PUERTO PERALES. CAMINO DEL PAYO, ACEBO, PUERTO PERALES
near El Payo, Castilla y León (España)
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Itinerary description
Salida del Puerto de Perales, con la intención de crestear la cuerda por encima del valle de la ribera de Acebo, subir al pico Jálama y bajada a ACEBO por el camino del Payo y posteriormente volver a subir al Puerto de Perales, que era donde habíamos dejado los coches.
Participantes: Fernando, Modesto, Javi, Jóse, Felipe y Juan
He aquí la Crónica de la ruta, hecha por Fernando en nuestro grupo de wassap:
.
Después de realizar un trayecto sin lluvia hasta Robleda una vez allí empezó a llover y apareció una niebla espesa. Por lo tanto, a las 9.30 h iniciamos la ruta con un viento racheado y lluvia que nos azotó por delante, por detrás, por la izquierda y por la derecha. La dureza de las condiciones climáticas, transformó nuestro aspecto en pocos kilómetros:
Yo que había olvidado los guantes impermeables, tenia los guantes tan empapados que al cerrar el puño salía un chorro de agua, con la cara enrojecida por el frío, chorreando agua y con los cristales de las gafas empañados y llenos de gotas de lluvia tenía el aspecto de un pastor de cabras solamente me faltaba el zurrón.
En lo que respecta a Modesto, con el poncho impermeable y el abultamiento de la mochila parecía por detrás el jorobado de Notre-Dame.
Al hermano Javi, que se le habían calado los pantalones, se puso una falda impermeable de color verde con aberturas a los lados y que junto con el poncho le confería un aspecto de un cura dispuesto a oficiar la misa, y nosotros los acólitos.
En cuanto al hermano Felipe, desprendía por las botas unos espumarrajos parecidos a los berrones de caballo sometido a intenso galope.
El hermano Juan, con un paraguas negro de hechura clásica del tipo al que llevaba Don Germán en Los Gozos y las Sombras el paraguas ya no era capaz de absorber tanta lluvia.
Estoy escribiendo esto desde un bar en Acebo, donde hemos parado, no puedo continuar puesto que vamos a reanudar la marcha.
Continuación de la crónica:
Nunca es bueno dejar inconclusa una crónica y sobre todo de esta ruta que ha sido memorable, por lo tanto la seguiré allí donde la interrumpí que en la transformación que sufrimos todos por las inclemencias del tiempo.
El hermano José, empapado como estaba parecía una figura épica con la barba totalmente lacia por la humedad parecía un peregrino atormentado
camino de San Andrés de Teixido directo a postrarse ante los pies del santo.
En el momento en el que las inclemencias del tiempo se hicieron casi insoportables, tres hermanos se amotinaron y seguidamente realizaron un plante. Afortunadamente, tras unas breves negociaciones en medio de la lluvia torrencial, se llegó al acuerdo de obviar la subida al pico Jálama unos dos kilómetros.
Continuamos la marcha no sin dificultades, puesto que el simple hecho de echar una meada era un verdadero reto, algo que para nosotros es totalmente natural en todas las rutas, aquí con las manos heladas y húmedas resultó ser una tarea ardua.
Llegamos a Acebo en medio de una copiosa lluvia, el agua bajaba por todas las calles, me sorprendió la belleza del pueblo.
Para compensar las penalidades pasadas el hermano Juan nos había prometido que en el bar nos atendería una camarera de extraordinario atractivo, lamentablemente, ella estaba ausente y nos atendió la madre.
Después de comer seguía lloviendo, sin embargo, pocos kilómetros mas allá nos concedió una tregua y pudimos disfrutar de un paisaje espectacular hasta la Encrucijada y ya hasta el final de la ruta.
Le he trasladado al hermano Juan la conveniencia de repetirla para que el resto podáis disfrutar de ella.
Finalmente decir que los hermanos han demostrado una gran determinación ante la adversidad climática.
