PUIG DE SES BRUIXES-PUIG DE S'ESCOLÀ

La ruta “Puig de ses Bruixes-Puig de s’Escolà” tiene como objetivo coronar la cima del Puig de ses Bruixes de 355 m de altitud, la cima del Puig d’en Claret de 378 m, ambos de la Sierra de Galdent, y la cima del vecino Puig de s’Escolà de 303 m.

El punto de partida de este itinerario lo he situado en el aparcamiento del Cementerio de Llucmajor, con capacidad para muchos coches. Llegamos a este lugar por la carretera-camino de Galdent que se encuentra a las afueras del pueblo, paralela a la carretera Ma-5010 que une Llucmajor y Algaida. Dejamos aparcados nuestros coches en este lugar y comenzamos a caminar en dirección norte, directamente hacia la Serra de Galdent por el referido Camí de Galdent. A los pocos metros dejamos a nuestra izquierda el caminal de Galdent. Manteniéndonos en el camino principal, un poco más adelante dejamos a mano derecha el camí de Buniferri y luego alcanzamos el Camí de Ferrutxelles.

Cogemos este camino por la derecha. Se trata de un agradable camino rural, bastante tranquilo, con algunas casas entre los árboles. Caminando por aquí, tenemos una buena vista abierta hacia nuestro primer objetivo, el Puig de Ses Bruixes. Es una montaña puntiaguda, que tiene forma de pirámide, visible desde buena parte de Llucmajor. Desde aquí abajo se nos antoja inaccesible, aunque luego comprobamos que estábamos equivocados. Poco después llegamos a una intersección de caminos. De frente continúa el Camí de Ferrutxelles y por él regresamos al final del recorrido. A la derecha tenemos el Camí de Son Marió, que obviamos y a la izquierda el Camí des Puig, que tomamos.

Avanzamos un rato por este camino que enseguida inicia una suave subida, hasta dar con un sendero que sale a nuestra derecha al lado de una pared seca que tiene un derrumbe. Este sendero va ganando altura rápidamente, entre los árboles, por un terreno muy inclinado y con mucha piedra suelta, que lo hace bastante resbaladizo. Tras una corta pero intensa subida llegamos a un collado situado entre dos paredes de roca, marcado con un hito. Aquí giramos a la derecha para emprender la subida entre grandes rocas hacia la cima del Puig de ses Bruixes. Por la izquierda seguiremos luego para dirigirnos al Puig d’en Claret.

Así pues nos enfilamos por la pared de roca de nuestra derecha. Vamos saltando de roca en roca, con algo de camino que hay entre ellas, hasta llegar sin excesiva dificultad, a la cima de esta enigmática montaña, el Puig de ses Bruixes (monte de las brujas), situada a 355 m de altitud. Desde este lugar observamos a todo nuestro alrededor unas vistas espectaculares. A nuestros pies queda Llucmajor y su costa, con la Isla de Cabrera delante. Podemos ver la enorme Bahía de Palma con la blanca ciudad de Palma, también los montes de Felanitx, las Montañas de Randa y casi toda la Sierra de Tramontana, la península de Formentor, la bahía de Alcudia, incluso las montañas de Artá.

Dice la leyenda que el nombre de esta montaña procede de las brujas que tiempo atrás habitaban en unas cuevas cercanas. Aquellas hechiceras a menudo hacían dolencias y fechorías a los habitantes de Algaida y Llucmajor. El Rey Jaime I decidió poner remedio a aquella situación. Fue acompañado por dos capellanes y un monaguillo, y plantaron una cruz grande en la cima para que las brujas huyeran del lugar. El monaguillo mientras tanto, muerto de miedo, se situó en un monte vecino, por eso se llama el “Puig de s 'Escolà” (monaguillo), al que luego subiremos. Desde entonces no han vuelto a aparecer las brujas.

Estamos situados en el extremo Este de la Sierra de Galdent, una cresta formada por el Puig de ses Bruixes, el Puig d'en Claret o de Rectoría y el más grande el Puig de Galdent de 420 m de elevación. Por esta cresta pasa la línea o linde divisoria de los términos municipales de Algaida y Llucmajor, de modo que el Puig de ses Bruixes pertenece a este último municipio y los otros dos al de Algaida. Después de disfrutar de la magnífica panorámica que nos ofrece este lugar regresamos, siguiendo nuestros pasos, hasta llegar al collado marcado con un hito. Ahora seguimos de frente por el camino que antes nos quedaba a nuestra izquierda.

