Puerto de Panderrueda - Pico Cebolleda (2.054 m) - Pico Gildar (2.078 m) - Nacimiento del Río Cares

Una visita a Picos de Europa siempre es sinónimo de disfrute! Con las cumbres del Pico Gildar (2.078 m) y Pico Cebolleda (2.054 m) en la retina desde hace mucho tiempo, por fin encontramos el momento de conquistarlas! También conoceremos el lugar en el que nace uno de los ríos más conocidos, el Río Cares! Día primaveral por delante y un entorno que nunca defrauda, así que toca madrugar y regresar a uno de los parajes más espectaculares del mundo, Picos de Europa!

INICIO:

La ruta se inicia en el Puerto de Panderrueda, al que llegamos por su vertiente sureña. Aquí tendremos suficiente espacio para dejar el coche, y además somos los primeros! Llegar aquí ya es una auténtica delicia para los sentidos!

DESCRIPCIÓN:

Nos preparamos para iniciar la ruta, no sin antes disfrutar del entorno que nos rodea en el propio Puerto de Panderrueda. Las vistas hacia el Macizo Occidental y el Macizo Central de Picos de Europa son brutales! En el puerto existe un área de descanso, ideal para comer y descansar, y varios carteles informativos sobre las distintas opciones de la zona. Comenzamos a caminar hacia el sur, donde encontramos una fuente y el desvío que debemos tomar para iniciar el camino de ida.

La ruta avanza en suave ascenso por una senda evidente y sin complicaciones. En pocos minutos, ya nos encontramos caminando entre hayas, uno de los árboles más frecuentes de Picos de Europa, fruto de la altitud a la que nos encontramos.

Charlando sobre lo que nos deparará la jornada, pronto llegamos al Collado de la Vieja, donde continuaremos con el mismo rumbo, hacia el cordal que nos llevará hacia el Pico Cebolleda. Entre hayas, algún roble de gran porte nos sorprende! La ancha senda se va volviendo en un sendero algo más estrecho, aunque siempre muy claro.

El trazado va saliendo del bosque, y eso nos permite tener una panorámica excepcional hacia cualquier lado. Aparecen los omnipresentes Picos de Europa, las cumbres que conquistaremos y muchas montañas emblemáticas, como Peña Ten o Peña Beza. También obtenemos una buena panorámica del Valle de Valdeón, uno de los valles más bonitos de la provincia!

Por un estrecho e inclinado sendero, llegamos a la cota más alta de las Cerras de Cuénabres (1.747 m). Vistas espectaculares que no dudamos en disfrutar. Alba ya está ansiosa de obtener su foto de portada de hoy!

Continuamos el recorrido por la parte más alta del cordal, pasando por el Collado de Sotres y llegando al cordal que viene por el oeste, por donde continuaremos hacia el Pico Cebolleda, nuestro primer objetivo. El camino está claro, aunque vamos encontrando algo más de vegetación.

Superamos el Collado de Frañana y comenzamos una travesía por el cordal algo más complicada de seguir. Por momentos, la arista se afila, debiendo continuar con algo de tendencia hacia el sur, hacia la derecha según vamos. El terreno combina zonas de vegetación, pequeños senderos y alguna parte algo más rocosa. Apenas encontramos señalización, aunque el rumbo siempre lo tendremos muy claro.

Finalizada esta parte del cordal, el sendero continua hacia la base del Pico Cebolleda, situado cada vez más cerca. Un nevero nos entorpece el paso, debiendo apoyar las manos por una zona de rocas, con el fin de continuar rodeando el citado nevero por el cordal.

Ya estamos cerca de la cima del Pico Cebolleda, aunque aún nos queda completar la ascensión. La subida no ofrece mayores complicaciones, aunque siempre nos exigirá un cierto esfuerzo, que el terreno se inclina!

