Puigpunyent, Font de sa Coma, fesa de Na Costitxa y casas de Muntanya.

El principal objetivo que queríamos conseguir hoy era atravesar la Fesa de na Costitxa, Brecha de la Costitxa, una separación natural del terreno que al principio no parece nada pero que a medida que se va adentrando en ella y ver las altas paredes te hacen sentir muy pequeño; ya por sí sola mereció la caminata de hoy.

Arrancamos en la plaza del Ayuntamiento con una rápida visita al Pou Nou, situado dentro del territorio conocido como es Camp Franc, del siglo XIX y restaurado en 1982. La estructura es en forma de capilla cubierta por una cúpula de piedra seca, con un paretón con hilada de piedra viva en la parte frontal para sacar agua¹.

Callejeando vamos saliendo de la localidad y pasamos cerca del molí de Son Nét, del que se aprecia el muro que sustenta el canal de agua y acaba en el cubo del molino; su antigua función de ve algo desvirtuada por la actual vivienda adosada a sus muros.

Al final de la calle cortada de Sa Vinya se pasa entre dos columnas y se continúa durante unos metros por un camino estrecho con rejillas a ambos lados hasta llegar al torrente de Sa Riera, uno de los más conocidos en la capital balear. El curso tiene un recorrido de 23,5 km de longitud y 59,5 km² de superficie de cuenca.

En nada conectamos con el Camí de la Vall de Sagranasa, desviándonos en el primer cruce y comenzando la subida por el asfalto hasta abandonarlo por la izquierda y dirigir nuestros pasos al Coll d'es Senyors, reconocible por su caseta con porche abierto con banco de piedra que invita a descansar.

Lo bordeamos hacia el derecha continuando por una senda clara. Tras pasar una carbonera con su caseta, por la izquierda en bajada, sale el camino por el que llegar a la Font de Sa Coma, la más importante y conocida del municipio, que no recomiendo visitar para los que tengan vértigo.

Antiguamente servía como motor a cuatro molinos y hoy es la que abastece principalmente de agua al pueblo², motivo que hace que su acceso esté cerrado con rejas. De las dos acequias enterradas que salen de ella, una va al estanque que se ve más adelante que sirve para regar los huertos de la propia finca.

Un punto importante en nuestro camino es el horno de cal que encontramos por la derecha y por el que debemos de comenzar a subir por el lecho del torrente siguiendo los hitos, hasta llegar prácticamente a su final en una pared rocosa, desviándonos unos metros antes por la izquierda.

A partir de ahí hay que hacer un giro de 90° a la izquierda y no seguir los hitos que en subida nos llevan hacia la pared de piedras por la que luego pasaremos.

La brecha o Fesa de Na Costitxa es un profundo tajo en la montaña que no supera los cuatro metros de ancho, a modo de estrecho desfiladero. Se puede recorrer hasta el final y salir de ella por la izquierda realizando una pequeña trepada. Las fotografías no hacen justicia de lo imponente que realmente es.

Al salir de ella giramos casi 180° siguiendo los hitos para cruzar una pared de piedras por un derrumbe que tiene, y a unos doscientos metros proseguimos por un camino de carro ancho, llegando a un rellano en un collado en el que giramos a la izquierda para ir al Corral de Ses Cabres. Antes pasamos junto a un coll de tords y un viejo vehículo abandonado.

El corral, pegado a unas peñas, da idea del ingenio humano para cerrar a los animales construido con una pared que en su parte alta presenta una hilera de piedras salidas hacia el exterior de la cara interna para evitar que el ganado la salte.

Seguimos por camino de carro dejando por la derecha otro camino de carro y un horno de cal hasta tener a tiro de piedra las casas de Muntanya, las más importantes de esta zona aparte de las de Son Forteza, aunque antes de llegar a ellas nos fuimos a buscar la Font de Muntanya³ a la que encontramos seca. El agua de la fuente era conducido por un canal de teja sobre una pared hasta un estanque de 50m³ que está detrás de la casa y que daba agua a la almazara.