Enseguida vemos a nuestra derecha el sendero por el que también se sube a esta cumbre. Luego nuestro camino se adentra otra vez en zona boscosa. Después de un tramo más o menos llano donde atravesamos una serie de cercados de pared de piedra en seco comienza a ascender hacia el Puig d’en Claret. Unos metros antes de llegar a esta cima nos encontramos con una bifurcación. Por la izquierda, se puede ir al Puig de Galdent, pasando primero por una brecha natural que por su forma se denomina Sa Potada des Gegant. Cuenta la leyenda popular que el corte se debe al dedo pequeño del pie de un gigante que tropezó mientras se apedreaba con otro gigante de la isla de Cabrera.

Obviamos esta desviación por no ser hoy nuestro objetivo y continuamos por el sendero de nuestra derecha. Pronto pasamos cerca de la cima del Puig d’en Claret, situada a 378 m. de altitud, a la que no accedemos ya que su cumbre está poblada por exuberante vegetación que dificulta el acceso y además impide tener una buena vista panorámica. Proseguimos por el mismo sendero que ahora inicia un largo descenso, por dentro de un espeso bosque de acebuches, pinos y carrizeras, y por un terreno muy inclinado con abundantes piedras sueltas.

Descendemos hasta el torrente, donde el camino llanea y luego nos encontramos con otra bifurcación. Por el sendero de la izquierda se sube al Puig de Galdent, que obviamos por haber sido objeto de otra excursión. Continuamos por la derecha por un sendero muy cubierto de carrizo. Poco a poco se va ensanchando hasta desembocar en el Camí de Son Roig, una pista de tierra que viene de Algaida y Son Roig. Tomamos este camino por nuestra derecha y proseguimos la marcha. Un poco más adelante vemos a nuestra izquierda un enorme estanque que recibe el agua de la cercana Font de Ferrutxelles.

Frente a este estanque, al otro lado del camino, sale la desviación para subir, por esta parte, al Puig de ses Bruixes. Unos metros más allá hay otra, igualmente a mano derecha, que posteriormente se une a la anterior. Poco después nuestro camino desemboca en el Camí Vell d’ Algaida, a la altura de una antigua cementera. Tomamos este camino por la izquierda y a los pocos metros sale por la derecha el camino que conduce a la cima del Puig de s’Escolà. Este camino, muy poco frecuentado, está bastante sucio de vegetación. El tramo final es muy inclinado y bastante resbaladizo. Al final de la subida encontraremos un roquedal liso que dificulta la llegada al punto más elevado.

El Puig de s’Escolà se encuentra entre el Puig de ses Bruixes, la carretera MA-5010 y el Puig de Son Reus, muy cerca de las posesiones de Son Saleta (Llucmajor) y Son Reus de Randa (Algaida), siendo la mayoría de la vertiente propiedad de esta última. Su cima está situada a 303 m de altitud y coronada por un pequeño hito. También ofrece unas vistas realmente espectaculares. Existe otra vía de acceso a esta cumbre, quizás algo más sencilla , que discurre por los restos de un camino, que sale también del Camí Vell d’ Algaida, más arriba a la altura de la Font de Son Reus. Esta fuente, tipo “qanat”, de origen medieval , es el más largo de Mallorca, unos 300 metros , y abastecia de agua a Llucmajor hasta mediados del siglo pasado.

Una vez que hemos disfrutado de las bellas vistas regresamos por el mismo camino hasta enlazar con el Camí Vell d’Algaida, que ahora tomamos por nuestra izquierda. Recorremos este camino hasta encontrarnos con el Camí de Ferrutxelles, que tomamos por nuestra derecha, hasta cruzarnos con el Camí des Puig. Aquí cerramos el círculo de esta ruta y ya solo nos queda regresar al punto de partida por el mismo itinerario, pero en sentido inverso, dando por finalizada esta interesante excursión matinal.

Los componentes del grupo hemos sido: GRUPO GMMHIIB y yo Juan González Blázquez como guía.

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