Puerto de Llorada (Lois)

Punto de partida: Lois.
Espacio protegido: Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.
Época recomendada: Todo el año, excepto con nieve.
Elementos de interés: Las vistas a la sierra de san Pedro, los ríos Zaco, Llorada y Dueñas, la mina de cinabrio, los hayedos por los que se transitan, las vistas desde el collado Cerezales, la hoz y los edificios de interés de Lois que se muestran en el track.
Tipo de camino: Pista forestal balizada con el PR-LE 51.
Servicios: Lois cuenta con una casa rural además de un bar-restaurante. Crémenes completa la oferta.

Descripción del itinerario.

El inicio de este itinerario lo encontramos a la entrada de uno de los pueblos más bonitos que se pueden ver en León, Lois. Junto a un pequeño aparcamiento tenemos el panel introductorio sobre la ruta (figuras 1 y 2).
Pasando por delante del antiguo molino, reconvertido en fábrica de luz, situado a orillas del río Dueñas, salimos de la localidad por la pista de Liegos, compartida con el GR 1 señalizado con marcas blancas y rojas (figuras 3 y 4).

Inmediatamente se deja el área recreativa de Lois, donde es posible coger agua antes de proseguir la marcha en busca del valle del río Zaco (figuras 5 y 6). Es el comienzo de un largo tramo de varios kilómetros y escaso desnivel, en el que se remonta un valle cada vez más estrecho y frondoso con unas preciosas vistas hacia la sierra de san Pedro, con altitudes que superan los 1600 metros de altitud (figuras 7, 8 y 9).

Cuando alcancemos el prado Demedios encontraremos una bifurcación. Será el momento en el que cogeremos la pista de la izquierda que gana altura en dirección hacia el valle Llorada siguiendo el recorrido hacia Acebedo. La que continúa de frente lo hace, por su parte, hacia Liegos (figura 10, 11, 12 y 13).

La ruta prosigue en ligero ascenso junto a la orilla del arroyo Llorada hasta llegar a una antigua mina abandonada donde se extraía cinabrio, un mineral de la clase de los sulfuros. Apenas pasadas las ruinas de la mina, nos apartamos del GR y de la pista que lleva a Acebedo por un camino secundario que sale a la izquierda, comenzando el ascenso al collado Cerezales por una valleja arbolada (figuras 14, 15, 16, 17 y 18).

Este camino se va haciendo cada vez más pendiente, al tiempo que se convierte en una recta interminable que se introduce en el hayedo que tapiza la umbría del valle de Llorada, todo ello acompañado con unas vistas perfectas hacia el pico Lázaro (figuras 19 y 20). Será la parte más dura de la ruta donde acumularemos todo el desnivel de la ruta.

Una vez llegado al collado Cerezales, punto culminante del recorrido (figura 21), la pista no se detiene sino que inicia de inmediato el descenso por la vertiente contraria, dejando a la izquierda una amplia zona de pastos donde encontramos una caseta forestal y la fuente del Corcho (figuras 22 y 23).

Enseguida, el camino se introduce en un espeso robledal, mientras va perdiendo altitud con rapidez, acercándose al fondo de valle del río Dueñas (figuras 24 y 25). Cerca ya del final de la ruta, salvamos este curso fluvial por un improvisado puente, dando vista al sombrío desfiladero de la Hoz, que angosta el valle poco mas adelante, desembocando finalmente en las casas de la parte alta de Lois (figuras 26, 27 y 28).

Impresiones.

El puerto de Llorada nos permite contemplar y entender la forma de vida más primitiva de la montaña de Riaño y Mampodre en uno de sus puntos más recónditos y bellos, Lois y sus alrededores. Los pastizales de la Llorada, las cristalinas aguas del río Zaco o las manchas de robledales y hayas son algunos de los aspectos a reseñar. En el pueblo de Lois se encuentra la joya arquitectónica de la montaña oriental leonesa, la Catedral de la Montaña acompañada en su conjunto urbano de unas cuantas casas solariegas además de la casa del humo o de la cátedra de latín.