PUIG DES CASTELL por Monnàber

Nuestro objetivo con la excursión de hoy es alcanzar la cima del Puig des Castell, de 549 m. de altitud, partiendo de las inmediaciones de la capilla de Sant Miquel. Es una subida que no es muy larga pero si es intensa. El recorrido es poco transitado y desde la cima, una de las más singulares, podemos observar unas vistas privilegiadas y muy abiertas.

Dejamos aparcado nuestro vehículo cerca de la capilla de Sant Miquel y comenzamos a caminar en dirección al Camí Blanc que lo tomamos por nuestra derecha, camino asfaltado que discurre paralelo al torrente Sant Miquel. A los pocos minutos lo abandonamos girando a la derecha para tomar el camino, también asfaltado, que lleva a la antigua posesión de Monnáber Vell.

Desde el camino vemos las casas de Monnáber Nou, dedicadas al agroturismo, y su conjunto de noria y molino de viento. Un poco más adelante dejamos a nuestra izquierda Monnáber Vell, también dedicada al agroturismo, y aquí finaliza el camino asfaltado para dar paso a una pista de tierra, que comienza a ascender ligeramente.

A los pocos metros vemos a nuestra izquierda una torre, bien conservada, que al parecer servía para emitir señales telegráficas durante la Guerra Civil.

La pista de tierra termina en el torrente d’en Carros. Primero pasamos una barrera abierta y al poco de caminar por el torrente nos encontramos con el ojo del puente que soporta el camino de sa Plana, cerrado con una barrera que se abre.

Cruzamos por esta barrera y a los pocos metros abandonamos el cauce del torrente y giramos a nuestra izquierda para tomar un camino de herradura, señalizado con un poste con la indicación “Penya d’es Migdia”. Este camino nos llevará hasta la cima del Puig des Castell.

Comenzamos subiendo una pendiente muy pronunciada, que poco a poco se va adentrando en zona boscosa. El camino está muy bien señalizado, con suficientes hitos y con estacas de madera con pintura azul que nos indican por donde tenemos que seguir.

En algunos tramos encontramos coll de tordos, con los típicos aparejos que estos cazadores dejan abandonados.

Alcanzamos la cota 414 y vemos una especie de mirador natural, desde el que ya podemos ver buenas vistas del valle. Continuamos subiendo y el terreno se vuelve más pedregoso y quizás sea la parte más dura de la excursión.

El camino asciende entre grietas y pasos y sube por la cresta hacia un pinar. Así llegamos hasta la cima, situada a 549 metros de altitud, la identificamos por un gran hito. Las vistas desde allí arriba son de primer orden.

Desde la cima, iniciamos el descenso hacia el punto de partida siguiendo la misma ruta.

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