PUIG DE GALATZÓ por el Coll d'Estellencs

La ruta “Puig de Galatzó por el Coll d’Estellencs”, tiene como objetivo coronar la cima de esta emblemática montaña de 1.027 m de altitud, partiendo de Puigpunyent, subiendo al Coll d’Estellencs y regresando por el Pas des Ratxo.

El punto de partida de este itinerario lo he situado en el camino de la Vela, frente al Polideportivo. Allí dejamos aparcado nuestro coche y comenzamos a caminar en dirección a la salida del pueblo hacia Esporles y Banyalbufar por el Coll des Grau. Tomamos la carretera Ma-1101 que une Puigpunyent con la Granja de Esporles, que enseguida abandonamos para dirigirnos a las casas de la posesión de Son Fortesa por el Camí Vell de Estellencs, siguiendo los indicadores del GR-221.

Llegamos a la barrera metálica de entrada a la finca y a mano izquierda vemos la casita del Granero del Diezmo, donde se depositaba el diezmo, impuesto que los productores del campo debían entregar al señor, al rey o a la Iglesia y que consistía en una décima parte de la cosecha. Avanzamos por el camino asfaltado, que sube ligeramente y hace un giro a la izquierda, aquí a la derecha vemos el Camí del Salt de Son Forteza, cerrado por una barrera.

Un poco más arriba abandonamos el camino asfaltado que llega a las casas de Son Fortesa, y giramos a la derecha por un camino de tierra allí donde los indicadores GR nos señalan la ruta a seguir. A partir de ahora ya estamos en el Camí Vell d'Estellencs. Se trata de un antiguo camino de herradura que unía los pueblos de Puigpunyent y Estellencs. Pasamos una pequeña barrera de madera que se abre y subimos unas primeras curvas bien empinadas.

Al acabar las curvas, a la izquierda y abajo podemos ver un pozo tapado con unas ramas y un gran aljibe en desuso, que recogía el agua de tres fuentes muy cercanas: la de Aritja, la de s’Albelló y la de la Replegada. Unos minutos más arriba, también a nuestra izquierda, divisamos sobre una roca lo que queda de la pequeña Cruz de s'Ermitá, puesta en este lugar en memoria del ermitaño José de San Antonio, quien murió despeñado aquí mismo en 1740.

Continuamos por la pista y a los pocos minutos tomamos un camino a la izquierda, marcado por otra estaca GR, que sirve de atajo. Más arriba se encuentra de nuevo con la pista a la altura de un antiguo tejar. Es Sa Teulera Vella, que se halla totalmente en ruinas. Un poco más adelante y a la izquierda del camino nos encontramos con la fuente de s'Abello, cubierta totalmente por juncales. Subiendo a la parte de arriba podemos apreciar que se trata de una mineta que vierte el agua sobre una pila rectangular picada en la misma roca que servía para abrevar el ganado que pacía por aquellos lugares. El agua sobrante cae al camino y forma un cárcavo al otro lado.

Seguimos en suave subida hasta un cruce de caminos señalizados con indicadores GR. A la izquierda tenemos una carbonera en ruinas y en la misma dirección un poco más adelante las casas de Muntanya, en claro estado de abandono. Nosotros tomamos el camino de la derecha. Por el camino de enfrente regresamos al final del recorrido. Enseguida este camino comienza a ascender atravesando el encinar. Pasamos por un portillo y giramos a la derecha tomando un atajo indicado por una estaca GR.

Proseguimos la marcha y un poco más arriba desembocamos en el ancho camino que en continua subida nos acerca a un cruce de caminos señalizado con los típicos indicadores GR-221 A la derecha hay unas rocas que constituyen un buen mirador natural que ofrece unas buenas vistas. Un poco más a la derecha tenemos el camino que conduce a Es Grau y a la izquierda continuamos nuestro camino, ahora con una subida más acusada, y poco después alcanzamos una zona más plana.

Avanzamos por este llano y unos cien metros antes de llegar al Coll d’ Estellencs vemos a nuestra derecha que sale un camino, no muy evidente, señalizado con un hito y unas marcas de pintura roja que conduce al Pas de Sa Rata y a los Puntals de Planicia. Ignoramos este camino y continuamos rectos hasta el Coll d’Estellencs, situado 646 m de altitud. Aquí vemos una pared de piedra divisoria de los términos municipales de Estellencs y Puigpunyent donde observamos un portillo y una escalera de madera a ambos lados de la pared que se encuentra en malas condiciones y que en su día debió servir para saltar el muro de piedra cuando el portillo se cerraba con una puerta.

Cruzamos el portillo y descendemos unos metros para abandonar definitivamente el Camí Vell d’Estellencs, desviandonos por nuestra izquierda por el Camí des Coll des Carnicerer. Se trata de un bonito y cómodo sendero que discurre por la ladera de la montaña en suave descenso. Atraviesa un frondoso encinar que poco a poco va dando paso a un bosque de pinos, madroños y matorrales. Al cabo de un rato llegamos a una bifurcación. Por la izquierda continúa el Camí des Coll des Carnicerer que abandonamos en este punto y seguimos en descenso por nuestra derecha.

