Bordeando una campa orillados por un helechal, hacemos un tramo complicado, que con cautela y mirando bien donde pisamos, nos saca a la pista que nos conduce a la carretera y al Puente Maril, sirve de acceso al campamento juvenil en el Robledal do Foxo Vello.

La relajante pista bajo los carballos, tuerce junto a una presa de derivación, con su canal correspondiente en buen estado, continua por sendero a las ruinas de otro molino, para cruzar al otro margen por los pilones de piedra o pasadera de arroyo (Puente Valiñas).

Un molino destartalado en una zona impenetrable, nos obliga elevarnos un corto tramo; vemos enfrente el final de nuestra ruta, el molino cercano al Puente do Crego (siglo XVIII); dejamos la pista y descendemos por un sendero muy cerrado, al área recreativa de Ponte do Crego, con fuente y bancos de piedra; tras echarle un vistazo al molino; volvemos sobre nuestros pasos al aparcamiento.

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