Estamos en la cumbre del Pico Cebolleda (2.054 m). Las vistas son espectaculares, pudiendo contemplar el cercano Pico Gildar, el Pico Corcadas, la Montaña Palentina, la Sierra de Riaño, el Macizo del Mampodre, Peña Ten, Peña Pileñes, Peña Beza, el Pico Jario, Picos de Europa, etc. A nuestros pies, el lugar en el que nace el Río Cares, aún con mucha nieve, mucha más de la esperada! Ya veremos lo que nos depara, puesto que hemos dejado todo el material invernal en casa! Varias fotos y un breve descanso antes de continuar!

Llegar al Pico Gildar desde el Pico Cebolleda, de manera directa, no es tarea fácil. Sin duda, estamos ante la parte más comprometida y complicada de la ruta. Tendremos que superar la agreste y aérea arista noreste del Pico Cebolleda. Guardamos los bastones y afrontamos esta pequeña parte del recorrido. En todo momento tendremos buenos agarres y siempre sabremos por dónde continuar, pero la arista es muy aérea y debemos caminar con cuidado, atención y confianza. Una zona que, estando acostumbrado a estos terrrenos, se disfruta muchísimo! La arista la completaremos destrepando hacia la izquierda, evitando la zona más vertical y por donde sería imposible seguir. Máxima atención aquí!

Completada la arista, llegamos al Collado de Cebolleda, collado que nos separa del Pico Gildar. Comenzamos el ascenso hacia la última cumbre de la jornada!

La ascensión al Pico Gildar no ofrece ninguna complicación. Eso sí, el terreno se inclina por momentos! Desafortunadamente para nosotros, entre la primera cota que encontramos y la cima principal, la nieve vuelve a hacer acto de presencia. Sin nieve, pasaríamos por aquí sin mayores problemas, pero el manto está muy estable y ubicado en la cara norte, lo que hace que encontremos la nieve aún muy dura. Existen dos pasos con cierta huella, uno sombrío y otro algo más soleado. Ante la falta de material invernal, descartamos probar a pasar por la parte más sombría, que además asoman grandes rocas y no queremos sustos. Descendemos unos metros para probar a cruzar el nevero por la parte más soleada, pero la nieve sigue estando dura. Es pronto y aún no ha transformado. Se hace poca huella y la inclinación es la suficiente para que, si resbalamos, podamos tener algún percance. No queremos arriesgar y una prudente Alba descarta la opción de acceder a la cumbre del Pico Gildar. Conversando sobre las distintas opciones, se nos ocurre rodear el nevero por el sur! Tendremos que perder altura y afrontar unos últimos metros mucho más exigentes de lo normal, pero es una opción, así que allá vamos!

Comenzamos la variante pensada para intentar llegar a la cumbre del Pico Gildar. Descendemos por un terreno un tanto inclinado, con cuidado y sin problemas. Rodeando la parte más vertical y rocosa del cordal, vamos avanzando hacia el cordal que se dirige desde el Puerto de Pandetrave, siempre por un terreno muy cantábrico y sin señalizar, puesto que no estamos ante una ascención típica. Tras superar esta pequeña parte, llegamos a los últimos metros de la subida, ya por el cordal.

Finalizada la ascensión, llegamos a la cumbre del Pico Gildar (2.078 m). Qué posición y qué balcón más espectacular para disfrutar de la panorámica que tenemos hacia Picos de Europa. No ganamos mejores vistas que las que ya tuvimos en el Pico Cebolleda, pero es una montaña para sentarse y contemplar el paisaje. Inevitablemente, las miradas se nos van hacia Torre Santa, Torre Bermeja, Torrecerredo, Torre de la Palanca, Torre del Llambrión, Torre del Friero... Fotos y vídeos para inmortalizar el momento, algo de comida y un merecido descanso antes de afrontar el descenso!



Tras disfrutar debidamente de la cumbre conseguida, toca bajar! Con el fin de evitar el rodeo que hicimos para llegar arriba, decidimos descender directamente hacia el norte, evitando los neveros y buscando el mejor paso para llegar al Nacimiento del Río Cares y a los Hoyos de Frañana.

