PUIG DE GARRAFA

La Ruta Puig de Garrafa tiene como objetivo coronar la modesta cima de este Puig, de 462 m de altura, subiendo por la Coma de sa Teia y bajando por el Comellar de Can Pau.

Parte de esta ruta discurre por territorio de caza, por lo que es aconsejable no realizarla los días de caza.

Llegamos al pueblo de Andratx por la carretera Ma-1 y dejamos aparcado nuestro vehículo en el aparcamiento municipal gratuito que el Ayuntamiento de este municipio ha establecido en la calle de Son Prim, frente al Palau Municipal de Deportes y al Instituto Baltasar Porcel.

Comenzamos a caminar por esa calle en la misma dirección por la que hemos venido con el coche y enseguida giramos a la izquierda por la Avinguda d’en Bartomeu Esteva.

Continuamos por la carretera en dirección Palma. También se puede coger un sendero que hay a nuestra izquierda que discurre paralelo a la carretera y que se adentra en un campo de almendros.

Al cabo de unos minutos tomamos la desviación de la izquierda por una vía asfaltada que nos deja al lado de dos depósitos de agua. Aquí debemos prestar atención pues entre ambos depósitos, semioculto entre la vegetación, sale el sendero por el que iniciamos la subida al Puig de Garrafa por la Coma de sa Teia.

Al principio el sendero está bastante definido y poco a poco se va adentrando en una zona boscosa. Un poco más adelante llegamos a la base de unos acantilados, donde vemos una balma. Nuestro sendero, ahora convertido en camino de herradura, gira a la izquierda y comienza a ascender notoriamente.

Unos cuantos metros más arriba alcanzamos una era de carbonero que dejamos a nuestra derecha. A partir de aquí el camino se estrecha y la pendiente se vuelve más pronunciada.

Encontramos algunos hitos que nos indican por dónde seguir. El terreno ya se ha vuelto muy pedregoso y resbaladizo aunque se sube sin demasiada dificultad.

Un rato más de subida y alcanzamos la parte alta de la Coma. Desde aquí, de frente y al fondo vemos Andratx. Caminamos unos pocos metros dirigiéndonos ligeramente a la derecha, siguiendo algunos hitos y luego hacemos un giro de 90º para dirigirnos a unos acantilados a los que llegamos enseguida.

Estos acantilados constituyen un verdadero Mirador Natural ya que nos ofrecen unas vistas extraordinarias de la Bahía de Palma, Cabrera, es Camp de Mar, Puerto de Andratx, etc.

Después de disfrutar de esta vistas regresamos hasta el punto donde giramos y seguimos cresteando por un cómodo sendero. Unos metros más adelante nos desviamos a la izquierda hacia la otra vertiente.

Desde aquí podemos ver la Mola de S'esclop, el Puig de Galatzó y más cerca y un poco a la derecha distinguimos el Puig de Garrafa, nuestro próximo objetivo. Ahora regresamos al sendero, lo cruzamos y seguimos unos metros hasta alcanzar los acantilados que nos ofrecen vistas similares a las que veíamos desde el Mirador Natural.

Retrocedemos nuevamente al sendero para ya dirigirnos al Puig de Garrafa. Primero descendemos ligeramente por una hondonada y luego iniciamos una subida por un terreno rocoso y sin camino hasta alcanzar la cima de este humilde puig, situado a 462 m de altura, coronado por un vértice geodésico.

No hace mucho tiempo también había en este lugar una torre de vigilancia contra incendios. Hoy solo queda una caseta metálica, cuadrada, sujeta al suelo con unos cables de acero forrados. Las vistas panorámicas que ofrece este lugar son de primer orden, abarcando una buena parte de la Sierra de Tramontana.

Después de disfrutar de estas vistas iniciamos el descenso por el lado opuesto al que hemos subido. Tomamos un sendero, poco evidente al principio, que discurre paralelo a la línea divisoria de los términos municipales de Calviá y Andratx.
En poco tiempo llegamos al Coll de Garrafa, situado a 417 m de altura. En este punto abandonamos nuestro sendero que continua hasta s’Ermita y giramos a la izquierda por otro sendero que nos conduce por el Comellar de Can Pau.

El sendero primero comienza a descender entre pinos y carrizo y luego atraviesa una zona de rocas con una pendiente más acentuada donde hay que tener más cuidado para no resbalar.

Continuamos descendiendo por este sendero que ahora ocupa el lecho de un torrente y al poco rato vemos a nuestra derecha los restos de una caseta de piedra de la que apenas quedan las paredes.

Seguimos descendiendo y pasamos por un punto donde el sendero es un desfiladero encajonado entre altas paredes y de una belleza singular.
Al final del desfiladero encontramos una barrera metálica cerrada que tiene un portillo a nuestra izquierda que se abre y por donde pasamos.

Al otro lado hay un ancho camino sustentado por una pared de piedra de enormes dimensiones que llama la atención y que sin duda tiene un gran valor constructivo.

Un poco más abajo este camino desemboca en una pista de tierra que tomamos por nuestra izquierda y que en breve nos deja en la Avinguda d’en Bartomeu Esteva. Desde aquí ya solo nos queda regresar al aparcamiento donde hemos dejado estacionado nuestro coche y dar por finalizada la excursión de hoy.

-Los componentes del grupo hemos sido: Jaime, Emiliano, Salvador y yo (Juan González Blázquez) como guía

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