Puig Sobira y Roca de Canalda 12 km 750 m~

Inició esta excursión desde el km 34,500 de la ctra. L-401, dejando el vehículo junto al camino de la Borda, unos carteles de prohibición al tráfico rodado con motor, me hace desistir de aparcar cerca de esa casa, los vecinos y el Ayuntamiento han decidido que esto sea así, me resigno, pero son sus tierras, yo para ellos, puedo llegar a ser persona hostil, subo por el camino y en la siguiente intersección, giro a la derecha, buscando un sendero que me permita seguir ascendiendo, localizo algo similar, una senda pedregosa y muy vertical que me llevara por encima de un despeñadero, hasta encontrar otro sendero que sin mucho esfuerzo me ayude a conseguir cotas, este sendero termina en una pista forestal que desaparecerá, dejándome cerca de la cima, y por la ladera de la montaña llego al Sobira, bosque limpio, sin arbustos que te incomoden la progresión , veo el vértice geodésico camuflado entre los pinos , se por otras rutas, que este puig es de doble cima, esta es la occidental de 1923 m de altura, siguiendo un rastro de fitas llegó a la cima oriental de 1934 m, la veo con un indicador metálico de unos dos metros de alto y con un grabado de la iglesia del pueblecito de Canalda, lo instalaron en el 2018, durante la fiesta Mayor, estas cimas, son las cumbres de la sierra de Querol, desde las cuales se pueden admirar varias sierras, como las del Port del Compte, la de Busa o el Cadi, como desciendo de ellas, las dos están rodeadas de laderas boscosas , verticales, algunas impracticables, voy solo y no correré riesgos, vuelvo por el sendero de fitas al final del cual encuentro una cómoda pista, transitable para vehículos, por la que desciendo hasta una pronunciada curva, donde veo unas piedras de color verde, por sendero llego a la Collada de les Credes, a partir de ahora, el terreno se vuelve escarpado y son de gran ayuda los bastones, de nuevo en una pista, ando entre altas paredes y como en las buenas comidas lo mejor lo disfruto al final, por una senda bordeo la roca de Canalda, una cinglera de paredes monumentales formadas de conglomerados grises, anaranjados, con múltiples oquedades de todos los tamaños, todas estas paredes de cantos rodados, soldadas fuertemente con arcillas y sílices, formadas por los cauces de torrenciales de ríos, mas tarde fueron el lecho, durante millones de años de un fondo marino y que con la última orogénesis alpina, o algún otro cataclismo, las placas tectónicas se desplazaron y al chocar formaron gigantescos repliegues, la erosión del agua y los hielos, también el viento, formaron esas cavidades, colosales paneles de abejas, alvéolos cóncavos y profundos, tafones de todos los tamaños, ilusionado como un niño con zapatos nuevos, subo todos los pequeños corriols, que ascienden a la base de la pared, encontrando muchas veces pequeñas balmas, coronar El Sobira una cima del listado de los 100 cims de la Feec, como todas las cimas, de todos los listados que realizo, me da la oportunidad de conocer esta tierra catalana, la mia de nacimiento y la de todos los que quieren disfrutar de ella, dejo la pista bajo aquellos muros pétreos que parecen detener el tiempo observándome, soy un intruso y los rebecos ya empiezan a escamarse, saldrán huyendo antes que llegue el humano, los buitres, drones milenarios, también dan cuenta del extraño, el primer senderillo corto, me lleva a una balma la Espluga Plana, observo en el suelo como una sustancia negra, que me hace pensar en el guano de los murciélagos, vuelvo a la senda principal , a pocos metros otro senderillo me lleva a la base de la pared, cruzo entre los boj, unos pasos estrechos y me encuentro con la instalación de una cuerda fija y reseca por el sol, pende por una rampa muy inclinada que llega hasta un resalte, donde por la izquierda continua un cable de acero en horizontal, marcho del lugar, sin intentarlo, la tentación es grande, …es lo que debo hacer, marchar, las cuevas de los Moros, son tres cavidades, los últimos habitáculos de los árabes antes de marchar del Solsones, esta ruta se ha convertido en un sube y baja a la pared, de nuevo en la base visitando mas cuevas que fueron usadas como viviendas, llego a un callejón sin salida, donde continuar sería muy difícil, la pared corta de repente, muy vertical y retorno al sendero para explorar la Espluga Malera, un conjunto de balmas con sus bocas circulares y los techos negros del humo de las hogueras, como las otras estuvieron habitadas, continuo la ruta hasta una baliza de madera, que me anuncia, que estoy en el Didet, sobre mi cabeza, se alza una gruesa aguja ligeramente apoyada en la pared, la veo mejor a medida que me alejo, ahora me toca caminar por un sombrío sendero rodeado de boj, cuando llego a unas ruinas de lo que fue Cal Andreu, una casa dentro de una larga balma, Ca la Rita es un conjunto de casas adosadas, con techo, estuvieron habitadas hasta los años 60, por una mujer, la Rita, voy terminando el recorrido por el pie de la pared, aun visitare algunas Balmas de la Canalda, el maravilloso país de los trumfos.