Activity

Puerto de Béjar - Montemayor del Río

Download

Trail photos

Photo ofPuerto de Béjar - Montemayor del Río Photo ofPuerto de Béjar - Montemayor del Río Photo ofPuerto de Béjar - Montemayor del Río

Author

Trail stats

Distance
7.04 mi
Elevation gain
98 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
1,145 ft
Max elevation
3,106 ft
TrailRank 
24
Min elevation
2,038 ft
Trail type
One Way
Coordinates
145
Uploaded
December 14, 2021
Be the first to clap
Share

near Puerto de Béjar, Castilla y León (España)

Viewed 63 times, downloaded 5 times

Trail photos

Photo ofPuerto de Béjar - Montemayor del Río Photo ofPuerto de Béjar - Montemayor del Río Photo ofPuerto de Béjar - Montemayor del Río

Itinerary description

Cerca de Béjar, en dirección hacia Plasencia, siguiendo el antiguo trazado de la vía ferroviaria de la Vía de la Plata que comunicaba el sur con el Norte de España (desde Sevilla hasta Gijón), nos encontramos, rodeado de exuberante naturaleza, con el pueblo de Puerto de Béjar. El tránsito de pasajeros cesó el 31 de diciembre de 1984 y ahora, donde antes encontrábamos raíles y traviesas, podemos disfrutar de un camino de tierra perfectamente asentado que lo hace transitable a pie o en bicicleta y que atraviesa trincheras labradas entre paredes de granito y vistas a prados y montes. Es la Vía Verde, un producto turístico del que se espera que se convierta en uno de los motores económicos de la zona.
La entrada norte de Puerto de Béjar es la actual calle de la Tenería. Nos reciben las paredes vacías de lo que fue una imponente fábrica de curtidos, que sucumbió al fuego producido por un descuido hace más de dos décadas. La villa llegó a ser muy conocida por la excelencia de sus trabajos de lisado, curtido y tratamiento de las pieles que allí se hacía, llegando a ser reconocida por la Casa Real española y teniendo gran demanda a nivel europeo. Se fundó en el año 1824 por un matrimonio de curtidores francés que se asentó en Puerto de Béjar.
Al avanzar por sus calles encontraremos un entramado ecléctico, donde podemos ver varios edificios con estilo de las casas chacineras características de la vecina Candelario. Buena parte de la historia y el desarrollo de Puerto puede explicarse a partir de su pequeña estación de tren. Es ahí donde comienza nuestro paseo. Para adaptarlo al uso actual, el edificio se ha rehabilitado como un restaurante y cafetería, desde donde podemos empezar o terminar con un tentempié nuestro recorrido. A su alrededor se desarrolló un núcleo de viviendas, almacenes y fábricas de toneles ahora abandonadas conocido como la Colonia de la Estación. Desde aquí se enviaban a toda España vagones cargados de fruta y de castañas del entorno, y toneles que llegaron a surtir las bodegas de Francia. Este servicio de transporte de mercancías, se mantuvo aún durante algunos años después de que cesara el tránsito de pasajeros, especialmente por el interés en mantener el suministro de bobinas de chapa que viajaban desde Avilés hasta Jerez de los Caballeros.
Atravesando la carretera nacional que nos une con el Norte de Cáceres, nos encontramos con el Jardín del Conde, como es comúnmente conocido. Este recinto, declarado en 2005 Bien de Interés Cultural en la categoría de Jardín Histórico, fue encargado a un paisajista francés en el siglo XIX por el Conde de Trespalacios. Cuenta la leyenda que cambió de dueño por una partida de cartas. Actualmente el Coto de Nuestra Señora del Carmen, pues ese es su verdadero nombre, es una propiedad particular, pero puede visitarse pagando una pequeña entrada. El Jardín se diseñó desde los preceptos del Romanticismo paisajista, simulando un entorno natural debidamente organizado, y cuenta con una abundante variedad de especies entre los que destaca la altura de los abetos Douglas, una singular araucaria y una joven secuoya, cerca de las cuales se haya uno de los miliarios romanos de la zona.
Si ascendemos hacia la parta alta del Jardín por una escalinata monumental de 104 peldaños, encontraremos un templete octogonal de cubierta vegetal que necesita ser urgentemente restaurado. Tras la visita podremos reparar fuerzas pues cuenta con un restaurante y cafetería.
Retomando la ruta en dirección hacia Montemayor del Río, y atravesando el barrio de los toneleros, pasaremos bajo la autovía, donde quedan al descubierto restos del pavimento original de la calzada romana de la Vía de la Plata.
