PUIG DE N'ESCUDER, subida y circunvalación

La ruta “Puig de n’Escuder, subida y circunvalación”, tiene como objetivo coronar y circunvalar esta montaña, de 573 m de elevación, partiendo de Caimari, subiendo por el Camí de la Rota de Son Canta y bajando por el Camí dels Horts.

El punto de partida de este itinerario lo he situado en la Plaza Mayor de Caimari. Esta pequeña localidad es un “llogaret” perteneciente a Selva. Llegamos a este lugar por la carretera Ma-2130 que une Inca con Lluc. Dejamos aparcado nuestro coche en el aparcamiento público que hay al lado de la iglesia. Comenzamos a caminar por las calles Carrer de ses Tavernes, Carrer de l'Horitzó y salimos del pueblo por el Carrer de Sa Volta.

Enseguida vemos a nuestra derecha la desviación que conduce hasta el “Mirador de la quarta volta” y que tomamos, saltando por un “botador". Se trata de un bonito sendero que sube hasta una bifurcación señalizada con una estaca GR 221. Aquí tomamos el camino de la derecha. El de enfrente lo cogeremos de regreso. La pendiente ahora es más pronunciada y el camino va dibujando lazadas. En pocos minutos llegamos al Mirador, situado a 326 m de altitud. Se trata de un resalte rocoso que dispone de una barandilla de protección. Es un mirador panorámico que ofrece unas vistas excelentes de Caimari a nuestros pies, el Puig de Santa Magdalena, Selva, Inca, la bahía de Alcudia, etc.

Una vez que hemos disfrutado de este lugar regresamos hasta la bifurcación anterior, tomando el camino que ahora queda a nuestra derecha. Avanzamos unos cuantos metros en ligero descenso y alcanzamos la carretera Ma-2130. En este punto hay un “botador” y una barrera abierta. Traspasamos la barrera y seguimos por la carretera en sentido descendente. Al llegar a una curva cerrada, bajamos por un pequeño terraplén y enlazamos con el Camí Vell de Lluc. Tomamos este camino por nuestra derecha y continuamos en ligera subida hasta que más adelante nos encontramos con un botador frente a nosotros, por donde sigue el Camí Vell de Lluc, y una barrera cerrada a nuestra izquierda.

Detrás de esta barrera arranca el Camí de la Rota de Son Canta. Salvamos la barrera saltando la rejilla y continuamos por ese camino. Se trata de una ancha pista de tierra que va ganando altura rápidamente dibujando lazadas. Un poco más arriba pasamos al lado de una casa con alambrada perimetral y continuamos subiendo por los bancales de olivar que cubren la parte baja del Puig de n’Escuder. Al final de la subida encontramos una pared de piedra seca con rejilla, que ahora no saltamos, sinó que tomamos un sendero, poco visible, que sale a nuestra izquierda y que nos llevará a la cima del Puig de n’Escuder.

El sendero sube serpenteando, adentrándose en el bosque. En la subida se va aproximando a los acantilados del puig y pasa por encima de una pequeña pared de piedra, al parecer de origen islamico. Poco después alcanzamos la parte más peligrosa de la excursión. Primero descendemos unos metros por un tramo muy inclinado con un abismo a nuestra derecha, donde tenemos que hacer uso de las manos agarrándonos a la roca, a las ramas y a las plantas que tenemos a la izquierda.

Luego tras un tramo llano, donde el sendero se estrecha teniendo igualmente el abismo a nuestra derecha, subimos a un pequeño paso, que es una brecha en la roca. Al otro lado tenemos el Comellar des Horts que tiene una caída en picado por la derecha. Subimos por la izquierda por un terreno muy inclinado donde la roca es lisa y no tiene agarres, lo que nos obliga a extremar la precaución. Unos metros más arriba llegamos al origen de la vaguada y subimos por una roca lisa con la ayuda de unas ramas hasta alcanzar un paso con muy poco espacio para apoyar los pies.

Al otro lado tenemos un sendero que rodea la cumbre del Puig de n’Escuder. Tras una corta trepada alcanzamos la cima coronada con un gran hito y situada a 573 m de elevación. La cima nos ofrece unas vistas espectaculares, destacando al suroeste el Puig de sa Creu y el Comellar dels Horts y más al oeste el Puig de n'Ali y el Massanella, entre otros.

Una vez que hemos disfrutado de esta panorámica regresamos por el mismo itinerario hasta llegar a la pared de piedra seca con rejilla, que ahora sí que saltamos. Al otro lado hay un sendero que se adentra en el bosque del Pinaret dels Horts. Muy pronto este sendero desaparece, si bien se trata de ir descendiendo en dirección a la finca dels Horts que vemos abajo y al fondo. El terreno es muy inclinado y bastante pedregoso, pero no ofrece dificultad.

A medida que nos acercamos a las casas de Es Horts el camino se hace más evidente hasta convertirse en pista que desemboca en el Camí dels Horts. Antes hemos de salvar una barrera de madera cerrada. Tomamos ese camino por la izquierda en suave descenso, donde vemos también a la izquierda los terrenos de cultivo. Un poco más abajo vemos la Cova de sa Palla, que más bien es una gran balma. Seguimos descendiendo y dejamos a nuestra derecha el desvío que conduce al Pas de s’Herba Tendra.

Poco después traspasamos una barrera metálica que se abre y luego vemos a la derecha la Balma del Camí. Más abajo cruzamos el Torrent dels Horts, también llamado Torrent de sa Coveta Negra. Aquí el camino gira a la derecha para enlazar con la carretera Ma-2130. Caminamos unos metros por ella y nos desviamos por la izquierda para tomar el Carrer de Sa Volta hasta la desviación que conduce al “Mirador de la quarta volta”. Desde aquí ya solo nos queda recorrer el mismo camino que empleamos en la ida, pero en sentido inverso, hasta el punto de partida donde dejamos aparcado nuestro coche, dando por finalizada esta excursión.

Los componentes del grupo hemos sido: Salvador Gea y yo Juan González Blázquez como guía.

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