Puesta de Sol, desde Torre del Jaral (Valle Niza), a Cerro de la Encina (Almayate).

En la ruta, de puesta de sol y atardecer, que haremos hoy, visitaremos en primer lugar la Torre Vigía del Jaral, y de ahí, iremos al Cerro de la Encina. La vuelta, en un principio, estaba pensada hacerla por la playa hasta el punto de inicio. Se nos hizo algo tarde y decidimos hacerla algo más corta, por la N-340. Hay que ir con algo más de cuidado, ya que el arcén es prácticamente inexistente, pero se hace bien. Aunque yo recomiendo hacerla por la playa, mucho más bonita y distraída.

Después de dejar los coches en la zona de aparcamiento que hay en el lateral de la playa, cruzamos la carretera, con muchísimo cuidado, eso sí, y tomamos el carril de subida a la Torre del Jaral.

Este tramo de subida es bastante amplio y fácil de seguir, no hay perdida posible.

Llegamos a la Torre del Jaral, situada sobre un alto acantilado de unos 30mts. de altitud, roto por la carretera Nacional 340 y a poca distancia de la playa.

Torre heredada del sistema de vigilancia nazarí ( siglos XIII-XIV ), posiblemente rescatada y modificada en siglos posteriores, fue reutilizada en la vigilancia y defensa de la costa.

Desde este punto, podremos disfrutar de unas magníficas y extensas panorámicas. Un disfrute.

Después de las fotos de turno, continuamos nuestro camino y nos dirigimos hacia Almayate. Lo haremos por la antigua carretera, que va paralela a la N-340.

El camino hasta llegar a la primera subida para el Cerro, no tiene pérdida ninguna, es todo recto. Y una vez llegado a ésta, tampoco.

Ya en los últimos metros antes de llegar a nuestro segundo destino, comienza ya la puesta de sol y toda esa gama de amarillos, naranjas, rojos... un paisaje muy bonito.

En la cima del Cerro de la Encina, las panorámicas alcanzan desde Nerja, hasta Málaga, en la parte de la costa, y toda la cadena montañosa, en la parte opuesta. Es imposible reflejar en fotos todo lo que estamos viendo.

El camino de vuelta lo hacemos, en un tramo largo, por el mismo sitio de subida.

Y como en un principio pensábamos hacer la vuelta por la playa, pues la bajada la hacemos por Almayate. Un cambio de idea de última hora, y la hacemos por el arcén pegado a la 340, es algo más corto, pero no tan bonito como por la playa. Es otra opción, ambas están bien, dependiendo lo que nos apetezca en el momento de hacerla.

Durante todo el recorrido, nos acompaña una enorme luna llena que se va reflejando en el mar, un espectáculo.

Llegamos ya completamente de noche, solo con la luz de la luna, al punto de inicio, terminando así nuestra rutita de hoy.

Fácil, cómoda, con unas maravillosas vistas y una puesta de sol muy bonita en ese lugar. Una ruta que, sin ninguna duda, ha merecido ese pequeñísimo esfuerzo de hoy.