Pujayo-Pico Obios-Pujayo. (PN Saja-Besaya-Sierra de la Rasía-Cantabria)
near Pujayo, Cantabria (España)
Viewed 225 times, downloaded 0 times
Trail photos
Itinerary description
ITINERARIO:
Pujayo-El Cueto-Fuente de Los Cantones-Los Cantones-Collado Campo Obios-Pico Obios-La Collada-Hayedo Vaocerezo-Las Llamas Braña cerrada-Pista de Las Llamas-Hayedo de Vaocerezo-Los Pandíos-El Cueto-Pujayo.
29/12/2023
Compañero: Fernando Villalba
Distancia: 15,03km
Altitud mínima: 419m
Altitud máxima: 1.227m
Desnivel total: 793m
Tiempo Total: 5:15 H
Tiempo en mov: 3:50 H
Cualquier ruta que haga la puede hacer cualquier persona con un mínimo de preparación física, una cierta experiencia en entornos naturales, y sobre todo utilizando el material adecuado: botas, palos, gorro, agua, etc. A continuación unas preguntas que normalmente me hago cuando estudio una ruta:
¿ES DIFICIL DE REALIZAR?
Pues no. En mi opinión, se puede hacer facilmente, teniendo en cuenta el desnivel de la ruta y los kilómetros recorridos.
¿HAY ZONAS AÉREAS?
Ninguna.
¿Es difícil de seguir esta ruta? No.
¿QUÉ SE PUEDE VER ?
Viaductos de la autovía del Cantábrico (sí, estamos empezando fuerte, con un toque moderno). Agudos y Navajos saludan desde la distancia, como señalando el camino hacia lo desconocido. Y aquí está, como un jefe, Picos al fondo, haciendo alarde de su grandeza. Ropero, La Concilla y Peña Sagra se revelan en todo su esplendor. ¡Pero espera, hay más! Cordel, Liguardi nos llevan hacia las Cumbres de Campoo y Cildá. Pico Jano, Picón del Fraile, y el coloso Castro Valnera. ¡Imponente! Como si el paisaje te estuviera diciendo: "¿Lo ves? Aquí hay algo para todos".
ENLACE MAS FOTOS.
https://www.amazon.es/photos/share/kAXj1k4z9vG42qAVp2RwD15b4MLFDHSS7UWCLRU6Iwj
DESCRIPCÓN DE LA RUTA.
Bueno, aquí estamos, hablando de una marcha que suena a aventura sin demasiados rodeos técnicos. Si buscas emociones fuertes, aquí no las encontrarás; más bien, prepárate para una travesía tranquila, de esas que te permiten disfrutar del aire fresco y la naturaleza sin que tu GPS se vuelva loco.
La ruta es como un menú variado: pistas, senderos, brañas cómodas (sí, sí, esas zonas donde tus pies se sienten como en casa), praderas verdes que harían envidiar al mismísimo Shrek, y de vez en cuando, unas trochas de ganado que te hacen sentirte parte del rebaño.
La distancia a recorrer no es para novatos, pero tampoco estamos hablando de una ultra maratón de montaña. Más o menos 15 kilómetros y unos 800 metros de desnivel acumulado tanto en el sube y baja. ¿El truco? Bueno, depende de cómo te sientas ese día, de tu estado de ánimo y, por supuesto, de cuántas barras de cereales lleves contigo.
La señalización de esta ruta es bastante buena, es como tener a un guía invisible: marcas de pintura, carteles que te dicen "sí, amigo, vas por el buen camino". Incluso si tienes la orientación de una patata, es difícil perderse.
Ah, y la subida, esa parte que muchos temen. Sí, salva un desnivel considerable, pero tranquilo, no te va a hacer sudar más de la cuenta. O eso dicen. Todo depende de la forma física de cada uno. Si eres de los que suben las escaleras corriendo, ni te enterarás. Si eres más del estilo "vamos a tomárnoslo con calma", tampoco pasa nada, la montaña no tiene prisa.
Así que, en resumen, esta marcha es como ese amigo que siempre está ahí, sin grandes pretensiones, pero con la garantía de que pasarás un buen rato. Sin dramas, sin malabares, solo tú, tus botas y la montaña. ¡A disfrutar!
Ahí estábamos, en Pujayo, con el cielo amenazante y un frío que ni el abrazo del jefe podría igualar. Pero nada de eso nos detendría en nuestra marcha hacia el pico Obios. La plaza del pueblo nos recibía en penumbra, con las casas de piedra mirándonos como si supieran que estábamos a punto de embarcarnos en una aventura.
Aparcamos el coche con la destreza de un conductor de rally en la plaza de este pueblecito encantador de Campoo. La predicción del tiempo no nos intimidó, y aunque el nublado nos acechaba, sabíamos que la lluvia respetaría nuestro compromiso senderista al menos hasta la tarde.
