Puig de María y Pollença. Derivación del GR 221.

La ruta comienza en el kilómetro 51'9 de la Ma-2200 donde hay sitio para varios vehículos. En caso de estar lleno a 100 metros cruzando la carretera hay un gran aparcamiento público. El corto camino de subida forma parte del GR221, señalizado y que a medida que vamos ascendiendo se va empinando, pero nada complicado. Al principio es de asfalto para ya en la parte alta cambiar al piso empedrado de montaña. Varias casas a sus costados hacen referencia en sus nombres a la cuesta por la que vamos.

Si vamos pendientes, por la izquierda veremos la "piqueta de l'Ase", pieza de piedra que tiene una concavidad destinada a recibir y contener el agua u otro liquido que tenga que servir para lavar, bañarse o abrevar a los animales ¹; hay dos, una cuadrada y otra redonda pero rota, y servían para que los que se dirigían al Puig de María abrevasen a los animales.

Con el fin del asfalto comienza el camino de herradura empedrado, restaurado en el año 1994 por los "margers" del Consell de Mallorca, que en zigzag nos lleva a la Cadireta del Bon Jesús, una silla tallada en la roca y con una cruz rallada en su respaldo, que según dice la tradición las mujeres embarazadas que se sienten en ella tendrán un parto fácil. Junto a ella está la Cova del Dimoni, un "avenc" o sima que se va estrechando mucho hacia el interior. A veinte metros por la derecha y oculto por la pared hay otra sima de complicado acceso.

El cruce que veremos por la izquierda, el Camí dels Ermitans, construido a principios del siglo XX es por el que regresamos más tarde.

En pocos minutos llegamos a la torre de defensa y al Santuario de la Virgen María del Puig, cuya construcción comenzó en 1348 para pedir la protección ante la epidemia de peste negra que asolaba Europa y que en Mallorca provocó la muerte del 20 por ciento de la población. En 1362 se instaló una pequeña comunidad de monjas de clausura y años después se añadieron las murallas y una torre de defensa. Debido al concilio de Trento (1545-1563) que prohibían a las monjas vivir en descampado, éstas fueron obligadas a abandonar éste lugar en 1564. Después de pasar por varias comunidades religiosas, actualmente es dirigido por la Obrería del Puig de María de Pollensa, que se encarga de su cuidado y mantenimiento ². Existe una hospedería compuesta por 12 celdas y un bar restaurante, por lo que el que no quiera llevar mochila puede comer allí. Dejo foto del teléfono de reservas y de lista de precios.

Pasamos bajo el arco de la torre defensiva y nos acercamos al Mirador del Molí Vell, desde el que se contemplan las mejores vistas sobre las dos bahías. Por desgracia este antiguo molino harinero de viento es irrecuperable.

Retrocedemos unos 20 metros y retomamos el Camí dels Ermitans en bajada, llegando en dos minutos al Avenc de la Mare de Deu, lugar donde según la tradición fue encontrada en el siglo XIV una imagen de la Virgen ³. Con una ligera bajada y otra subida enlazamos en el cruce del camino empedrado por el que regresamos a la carretera Ma-2200.

Por el lado derecho hay una estrecha senda que evita que toquemos el asfalto y por la que llegaremos a la Iglesia del Roser Vell. Construida en el siglo XIV, su aspecto actual es del siglo XIX y en ella se veneraba la Virgen del Rosario, conocida como la patrona de las batallas ². La construcción anexa es la casa del Donado, persona encargada de la conservación del templo.

Callejeando llegamos al convento de Santo Domingo, construido entre los siglos XVI y XVII, con su precioso claustro porticado. Hoy día alberga el Museo de Pollensa, nacido oficialmente en 1975 ².Pegado a este convento se halla la Iglesia de la Mare de Deu del Roser.

