Puig Castellar V.G. desde Els Vilars de Espolla
near els Vilars, Catalunya (España)
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Trail photos
Itinerary description
Volver a caminar por las tierras del municipio de Espolla, es volver a caminar por tierras amigas, aquí fui buscador de dólmens, allá por 1992, acompañado de un vecino, en Joan Calverol, imposibilitado para caminar por una enfermedad, montábamos en mi Opel Frontera y me iba indicando los caminos por donde tenía que pasar, para ver alguno de esos monumentos funerarios. Joan nos dejo hace unos años, pero su recuerdo siempre estará presente en mi memoria.
Dejamos nuestro vehículo en el vecindario dels Vilars, he iniciamos nuestra andadura hacia la Font de la Verna, a pocos metros, cuando el camino hace unas curvas, localizamos algunas de las rocas con insculturas, cazoletas, círculos, regueros, gravados de tiempos prehistóricos, nos ha sido posible su localización, gracias a los trabajos de Montagut y Cuca la Llum, reflejados en una de sus rutas.
Continuamos nuestro recorrido, a la derecha, giramos por un camino que será de ida y vuelta, para visitar el Dolmen de Morelles, identificado en 1970 por Andreu Match un pastor de Espolla, este, se lo comunicó a Joan Calverol, incansable buscador de dólmenes, que le dio el nombre, se trata de un sepulcro de corredor restaurado en el año 1997, por el GESEART, arqueólogo Joseph Tarrus Galter.
Volviendo a la pista tomamos otro camino que nos baja al Dolmen de Arreganjats, otro sepulcro de corredor, se encuentran en la vertiente izquierda del Torrente de la Verna, en la cota 347, lo descubre en 1881 Salvador Sampere, publicado por primera vez en 1912 por Manuel Cazurro y estudiado por Luis Pericot. Se restaura en 1986 una vez ya excavado.
Salimos de nuevo a la pista a la altura de la Font del Verna, un espacio de tranquilidad, donde había una fuente, ahora es un caño olvidado por el agua. Seguimos por la ancha pista y pronto encontramos unas puertas abiertas, entramos en lo que fue zona militar ahora con apariencia de abandono, treinta años atrás, la cercaban los geep militares, a lo lejos se podían oír las explosiones de la artillería, actualmente eso no ocurre, las alambradas de paso a monumento megalíticos o senderos están derribadas, no se pueden poner puertas al campo y mucho menos cuando existe, en la zona un patrimonio rural tan importante como en la Albera.
Aparece a la izquierda nuestro primer objetivo El Castellar Petit, sin sendero, ni señalización alguna, iniciamos su ascenso entre garrigas, aliagas y otras zarzas, para orientárnos nos subimos a las rocas, estudiando la mejor progresión, una temperatura inusual para esta época del año, temperatura estival en marzo, eso y la complicada orografía hará que el cansancio se acentúe, pero podremos acabar esta excursión satisfechos del camino recorrido sufridamente. Pasamos por debajo de la piedra del Escorpí y llegamos a la cima de este turonet de 527 m de altitud, sobre una gran fita de piedras vemos una cantimplora de chapa, donde en su interior han puesto un belén. El descenso no tan complicado, lo efectuamos buscando unas pequeñas tarteras, para deslizarnos entre las gravas hasta llegar al coll entre los dos Castellars, donde descubrimos un refugio construido de piedras. El ascenso al Castellar Gran, lo realizamos por un sendero poco fresado, pero señalizado con fitas, que nos facilita el avance, todo ello, bajo la atenta mirada de una cabra solitaria, que mora entre estas rocas. Coronamos la cima llegando al vértice geodésico, las vistas de 360º son supremas, pudiendo ver toda la bahía de Rosas, incluso distinguiendo la Meda Gran, todas las sierras de alrededor y un pedazo de mar francés. Por el mismo sendero bajaremos a la pista para visitar un nuevo monumento megalítico.