Participantes: Fernando, Modesto, Javi, Jóse, Felipe y Juan
He aquí la Crónica de la ruta, hecha por Fernando en nuestro grupo de wassap:
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Después de realizar un trayecto sin lluvia hasta Robleda una vez allí empezó a llover y apareció una niebla espesa. Por lo tanto, a las 9.30 h iniciamos la ruta con un viento racheado y lluvia que nos azotó por delante, por detrás, por la izquierda y por la derecha. La dureza de las condiciones climáticas, transformó nuestro aspecto en pocos kilómetros:
Yo que había olvidado los guantes impermeables, tenia los guantes tan empapados que al cerrar el puño salía un chorro de agua, con la cara enrojecida por el frío, chorreando agua y con los cristales de las gafas empañados y llenos de gotas de lluvia tenía el aspecto de un pastor de cabras solamente me faltaba el zurrón.
En lo que respecta a Modesto, con el poncho impermeable y el abultamiento de la mochila parecía por detrás el jorobado de Notre-Dame.
Al hermano Javi, que se le habían calado los pantalones, se puso una falda impermeable de color verde con aberturas a los lados y que junto con el poncho le confería un aspecto de un cura dispuesto a oficiar la misa, y nosotros los acólitos.
En cuanto al hermano Felipe, desprendía por las botas unos espumarrajos parecidos a los berrones de caballo sometido a intenso galope.
El hermano Juan, con un paraguas negro de hechura clásica del tipo al que llevaba Don Germán en Los Gozos y las Sombras el paraguas ya no era capaz de absorber tanta lluvia.
Estoy escribiendo esto desde un bar en Acebo, donde hemos parado, no puedo continuar puesto que vamos a reanudar la marcha.
Continuación de la crónica:
Nunca es bueno dejar inconclusa una crónica y sobre todo de esta ruta que ha sido memorable, por lo tanto la seguiré allí donde la interrumpí que en la transformación que sufrimos todos por las inclemencias del tiempo.
El hermano José, empapado como estaba parecía una figura épica con la barba totalmente lacia por la humedad parecía un peregrino atormentado
camino de San Andrés de Teixido directo a postrarse ante los pies del santo.
En el momento en el que las inclemencias del tiempo se hicieron casi insoportables, tres hermanos se amotinaron y seguidamente realizaron un plante. Afortunadamente, tras unas breves negociaciones en medio de la lluvia torrencial, se llegó al acuerdo de obviar la subida al pico Jálama unos dos kilómetros.
Continuamos la marcha no sin dificultades, puesto que el simple hecho de echar una meada era un verdadero reto, algo que para nosotros es totalmente natural en todas las rutas, aquí con las manos heladas y húmedas resultó ser una tarea ardua.
Llegamos a Acebo en medio de una copiosa lluvia, el agua bajaba por todas las calles, me sorprendió la belleza del pueblo.
Para compensar las penalidades pasadas el hermano Juan nos había prometido que en el bar nos atendería una camarera de extraordinario atractivo, lamentablemente, ella estaba ausente y nos atendió la madre.
Después de comer seguía lloviendo, sin embargo, pocos kilómetros mas allá nos concedió una tregua y pudimos disfrutar de un paisaje espectacular hasta la Encrucijada y ya hasta el final de la ruta.
Le he trasladado al hermano Juan la conveniencia de repetirla para que el resto podáis disfrutar de ella.
Finalmente decir que los hermanos han demostrado una gran determinación ante la adversidad climática.
Waypoints
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Arroyo de la Fuente
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Arroyo de Los Hocinos
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Cerro de la Pizarra
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Cerro Del Grillo
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El Payo
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Embalse de la Cervigona
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Hoyos
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2,952 ft
Mirador de la Cervigona
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Pico Jálama
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Regato de Los Alisos
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San Martín de Trevejo
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Santa Marta
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Teso Carranco
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Teso de Santa María
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Teso Porras
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Trevejo
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Villamiel
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