Al lado se hallan los jardines de Joan March, cedidos por la familia March al municipio y en la que se encuentra la torre gótica medieval que perteneció a la familia Desbrull, de la que se tiene conocimiento desde el siglo XIII. El cañón procede de una atalaya construida en el XVI en la Punta Dels Ferrers, en Cala Sant Vicent. Una estatua recuerda al héroe local Joan Mas, quien organizó la defensa de Pollensa ante el ataque del corsario otomano Dragut en 1550. Este hecho es rememorado cada 2 de agosto en las fiestas patronales con la batalla de moros y cristianos ².

Junto a la Plaza Mayor, lugar que hasta 1821 fue el cementerio desde la época medieval, está la Iglesia Parroquial de la Mare de Deu dels Angels, fundada en 1236 y que junto a amplios territorios del norte de Mallorca fueron entregadas por el rey Jaime I de Aragón a los Templarios por su ayuda en la conquista de Mallorca ².

La Plaza Vieja hasta la construcción de la Plaza Mayor en 1857 era el punto neurálgico de la población y hoy su casa más famosa, Can Llobera, es un museo público. En esta plaza de celebra cada 17 de enero la ancestral fiesta del Pi de Sant Antoni, de más de 20 metros, que una vez plantado y untado de jabón hay que treparlo para ganar el premio que es un gallo, símbolo de Pollensa ².

En la Plaza de la Almoina, de la limosna, con una fuente en su centro de 1827 y coronado por un gallo, se produjo el encuentro entre los pollensines y los corsarios de Dragut en la noche del 30 al 31 de mayo de 1550 que terminó con la victoria por parte de los cristianos ².

Después de pasar por la Iglesia de Monti-Sion y el Ayuntamiento llegamos al Carrer del Calvari, una larga escalinata de 365 escalones, uno por cada día del año, que a medida que se suben nos proporcionan buenas vistas.

En lo alto de todo está el oratorio del Calvario que si bien se construyó en el siglo XVIII, su aspecto corresponde a la reforma a la que fue sometido en los años setenta del pasado siglo. Continuando por su lado derecho a escasos metros se llega a un mirador con buenas vistas sobre la villa. Las grandes cruces de la bajada representan el Vía Crucis, en total las catorce estaciones de la pasión de Cristo.

La font del Lleó, inaugurada en 1813, fue la primera fuente pública que tubo la población; antes sus habitantes se abastecían de sus propios pozos y cisternas. Llamada en principio Fuente de los Ángeles, el hecho de que el agua saliera por la boca de un león de piedra, hizo que las gentes le diera el nombre de el león, topónimo que aún hoy conserva. Al otro lado de la calle se encuentra la Creu de Llavor, de estilo neogótico y del siglo XIX, que marca el inicio del camino del Calvario.

El Puente Romano del que se tiene constancia a partir de 1403, fue el único punto hasta el siglo XIX por el que se podía cruzar de manera segura el torrent de Sant Jordi. El que fuera construido por los romanos es puesto en duda por muchos historiadores y el nombre actual comenzó a utilizarse en el XIX. En cualquier caso, su imagen de postal es preciosa.

El último lugar por el que pasamos fue por el Oratorio de Sant Jordi, patrón de los caballeros y de la milicia, del siglo XVI y visitable en horario de misas. Cerca de él en la calle de la Roca se encuentra el Museo Dionís Bennàssar.

Ha sido una ruta fácil, apta para todos los públicos y que en su parte urbana se recorren callejuelas con sabor a medievo, por uno de los pueblos más bonitos de la isla. La derivación del Puig de María del GR 221 comienza en Pollença, ctra. Ma-2200, km 51,8 y finaliza en el Santuario de la Mare de Déu del Puig, con un na longitud de 2.096 m⁵.

Compañera de ruta: Marina.

Páginas consultadas y para saber más:

1.-https://dcvb.iec.cat/

2.-http://www.pollensa.com/es/

3.-https://caminsdepedra.conselldemallorca.cat/documents/995858/996357/itinerari_puig_maria_CAST.pdf/d4caa61c-e028-0adf-de0d-e29e75590a64?t=1537877573494

4.-https://www.ajpollenca.net/es/node/301

5.-https://caminsdepedra.conselldemallorca.cat/es/-/derivacio-puig-de-maria