En una de las esquinas del tejado aún queda en pie el reloj solar. La almazara presenta un buen estado de conservación, así cmo su piedra de prensar y las maderas del armazón; en cambio el tejado que se está cayendo. Sobre el alfarje, parte plana sobre la que el rulo rodaba y prensaba las aceitunas, habían unas "esperdanyes de roda alta", alpargatas de rueda alta, (foto 5 del waypoint 21) y que por lo que he podido averiguar eran aquellas a las que se les colocaba una suela de rueda de vehículo, indestructibles; había varias por el suelo. Algo retirado se encuentra sa Carbonera o almacén de carbón, donde el señor de Son Fortesa guardaba la parte que le correspondía del acuerdo que hacía con los carboneros.

Ahora todo es seguir el GR 221 y por la derecha nos aparece la Font de s'Albelló, oculta entre el culantrillo y el mimbre, con la pila donde cae el agua engullida por la concreción calcárea⁴. Por la izquierda vemos la Teulera Vella, en ruinas, y utilizada actualmente para el cobijo del ganado y que fue cerrada en 1947. Estaba destinada a fabricar tejas y baldosas. El canal del exterior en su parte más ancha hacía las función de abrevar al ganado y abastecía al tejar. Con la canaleta a nuestra derecha se llega a un pequeño rellano del camino donde antiguamente sobre una roca, se encontraba la Creu de s'Ermitá, en recuerdo de la muerte del ermitaño Josep de Sant Antoni, natural de Sant Joan, despeñado en ese lugar el 2 de abril 1740. De la cruz de hierro sólo queda la base, que es de marés. El ermitaño iba a escuchar misa a Puigpunyent antes del amanecer, con la oscuridad, y no acertó con el camino.

Desde esa misma roca se puede bajar a ver la Font de Sa Replegada o de la Creu de s'Ermitá⁵, siguiendo como referencia el gigante platanero de sombra que hay en el fondo del torrente. Es un lugar muy tranquilo con una gran piedra plana a modo de mesa. La fuente de halla entubada con dos tubos negros. Hay que prestar especial atención al agujero semi cubierto con ramas frente a la fuente que tiene una caída de cuatro metros. Era junto con la Font de s'Albelló y la Font de s'Aritja la que llenaba el gran estanque de Son Forteza y que veremos por nuestra derecha en bajada. Con esa agua almacenada se regaban los huertos y se hacía mover un molino.

Ya en 1450 se encuentra documentada la posesión de Son Fortesa en propiedad de Berenguer de Tagamanent, de quien pasó a sus herederos, apellidados Zaforteza-Tagamanent. En 1990 era de Felipe de Villalonga y Carpintero de Puigdorfila. En 1863, tenía 842 cuarteradas. En verano de 1990 estuvieron allí los príncipes de Gales, Carlos y Diana.

Una larga hilera de plátanos de sombra (Platanus orientalis) nos acompañan hasta alejarnos de las casas. Por nuestra derecha hay una construcción que se cree que pudiera ser el Graner del Delme o Granero del Diezmo, un elemento de la sociedad feudal. Hay uno muy parecido a éste antes de llegar a las casas de Galatzó y otro en Son Brondo, Valldemossa. Allí se guardaba el diezmo o la décima parte del grano de la cosecha que le tocaba al señor noble, al estado o a la iglesia.

Hasta el Ayuntamiento queda un corto paseo donde finalizamos la etapa.

Compañero de ruta, Tolo Frau.




Páginas consultadas y para saber más:

1.-https://www.ajpuigpunyent.net/es/node/2621

2.-https://sites.google.com/view/fontsdetramuntana/tramuntana/puigpunyent/font-de-sa-coma

3.-https://sites.google.com/view/fontsdetramuntana/tramuntana/puigpunyent/font-de-muntanya

4.-https://sites.google.com/view/fontsdetramuntana/tramuntana/puigpunyent/font-de-salbell%C3%B3

5.-https://sites.google.com/view/fontsdetramuntana/tramuntana/puigpunyent/font-de-sa-replegada

6.- Para la localización de algunos puntos de la ruta se ha utilizado la aplicación UTM Geo Map.