Nuestro punto de partida: la pista de hormigón que se extendía hacia la izquierda, una señal de que estábamos en la dirección correcta. El Cueto se presentaba ante nosotros, y nosotros, sin pensarlo demasiado, tomamos el camino a la derecha en un desvío marcado, siguiendo la llamada de la Sierra de la Rasia.
Con cada paso, el valle se desplegaba ante nuestros ojos, y la pista de ascenso nos guiaba hacia el horizonte. Fuente de los Cantones apareció como un oasis, con un bebedero que nos invitaba a reponer fuerzas mientras disfrutábamos de la vista del imponente Obios.
Pujayo y Bárcena de Pié de Concha se mostraban ante nosotros, y el sendero nos llevaba al Collado campos de Obios. Ahí estábamos, conquistando la Sierra de la Rasía, girando hacia el sur con la seguridad de un montañero experimentado. La pista de subida nos regalaba panorámicas impresionantes, y una senda a la izquierda nos llevó a un encuentro inesperado: un caballo que, más preocupado por salir guapo en la foto de Nando que por el sendero, se mojaba los labios con estilo.
Llegamos al Casetón del Obios y, finalmente, al Pico Obios. La cima nos acogía con vientos frescos y la satisfacción de haber alcanzado nuestro objetivo. Pero la montaña es caprichosa, y la Collada nos recibió con un descenso que desafiaba nuestros músculos y nos recordaba que la aventura no había terminado.
La niebla se sumaba al paisaje, pero los hitos en roca nos guiaban como faros en la tormenta. Nos aventuramos fuera del sendero, ascendiendo a la izquierda en una intersección tras otra. El Hayedo Vaocerezo nos envolvía con su magia, y la Braña Cerrada se reveló como un secreto bien guardado.
Al saltar el cierre de la Braña, descubrimos un atajo que nos ahorraría más de 800 metros de camino. ¡Viva la improvisación! Tomamos la pista/senda frente al túnel de Montabliz Norte, atravesando el Hayedo de Vaocerezo.
Y así, llegamos a Los Pandíos, nuestro punto de retorno. La narración de esta ruta circular al pico Obios desde Pujayo no puede capturar completamente la majestuosidad del paisaje, pero cada hito, cada paso, nos recordó que no hay nada como perderse en la naturaleza para encontrar la verdadera esencia de la aventura. ¡Hasta la próxima, montañas!
Pujayo-El Cueto-Fuente de Los Cantones-Los Cantones-Collado Campo Obios-Pico Obios-La Collada-Hayedo Vaocerezo-Las Llamas Braña cerrada-Pista de Las Llamas-Hayedo de Vaocerezo-Los Pandíos-El Cueto-Pujayo.
29/12/2023
Compañero: Fernando Villalba
Distancia: 15,03km
Altitud mínima: 419m
Altitud máxima: 1.227m
Desnivel total: 793m
Tiempo Total: 5:15 H
Tiempo en mov: 3:50 H
Cualquier ruta que haga la puede hacer cualquier persona con un mínimo de preparación física, una cierta experiencia en entornos naturales, y sobre todo utilizando el material adecuado: botas, palos, gorro, agua, etc. A continuación unas preguntas que normalmente me hago cuando estudio una ruta:
¿ES DIFICIL DE REALIZAR?
Pues no. En mi opinión, se puede hacer facilmente, teniendo en cuenta el desnivel de la ruta y los kilómetros recorridos.
¿HAY ZONAS AÉREAS?
Ninguna.
¿Es difícil de seguir esta ruta? No.
¿QUÉ SE PUEDE VER ?
Viaductos de la autovía del Cantábrico (sí, estamos empezando fuerte, con un toque moderno). Agudos y Navajos saludan desde la distancia, como señalando el camino hacia lo desconocido. Y aquí está, como un jefe, Picos al fondo, haciendo alarde de su grandeza. Ropero, La Concilla y Peña Sagra se revelan en todo su esplendor. ¡Pero espera, hay más! Cordel, Liguardi nos llevan hacia las Cumbres de Campoo y Cildá. Pico Jano, Picón del Fraile, y el coloso Castro Valnera. ¡Imponente! Como si el paisaje te estuviera diciendo: "¿Lo ves? Aquí hay algo para todos".
ENLACE MAS FOTOS.
https://www.amazon.es/photos/share/kAXj1k4z9vG42qAVp2RwD15b4MLFDHSS7UWCLRU6Iwj
DESCRIPCÓN DE LA RUTA.
Bueno, aquí estamos, hablando de una marcha que suena a aventura sin demasiados rodeos técnicos. Si buscas emociones fuertes, aquí no las encontrarás; más bien, prepárate para una travesía tranquila, de esas que te permiten disfrutar del aire fresco y la naturaleza sin que tu GPS se vuelva loco.
La ruta es como un menú variado: pistas, senderos, brañas cómodas (sí, sí, esas zonas donde tus pies se sienten como en casa), praderas verdes que harían envidiar al mismísimo Shrek, y de vez en cuando, unas trochas de ganado que te hacen sentirte parte del rebaño.
