PUERTOS DE MARABIO (1.000) (Teverga)-PICO CALDOVEIRO (1.357) (Yernes yTameza)

PUERTOS DE MARABIO (1.000) (Teverga)-PICO CALDOVEIRO (1.357) (Yernes y Tameza)

DATOS TÉCNICOS:
RECORRIDO: 9,85 kmts.
ALTURA MÁXIMA: 1.357 m.
ALTURA MÍNIMA: 924 m.
ASCENSO TOTAL: 508 m.
TIEMPO EN MOVIMIENTO: 2,50 h.
FECHA DE REALIZACIÓN: Junio de 2008.

La ruta se inicia en la ERMITA DE SANTA ANA (1.000), al comienzo de los PUERTOS DE MARABIO, en la carretera que desde ENTRAGO (470) (Teverga) se dirige a VILLABRE (Yernes y Tameza) (620). COORDENADAS: N 43º - 11,946´ - O 06º - 06,676´ . Los citados puertos están encuadrados en una especie de depresión entre las SIERRAS DE GRADURA-TAMEZA (1.357) y de LA GRANDA (1.369), y son además transitables por carretera, mereciendo por sí mismos una visita. En nuestro caso se añade el aliciente de contemplarlos en visión panorámica desde algunas de las cotas por las que discurre nuestro itinerario.

De las diversas zonas kársticas de Asturias, Marabio viene a ser un paisaje singular porque, en apariencia, parece una depresión más con sus pastizales y praderas. Sin embargo, una serie de dolinas y valles ciegos, que drenan las aguas, dan lugar a multitud de cavidades subterráneas, en ocasiones conectadas entre sí, formando complejos entramados kársticos. Todo un mundo subterráneo que escapa a nuestra visión. Otras veces se producen acumulaciones de agua en la superficie en forma de lagunas, como las de VEGA CASTRO, a los pies de Peña Sala (1.226) y Gradura (1.159), FOSLAYEGUA en la base del Tórzanu (1.355) y TAMBAISNA en el “Camín Francés”.

A su vez, el pico CALDOVEIRO (1.357), gran mole calcárea encuadrada en el “Paisaje Natural Protegido del Pico Caldoveiro”, culmina el flanco noroccidental de las SIERRAS DE GRADURA Y TAMEZA, de más de once mil hectáreas, cordales compartidos por los concejos de Yernes y Tameza, Proaza, Grado y Teverga. Forma parte, a su vez, del PARQUE NATURAL UBIÑAS-LA MESA e incluye el MONUMENTO NATURAL DE LOS PUERTOS DE MARABIO, nuestro punto de partida para el acceso al pico.

Iniciamos el recorrido siguiendo la carretera rumbo norte. Desde el comienzo nos impresiona la hermosa panorámica de los puertos con Caldoveiro al fondo. Pasaremos junto a la base del PICO CUERVU (1.181), a nuestra derecha, y al otro lado van quedando atrás algunas cuadras, las DUERNAS (901), VEIGAIMEDIO (912) dispersas por el valle. A la altura de los GOCHONES (954), otra braña, la carretera gira al poniente y tras pocos metros, la abandonamos para tomar, dirección norte, una pista de tierra, punto en el que una señal vertical indica el GR-109 – ASTURIAS INTERIOR – ETAPA 16 (Villanueva-Villamayor).

Se trata de un largo recorrido señalizado de 27 etapas que atraviesa de oriente a occidente el interior de Asturias, con rincones naturales de extraordinaria belleza en las comarcas montañosas más singulares, conectando al caminante con un mundo rural donde las costumbres y labores tradicionales del campo siguen marcando los modos de vida en numerosos casonas y aldeas. Son 600 kilómetros de longitud, de los cuales alrededor de 110 suponen alternativas a la ruta principal.

Ese tramo del GR-109 es común con el también llamado CAMÍN FRANCÉS. Sobre el mismo reproducimos el texto de uno de los paneles informativos al comienzo de la ruta: “Por los Puertos de Marabio cruzaba un antiguo Camino Real utilizado como ruta en las peregrinaciones jacobeas, el Camín Francés, que partiendo de Oviedo ascendía a los puertos desde Sograndio para enlazar luego con la Calzada Romana de la Mesa y cruzar la cordillera por el puerto del mismo nombre, en Somiedo”.

Seguimos la marcha entre acebos y espineras para cruzar la braña TEIXERA (1.042). El camino se estrecha en algún tramo por la densa y variada vegetación que lo rodea, y por cómoda subida terminaremos remontando hasta el ALTO DE TAMBAISNA (1.238), con espléndidas panorámicas de los Puertos de Marabio a nuestras espaldas. Desde este collado estamos a un paso de nuestra meta al norte y divisamos al este la vega y laguna de TAMBAISNA (1.167), abrevadero para la cabaña ganadera, formada con la aportación de aguas de escorrentía, por donde continuará el “Camín Francés”.

Al sureste, emergen vistosos los valles y montes de exuberante vegetación, que jalonan la SIERRA DE GRADURA Y TAMEZA, cuyos pormenores describiremos más adecuadamente desde el Caldoveiro. Remontamos el flanco meridional del pico, en cuyas laderas abundan el pastizal y matorrales xerófilos, que se adaptan fácilmente a terrenos calizos por donde se filtra el agua, entre ellos la aulaga, junto a alguna mancha de carrascos (“quercus rotundifolia”). Progresamos transversalmente hasta superar los recuestos del sendero y coronar la cima sin especial dificultad, con vértice geodésico, cruz y buzón de cumbre, emplazados entre peñascos y tapiz de brezo.

El repertorio del paisaje en ángulo de 360º es singular y muy rico en matices. Al norte-noroeste, la balconada de VILLABRE, capital del concejo, con profundos valles, hoyos y vallinas. Al este-noreste, las estribaciones más septentrionales de la sierra con la silueta cónica del PICO LA LORAL (1.248) destacada y, al fondo, el ARAMO (1.791).

Al sur-sureste, toda una atractiva película de imágenes en sucesivos planos: valle y laguna TAMBAISNA (1.167), primer término, seguidos de los picos TÓRZANU (1.355), PELAU (1.352) y OUBIU (1.357), del mismo cordal; la SIERRA DE SOBIA (1.517) en un tercer plano y para rematar, en la lejanía, PEÑA RUEDA (2.152), FONTANES (2.414), LAS UBIÑAS (2.417) y FERREIRÚA (1.987) más a la derecha. Al sur, los repetidos puertos de MARABIO más PEÑA SALA (1.226) y CUERVU (1.181) al fondo izquierda. Al oeste-suroeste, PEÑA MANTECA con el HORRU (1.528) , más SIERRA DE LA GRANDA (1.369) en primer plano y la rica orografía del CAMÍN REAL DE LA MESA detrás.

Ruta fácil y corta, sin complicaciones técnicas, desnivel asequible y sumamente atractiva. Hemos subido el CALDOVEIRO varias veces y en circunstancias meteorológicas diferentes. En cada ocasión, apreciábamos nuevos matices de luz y color y, desde la cumbre, seguíamos descubriendo elementos novedosos en aquella conjunción de accidentes orográficos en planos escalonados, a los que antes nos referimos. Es el privilegio de la montaña solitaria, aunque modesta, que se deja ver, y está emplazada en el lugar adecuado para otear desde la misma un vasto horizonte en derredor. Un clásico más de las sierras de interior asturianas que no defrauda.