Pujalt-Malacara-Pujalt

En esta ocasión haremos un circuito, con salida i llegada desde Pujalt (el nombre deriva de Puig Alt), comarca de la Anoia pero tocando con la Segarra, a 773 m.alt.
Salimos del pueblo por la calle del call en dirección a la Ceriola, con el núcleo de Can Mallol y Cal Vergues, para llegar pasamos entre campos de cultivo y pequeños bosques al final de una cresta con amplia perspectiva, a la gran casa de Malacara, que pertenece a Estaràs, ya en la Segarra.
Del castillo de Malacara, documentado desde el año1069 con el nombre de Kara Mala, no queda ningún vestigio, fue destruido en el año 1616 por el Duque de Alburquerque, virrey de Cataluña, porque era un escondrijo de ladrones y bandoleros. Según uno de sus soldados derribaron hasta sus cimientos.
Las diferentes reformas realizadas con el paso de los años lo han convertido en una casa señorial.
Al lado de la casa señorial hay los restos de casas que habían formado el núcleo de Malacara (en el año 1970 todavía Vivian 10 habitantes) hoy en día todas las casas están en ruinas, presididas por el antiguo castillo y la iglesia de Santa María adosada a la casa señorial. En el interior, una imagen de la Mare de Déu de Malacara cedida por las mongas trinitarias de Madrid (la anterior fue quema en la guerra civil) a la que se le cambio el nombre por Mare-Cara (madre amada).

Bajamos por una pista que en unos dos kilómetros nos acerca a el pueblo de Ferran, entidad del municipio de Estarás, donde se adivinan los restos de lo que debía ser el castillo de Ferran. Sin entrar al pueblo un camino recto con ligera subida y que parece inacabable, nos va acercando a Pujalt.
Muchos recuerdan a Pujalt por el conocido Observatorio de meteorología y astronomía fundado en el 2003 y por el centro de interpretación, memorial y museo de la Base de instrucción militar del ejército popular de 1938. Pero en época medieval el pueblo estaba amurallado, quedan restos de las mismas en las calles Major y del Call y especialmente al lado de la capilla de la Concepción. Las calles estrechas e irregulares conservan su encanto formando un conjunto armónico que ofrece un agradable paseo