La distancia a recorrer no es para novatos, pero tampoco estamos hablando de una ultra maratón de montaña. Más o menos 15 kilómetros y unos 800 metros de desnivel acumulado tanto en el sube y baja. ¿El truco? Bueno, depende de cómo te sientas ese día, de tu estado de ánimo y, por supuesto, de cuántas barras de cereales lleves contigo.
La señalización de esta ruta es bastante buena, es como tener a un guía invisible: marcas de pintura, carteles que te dicen "sí, amigo, vas por el buen camino". Incluso si tienes la orientación de una patata, es difícil perderse.
Ah, y la subida, esa parte que muchos temen. Sí, salva un desnivel considerable, pero tranquilo, no te va a hacer sudar más de la cuenta. O eso dicen. Todo depende de la forma física de cada uno. Si eres de los que suben las escaleras corriendo, ni te enterarás. Si eres más del estilo "vamos a tomárnoslo con calma", tampoco pasa nada, la montaña no tiene prisa.
Así que, en resumen, esta marcha es como ese amigo que siempre está ahí, sin grandes pretensiones, pero con la garantía de que pasarás un buen rato. Sin dramas, sin malabares, solo tú, tus botas y la montaña. ¡A disfrutar!
Ahí estábamos, en Pujayo, con el cielo amenazante y un frío que ni el abrazo del jefe podría igualar. Pero nada de eso nos detendría en nuestra marcha hacia el pico Obios. La plaza del pueblo nos recibía en penumbra, con las casas de piedra mirándonos como si supieran que estábamos a punto de embarcarnos en una aventura.
Aparcamos el coche con la destreza de un conductor de rally en la plaza de este pueblecito encantador de Campoo. La predicción del tiempo no nos intimidó, y aunque el nublado nos acechaba, sabíamos que la lluvia respetaría nuestro compromiso senderista al menos hasta la tarde.
Nuestro punto de partida: la pista de hormigón que se extendía hacia la izquierda, una señal de que estábamos en la dirección correcta. El Cueto se presentaba ante nosotros, y nosotros, sin pensarlo demasiado, tomamos el camino a la derecha en un desvío marcado, siguiendo la llamada de la Sierra de la Rasia.
Con cada paso, el valle se desplegaba ante nuestros ojos, y la pista de ascenso nos guiaba hacia el horizonte. Fuente de los Cantones apareció como un oasis, con un bebedero que nos invitaba a reponer fuerzas mientras disfrutábamos de la vista del imponente Obios.
Pujayo y Bárcena de Pié de Concha se mostraban ante nosotros, y el sendero nos llevaba al Collado campos de Obios. Ahí estábamos, conquistando la Sierra de la Rasía, girando hacia el sur con la seguridad de un montañero experimentado. La pista de subida nos regalaba panorámicas impresionantes, y una senda a la izquierda nos llevó a un encuentro inesperado: un caballo que, más preocupado por salir guapo en la foto de Nando que por el sendero, se mojaba los labios con estilo.
Llegamos al Casetón del Obios y, finalmente, al Pico Obios. La cima nos acogía con vientos frescos y la satisfacción de haber alcanzado nuestro objetivo. Pero la montaña es caprichosa, y la Collada nos recibió con un descenso que desafiaba nuestros músculos y nos recordaba que la aventura no había terminado.
La niebla se sumaba al paisaje, pero los hitos en roca nos guiaban como faros en la tormenta. Nos aventuramos fuera del sendero, ascendiendo a la izquierda en una intersección tras otra. El Hayedo Vaocerezo nos envolvía con su magia, y la Braña Cerrada se reveló como un secreto bien guardado.
Al saltar el cierre de la Braña, descubrimos un atajo que nos ahorraría más de 800 metros de camino. ¡Viva la improvisación! Tomamos la pista/senda frente al túnel de Montabliz Norte, atravesando el Hayedo de Vaocerezo.
Y así, llegamos a Los Pandíos, nuestro punto de retorno. La narración de esta ruta circular al pico Obios desde Pujayo no puede capturar completamente la majestuosidad del paisaje, pero cada hito, cada paso, nos recordó que no hay nada como perderse en la naturaleza para encontrar la verdadera esencia de la aventura. ¡Hasta la próxima, montañas!
Waypoints
Mountain pass
3,416 ft
SIERRA DE LA RASÍA. Alcanzamos la Sierra y giramos hacia el SUR (Izquierda). Vista panorámica de la pista de subida
Panorama
3,807 ft
LA COLLADA. Descendemos por la Collada. Se ha ido nublando la mañana y se ha puesto fría
Mountain pass
2,932 ft
BRAÑA CERRADA.
Aquí se alcanza el fin de esta zona de cresterío salteada por preciosas brañas.
Intersection
2,903 ft
Al saltar el cierre de la Braña encuentras paso hacia la senda de vuelta, te permite ahorra mas de 800m de camino.
You can add a comment or review this trail
Comments