Puentes medievales en los alrededores de Hoyo de Pinares

Esta ruta nos llevará a visitar, al menos, dos de los puentes medievales que se hallan en los alrededores de Hoyo de Pinares. El tiempo aproximado de la ruta es de 5 horas. La ruta es 99% ciclable.

Comenzamos la ruta desde el parque municipal de Hoyo de Pinares por la calle Rincón de la Niña Montero, dejando el parque a nuestra derecha, y llaneando todo el tiempo. En un par de minutos, las casas desaparecen a nuestra izquierda y un precipicio nos separa de un olivar. Al finalizar este precipicio tomamos una vereda hacia la izquierda.

Esta vereda nos saca del pueblo, y nos cruza faldeando el cerro de La Niña Montero hasta llegar a un collado en el que encontramos un encerradero de ganado. En el pequeño cerro de la izquierda, junto a una derruida tapia, continúa la vereda bordeándolo y cambiando el rumbo hacia el este.

Desciende un poco el camino pasando junto a unas antiguas colmenas y se encarama en la ladera del cerro de Las Mesas. Faldeamos por la vereda hasta llegar a un pequeño collado en la zona de Hoya de la Zorra. Aquí cruzamos a la ladera sur y descendemos entre pinares y viñas hasta el camino de Rasueros.
Al llegar a este camino giramos a la derecha para llegar en pocos minutos al puente medieval del Becedas.

Cruzamos el puente y continuamos por el camino de Rasueros. En poco más de 15 minutos, tras dejar a la izquierda el camino que viene desde Hoyo de Pinares, llegamos al puente medieval de San Marcos.

Cruzamos el puente y comenzamos a subir por el camino hormigonado que lleva al cementerio de Cebreros. Al poco tiempo de haber cruzado el puente, encontramos un camino que asciende en curva a nuestra derecha. Tomamos este camino, y en pocos metros el desvío que nos encontramos a la derecha, que nos lleva a vadear de nuevo el arroyo de La Pizarra.

Después de cruzar el arroyo, el camino acaba en una finca y nosotros continuamos por la vereda de la izquierda. Esta vereda comienza a ascender y se va transformando progresivamente en un camino hasta que llegamos a la carretera que une Hoyo de Pinares con Cebreros. En este punto encontramos la fuente de Valverde, que suele tener agua casi todo el año.

Caminamos unos 100 metros por la carretera hacia Hoyo de Pinares, extremando las precauciones ya que serán dos curvas sin ninguna visibilidad para los coches. En el alto de Valverde tomamos el camino que a nuestra izquierda se dirige hacia la Dehesa Villalba.

Entre prados y pinares dejamos un par de desvíos hacia la izquierda y llegamos a la ladera norte de la montaña. El rumbo del camino cambia de norte a oeste y nos lleva a cruzar el arroyo de Los Comunes y hasta un prado. A la derecha continúa el camino hacia un cercado para el ganado. Continuamos por la izquierda para atravesar los prados y llegar al arroyo de la Buitrera.
Una vez que crucemos el arroyo, debemos estar atentos ya que, tras recorrer unos 300 o 400 metros abandonamos el camino por una estrecha vereda que sale a nuestra derecha. Esta vereda desciende de forma directa hasta el arroyo del Chorro (arroyo de la Mujer en los mapas).

Tras vadear el arroyo y cruzar la valla por una portera, la vereda llega a un camino. Ascendiendo por el camino al principio, y llaneando cómodamente después, llegamos a una gran lancha de piedra y a una curiosa piedra situada encima de otra más grande. Desde aquí descendemos hacia la piscina natural que se halla a los pies del embalse del Becedas I (Pantano “de abajo”).

El tercero de los puentes medievales de la ruta se encuentra sumergido bajo las aguas del embalse, a unos 20 metros por encima de la presa. Este puente solo es visible cada ciertos años, cuando la sequía del verano afecta de forma especialmente negativa al cauce del rio Becedas. Por suerte para los vecinos de Hoyo de Pinares lleva bastante años sin verse.

Cruzamos el rio por el puente que hay bajo la piscina natural y atravesamos un merendero con mesas y bancos de piedra. Continuamos por el mismo camino que traemos y giramos a la derecha antes de llegar a la carretera. En pocos minutos llegaremos de nuevo al pueblo de Hoyo de Pinares y, por el paseo que pasa por la piscina municipal, hasta el parque donde iniciamos la ruta.