Poco después pasamos junto a la hoy abandonada Font de Dalt también conocida como sa Font de sa Boal. Se trata de una fuente de mina, hecha de piedra seca que vertía sus aguas en un abrevadero. Junto con la fuente de Baix o des Poll y dos aljibes formaban un conjunto hidráulico que suministraba agua a las casas de Son Fortuny. Proseguimos la marcha y en unos minutos alcanzamos un cruce de caminos, señalizado con indicadores GR. Por la derecha tenemos el camino que viene de Boal de ses Serveres y por la izquierda el camino se dirige al Puig de Galatzó.

Seguimos por este camino que ahora inicia una subida muy pronunciada, dibujando algunas lazadas, hasta llegar al Pas de na Sabatera, situado a 715 m de altitud. Un poco antes hemos dejado el bosque para entrar en una zona despejada. Aquí tenemos otro cruce de caminos igualmente señalizado. Por la derecha el camino se dirige al Pas des Cossi y también al Boal de ses Serveres. Por la izquierda el camino continúa hacia el Puig de Galatzó. Tras una considerable subida por un terreno pedregoso llegamos a otro cruce. De frente el camino conduce hacia la Font des Pi y por la derecha a la cima del Puig de Galatzó. Desde este sitio se pueden observar unas magníficas vistas de la sierra de Es Puntals y de Estellencs, así como del prominente peñasco que tenemos enfrente llamado “Es Bisbe” (847m).

Así pues giramos por nuestra derecha para iniciar el ascenso a la cima del Puig de Galatzó (1.027 m.) que según el cartel GR-221 se llega en 25 minutos, aunque nosotros tardamos un poco más. Esta es la parte de la excursión que requiere un mayor esfuerzo. El camino hasta la cima no tiene pérdida ya que está marcado por numerosos hitos. En algún tramo hay que valerse de las manos por seguridad. La cima está coronada con un vértice geodésico y desde ella se puede observar una de la mejores vistas de montaña de Mallorca; al este el Puntals de Planicia, la Mola de Planicia y la Fita del Ram; al sur las bahías de Calvià y Palma; al Oeste la costa de Andratx con el perfil inconfundible de la Mola de s’Esclop; y al norte la costa de Estellencs.

Una vez que hemos disfrutado de esta panorámica, iniciamos el regreso por la arista sur en dirección al Pas des Ratxo. No hay camino pero la ruta está suficientemente señalizada con abundantes hitos. La primera hilera nos conduce hacia una primera cima secundaria de 988 m de altura, que aunque se puede rodear nosotros optamos por crestear. Tras el penoso descenso llegamos a un collado por donde pasa la línea divisoria de los términos municipales de Calviá y Puigpunyent. Aquí vemos a mano derecha otra hilera de hitos que desciende por una vaguada hasta las Casas de Galatzó.

A continuación afrontamos la subida a otra cima secundaria de 843 m. de altura, que aunque también se puede rodear igualmente decidimos crestear. Luego continuamos descendiendo hasta llegar a otro collado. Aquí los hitos giran a la izquierda y bajan ladera abajo hasta llegar a otro collado donde se encuentra el Pas des Ratxo. Este paso se halla a 652 m de altitud y es fácilmente reconocible por la pared de piedra seca en mal estado que lo cierra de un extremo al otro. Es uno de los pasos naturales y alternativos que servían para acceder al Puig de Galatzó.

Traspasamos la pared de piedra por un pequeño derrumbe y seguimos descendiendo por un sendero, al principio cubierto por el carrizo, que se va adentrando en zona boscosa. Poco después el sendero desemboca en una pista de tierra, que tomamos por nuestra izquierda. A los pocos minutos llegamos a una barrera cerrada con candado, que franqueamos por nuestra derecha por un hueco que tiene la alambrada. Poco después alcanzamos la carretera que viene desde Puigpunyent, que cogemos por nuestra derecha, en dirección a este pueblo.

Comenzamos a caminar por el asfalto, y enseguida dejamos a nuestra izquierda la desviación que lleva a la Font des Pi. Vamos obviando los ramales que salen a derecha e izquierda, hasta que llegamos a una bifurcación. Aquí dejamos la carretera y continuamos por nuestra izquierda por una pista que ha ido perdiendo el asfalto. Al final de esta pista continúa un bonito camino de tierra que se abre paso entre el bosque. Más adelante llegamos a una encrucijada de caminos. El de la izquierda nos lleva a visitar el Corral de ses Cabres, una curiosa construcción para el refugio de cabras, ovejas, etc. En el camino antes de llegar al corral vemos un coche abandonado.

Nosotros continuamos por el camino de enfrente que en pocos minutos nos deja en el cruce por el que pasamos de buena mañana, cerrando así el círculo de la ruta. Ya solo nos queda regresar al punto de partida, donde dejamos aparcado nuestro coche dando por finalizada esta larga y fantástica excursión.

Los componentes del grupo hemos sido: Jaime Palmer, Emiliano Robles, Salvador Gea y yo Juan González Blázquez como guía.

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