Rápidamente nos íbamos a dar cuenta de que nuestra ruta no iba a ser nada normal. El descenso, siempre por donde mejor vemos y por un terreno de vegetación baja, nos llevará directamente al lugar en el que el Río Cares empieza a ganar sus primeros metros. Seguimos sorteando neveros, debiendo apoyar las manos en algún que otro paso, y atravesamos un canchal.

Con el terreno mucho más amable, nos encontramos con un jovenzuelo Río Cares, aunque ya con bastante alegría! También llegamos a las Hoyas de Frañana, por donde seguiremos perdiendo altura siguiendo numerosas trochas e indicios de sendero. Los caminos son muchos y variados, así que tendremos que ir atentos al rumbo que nos hemos marcado.

Siguiendo el curso del Río Cares, vamos descendiendo por un lugar lleno de encanto. Debemos cruzar el citado Río Cares en varias ocasiones, disfrutando siempre de un entorno espectacular y de multitud de saltos de agua que nos brinda la época primaveral en la que nos encontramos. Parece que la nieve ya no será un problema, así que sólo queda hacer kilómetros!

Pronto llegamos a la altura de un refugio, donde seguimos viendo cascadas y donde tendremos que volver a cruzar el Río Cares para conectar con la pista que nos llevará hacia el Puerto de Panderrueda de vuelta.

Ya en la pista forestal, la ruta vuelve a ser sencilla y evidente. En pocos minutos, volvemos a caminar entre hayas, descendiendo a lo largo del valle que forma el propio Río Cares. Inmersos en un hayedo precioso, encontramos ejemplares de acebos, robles y demás especies. Incluso vemos corzos descender ladera abajo para refrescarse, que el tiempo empieza a ser veraniego!

Continuamos el recorrido atravesando un pequeño arroyo. La pista continua por la derecha, pero unos hitos nos indican que puede ser mejor opción girar hacia la izquierda. Hacemos caso a la señalización y seguimos perdiendo altura por esta nueva senda, llegando a las inmediaciones de un arroyo que debemos cruzar. Un paraje precioso que nos brinda otro árbol digno de contemplar! Atravesamos una gran pradera, siempre hacia el norte, y volvemos a conectar con la pista que abandonamos unos minutos antes.

Finalizado el descenso, llegamos a la altura de la pista forestal que va desde el Puerto de Panderrueda hasta Posada de Valdeón. Giramos hacia la izquierda y comenzamos un suave ascenso hacia el Puerto de Panderrueda. Cruzamos un puente sobre el Río Cares.

Sin grandes complicaciones, vamos finalizando la ruta por esta agradable senda. Se hace algo larga, pero basta una conversación, alguna chorrada o recordar la jornada que hemos vivido para darse cuenta del espectacular entorno que nos rodea y seguir disfrutando de la ruta.

En pocos minutos, estamos de nuevo en el Puerto de Panderrueda, lugar en el que dejamos el coche aparcado y donde daremos por finalizado el recorrido.

CONCLUSIÓN:

Espectacular ruta la que nos lleva a las cumbres del Pico Cebolleda (2.054 m) y Pico Gildar (2.078 m) desde el Puerto de Panderrueda. Bosques de ensueño en las partes de menor altitud y unas vistas de escándalo en las zonas más abiertas. Un trazado de ida muy evidente, un cordal muy entretenido y un regreso para estar atento. Un recorrido que tuvimos que improvisar en muchos momentos y varias zonas en las que es necesario prestar la máxima atención, destacando la arista noreste del Pico Cebolleda, aérea y técnica en varios puntos. En definitiva, un trazado muy montañero e ideal para disfrutar de una jornada llena de alicientes! Muy recomendable!

MÁS INFORMACIÓN:

Puerto de Panderrueda - Cerras de Cuénabres (1.747 m) - Pico Cebolleda (2.054 m) - Pico Gildar (2.078 m) - Nacimiento del Río Cares

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Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)