PUERTO DEL ARENAL – GR 66 – TORNAJO DEL NAVACICO – TEJOS DE LOS VIBOREROS – SUMIDERO DEL CALAR – CHORROS DEL MUNDO

Primera ruta oficial de 2024 del Club Deportivo Montañeros de la Loma realizada el sábado 20 de Enero. Ante la certeza de que en la zona de Los Picarazos no vamos a tener buenas vistas panorámicas por la niebla y la lluvia, nos decidimos por el plan alternativo, que era recorrer la parte norte del inmenso Calar del Mundo con la idea de visitar la surgencia y el sumidero por el que el agua se filtra para caer después por las paredes de Las Calderetas. A este objetivo principal también le hemos añadido la visita a las potentes dolinas de Los Viboreros o Torcas de los Tejos.

Tras unos primeros kilómetros de tránsito bajo llovizna y con poca visibilidad, antes del mirador superior del Calar del Mundo, vemos un cercado de madera que protege a animales y personas de un boquete que es una auténtica sima por la que acceden los espeleólogos al famoso e inmerso calar, como muestran los anclajes encordados que vemos en la entrada. Tras salir de la cancela del mirador nos dirigimos a visitar los Tejos de los Viboreros, mientras la lluvia cesa y se va aclarando el cielo aunque la visibilidad sigue sin ser plena. La zona es un torcal con dolinas profundas donde se han agarrado a la vida estos tejos en un número interesante. De ellos, el situado en la hoya principal, es un ejemplar tremendo, milenario y con un aspecto más que saludable. Sin embargo, me llama poderosamente la atención otro, también notable, por su situación en una zona bastante expuesta al sol.

Tras volver al GR llevamos al poco a la surgencia del Pozo de la Bomba y al cercano sumidero. Se trata de una zona llana donde el agua transcurre en un cauce que llega a achortalar los terrenos anexos. Una zona muy bonita rematada en el precioso sumidero, que observamos tiene un caudal apreciable.

Seguimos ahora hasta un refugio por un robledal precioso donde observamos también algunos arces y laricios. Uno de ellos, un arce espectacularmente robusto, nos llama la atención poderosamente. No había visto un arce igual en toda la sierra. Ahora, dejamos el gr, mientras descendemos por una senda entre el bosque, moteado de robles y quejigos vestidos de musgo, pinos y arbustos. Una vez abajo, nos dirigimos al nacimiento del Mundo, esa icónica imagen de postal, para lo que debemos atravesar el río. Realmente va bien de agua, como comprueban mis pies descalzos, y poco más tarde nuestros ojos. Siempre es un espectáculo imponente esta cascada que se despeña con fuerza desde la enorme pared.

Después de esta última visita tomamos dirección al inicio por el cortijo de la Basilisa. Una ruta muy disfrutona que ha sobrepasado los 20 km a un muy buen ritmo. Los Picarazos, la Cruz de Pernales y el Padrón quedan para dentro de unos meses.