Punta Redona desde Corbera

Desde el pueblo de Corbera d’Ebre, si miras hacia el sur está la sierra de Cavalls, en lo más alto, lo veras sin pones un poco de voluntad , hay una cruz y junto a ella distinguirás una pequeña pilastra, es Punta Redona la cima del listado de la Feec que ascendemos hoy, para iniciarla te desplazas a la ermita de Santa Madrona de fachadas blancas, construcción moderna, con área de recreo y picnic junto a ella, comenzamos a subir por sendero pedregoso la falda que ha formado un barranco de aguas intermitentes, superadas las primeras cotas tomamos momentáneamente la pista de Salvaterres, para desviarnos a los pocos metros siguiendo el Gr 171.3 por un sendero que zigzaguea muy vertical hacia la cima, en esta nuestro enemigo del día nos juega una mala pasada, El Cierzo ese fuerte viento, frio y seco, que se forma por el valle del Ebro cuando hay bajas presiones, una borrasca por ejemplo, en el Mediterráneo, facilita un canal desde el Cantábrico, ese viento nos da una desapacible bienvenida con ráfagas de 60 km/h, situación un tanto peligrosa aunque en otro tiempo, hace algunos años, el peligro venia en forma de ráfagas de metralla, estas montañas de la Terra Alta, sufrieron las batallas, crueles batallas bañadas en la sangre que originaron los ejércitos sublevados, aquí invasores de la Guerra Civil Española, una alta cruz conmemora estas efemérides y a los que perdieron sus vidas, pero al mirar el horizonte ves Corbera y te imaginas un pequeño pueblo de gente trabajadora, bombardeado durante cuatro días por unos aviones enemigos y extranjeros, como fue la Legión Cóndor alemana, aliada de los franquistas, más de la mitad del pueblo quedo convertido en escombros, en la cima esta el vértice geodésico, por toda la cresta hemos visto restos de aquellas contiendas, trincheras, nidos de ametralladoras , pero en un rincón podremos recordar a Roland joven fallecido, su busto lo colocaron allí sus amigos, el descenso lo realizamos buscando la pista del GR y después, siempre por senderos bien fresados cruzamos la Sierra de Madrona para volver a l ermita por una pequeña cueva, hemos andado juntos, Belén, Quimrio y Julián.