El Menhir de Rocs Blancs tiene una altura de 2,4 m, fue descubierto por Joan Calverol en 1971, lo encontró tumbado junto a la pista , citado por primera vez por Luis Esteban en 1974, el nombre es dado por el GESEART al encontrarse en un paraje que se llama Rocs Blancs y terminamos esta excursión, visitando la Font de la Viuda, de aguas ferruginosas y cruzando por un camino entre oliveras hasta els Vilars. Hemos andado juntos Laura, Rosa, Josep, Agustín y Julián
Dejamos nuestro vehículo en el vecindario dels Vilars, he iniciamos nuestra andadura hacia la Font de la Verna, a pocos metros, cuando el camino hace unas curvas, localizamos algunas de las rocas con insculturas, cazoletas, círculos, regueros, gravados de tiempos prehistóricos, nos ha sido posible su localización, gracias a los trabajos de Montagut y Cuca la Llum, reflejados en una de sus rutas.
Continuamos nuestro recorrido, a la derecha, giramos por un camino que será de ida y vuelta, para visitar el Dolmen de Morelles, identificado en 1970 por Andreu Match un pastor de Espolla, este, se lo comunicó a Joan Calverol, incansable buscador de dólmenes, que le dio el nombre, se trata de un sepulcro de corredor restaurado en el año 1997, por el GESEART, arqueólogo Joseph Tarrus Galter.
Volviendo a la pista tomamos otro camino que nos baja al Dolmen de Arreganjats, otro sepulcro de corredor, se encuentran en la vertiente izquierda del Torrente de la Verna, en la cota 347, lo descubre en 1881 Salvador Sampere, publicado por primera vez en 1912 por Manuel Cazurro y estudiado por Luis Pericot. Se restaura en 1986 una vez ya excavado.
Salimos de nuevo a la pista a la altura de la Font del Verna, un espacio de tranquilidad, donde había una fuente, ahora es un caño olvidado por el agua. Seguimos por la ancha pista y pronto encontramos unas puertas abiertas, entramos en lo que fue zona militar ahora con apariencia de abandono, treinta años atrás, la cercaban los geep militares, a lo lejos se podían oír las explosiones de la artillería, actualmente eso no ocurre, las alambradas de paso a monumento megalíticos o senderos están derribadas, no se pueden poner puertas al campo y mucho menos cuando existe, en la zona un patrimonio rural tan importante como en la Albera.
Aparece a la izquierda nuestro primer objetivo El Castellar Petit, sin sendero, ni señalización alguna, iniciamos su ascenso entre garrigas, aliagas y otras zarzas, para orientárnos nos subimos a las rocas, estudiando la mejor progresión, una temperatura inusual para esta época del año, temperatura estival en marzo, eso y la complicada orografía hará que el cansancio se acentúe, pero podremos acabar esta excursión satisfechos del camino recorrido sufridamente. Pasamos por debajo de la piedra del Escorpí y llegamos a la cima de este turonet de 527 m de altitud, sobre una gran fita de piedras vemos una cantimplora de chapa, donde en su interior han puesto un belén. El descenso no tan complicado, lo efectuamos buscando unas pequeñas tarteras, para deslizarnos entre las gravas hasta llegar al coll entre los dos Castellars, donde descubrimos un refugio construido de piedras. El ascenso al Castellar Gran, lo realizamos por un sendero poco fresado, pero señalizado con fitas, que nos facilita el avance, todo ello, bajo la atenta mirada de una cabra solitaria, que mora entre estas rocas. Coronamos la cima llegando al vértice geodésico, las vistas de 360º son supremas, pudiendo ver toda la bahía de Rosas, incluso distinguiendo la Meda Gran, todas las sierras de alrededor y un pedazo de mar francés. Por el mismo sendero bajaremos a la pista para visitar un nuevo monumento megalítico.
El Menhir de Rocs Blancs tiene una altura de 2,4 m, fue descubierto por Joan Calverol en 1971, lo encontró tumbado junto a la pista , citado por primera vez por Luis Esteban en 1974, el nombre es dado por el GESEART al encontrarse en un paraje que se llama Rocs Blancs y terminamos esta excursión, visitando la Font de la Viuda, de aguas ferruginosas y cruzando por un camino entre oliveras hasta els Vilars. Hemos andado juntos Laura, Rosa, Josep, Agustín y Julián
Waypoints
Archaeological site
1,051 ft
Piedra Creu de Pere Puntals (Cruz desaparecida queda la base enterrada)
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