En su alrededor existen indicios de la presencia de una mansión o fortín defensivo construido entre los siglos III al IV, que permitía el dominio del paso montañoso, controlando el tránsito de mercancías, tropas y personas, si bien otras hipótesis apuntan a que podría tratarse de un almacén donde conservar la nieve para mantener en condiciones óptimas los alimentos.
Es en este punto donde de forma más explícita se contempla la importancia de este enclave a lo largo de los siglos, pues junto con el trazado de la calzada romana, cabe destacar que la cartografía de finales del siglo XIX y primeros del siglo XX, señalaba también aquí la presencia del Camino Real de Castilla, que comparte a su vez, gran parte de su recorrido con la llamada Cañada Real de la Vizana. Un camino real era aquel construido por mandato del Estado, esto es, del rey, y era más ancho de lo común puesto que unía ciudades importantes: función que hoy desempeñan nuestras autovías y autopistas.
A partir de aquí nos internamos en un recorrido de alto valor ecológico, bien señalizado, con mínima dificultad, y una belleza pocas veces superable. Seis kilómetros, de descenso flanqueado por montes de robles y castaños y deliciosas vistas a los prados del valle.
Terminada la parte principal del descenso, y tras pasar por alguna fuente y por encima de viejas tajeas de evacuación de las aguas del camino, alcanzaremos el Puente de la Magdalena o Malena, mandado construir en 1718 por el Rey Felipe V sobre el río Cuerpo de Hombre. El puente actual, vino a sustituir un viejo puente que fue destruido por una riada muchos años antes y del que sólo quedó uno de los estribos que lo soportan. En un descampado, a su lado, podemos acercarnos a contemplar otro miliario romano, el conocido como Corral de Chinato que señalaba la milla 134 de la Vía de la Plata.
El río Cuerpo de Hombre dirige sus aguas gélidas, hacia el fortificado Montemayor del Río, y es aconsejable continuar nuestro camino por su margen izquierdo, pues el derecho es una carretera. Al avanzar bajo la bóveda de su bosque de ribera, compuesto por alisos, sauces, chopos, robles, castaños, avellanos, fresnos, arces, espinos, cerezos, nogales y saúcos, pasaremos junto a unas losas laterales que se encuentran en su margen. Estos bordillos de gran tamaño, son propios de la estructura del Camino Real, y fueron elaborados para ser vistos y admirados.
Llegaremos a Montemayor del Río, entrando por la vereda hasta su puente, junto a la Ermita de San Antonio, lugar en el que se encuentra el panel explicativo de la ruta que hemos realizado. Represada a sus pies está la piscina natural que aprovecha el cauce del río cuyas aguas bajan del deshielo desde las cumbres de la Sierra de Béjar. Hay una amplia pradera de césped y a su lado, el puente de piedra, dota al lugar de indudable encanto.
En la ascensión por sus calles veremos fachadas de tradicional arquitectura serrana, fuentes y un soportal en la casa consistorial. En una de las plazas intermedias existe un bar donde tomar un aperitivo. También podremos comprar bollas y magdalenas en el obrador, casi al final de la cuesta.
El Castillo de San Vicente, reforzado con torres redondas y cuadradas es visitable de manera guiada. Tuvo por dueños, en el siglo XIII al rey Sancho I de Portugal y a su hijo Alfonso el Gordo. Más tarde, fue señor de la villa don Pedro, el hijo mayor de Alfonso X el Sabio. El conjunto actual parece haber sido construido en los siglos XIV y XV y fue propiedad de la familia real hasta el año 1458. Actualmente alberga un restaurante basado en el concepto slow food o kilometro 0.
Antes de iniciar el regreso hacia Puerto de Béjar, cabe recordar que nos encontramos en el epicentro de la tradición cestera del castaño en Salamanca. Hay varios artesanos que nos venden sus cestos y banastas trenzados a mano.

Servicios: alojamiento, bar, restaurante.
Otros puntos de interés: patrimonio industrial, jardín histórico, vestigios romanos, castillo.

Si quieres descargarte el libro 26 Paseos Inesperados por las Sierras de Salamanca:
https://adriss.net/wp-content/uploads/2022/04/Guia-26-PASEOS-INESPERADOS.pdf

Otras propuestas en la revista Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/revistas-electronicas/

Y para saber más de las Sierras de Salamanca: https://www.sierrasdesalamanca.es/

Comments

    You can or this trail