Purche- Collado del Muerto- Camino de los Neveros- Dehesa de San Jerónimo- Diéchar- Las Mimbres.

El comienzo de esta ruta se sitúa en el Collado del Muerto, en la carretera que une Granada y el Purche; a unos dos kilómetros del Camping del mismo nombre. En las inmediaciones encontramos un aparcamiento, mesas con bancos de piedra, panel y poste informativos; nosotros tomaremos el indicado como Camino de San Jerónimo. A pocos metros nos desviamos por un sendero.

En un soleado pero algo gélido día, iniciamos la ruta por este pequeño sendero bien señalizado, a unos 2º de temperatura, con un reciente nevazo, con unas increíbles vistas nevadas del Veleta, Trevenque y Cerrajón… todo espectacular.

El sendero enlaza con el conocidísimo Camino de Los Neveros. Desde el puente verde en Granada, los neveros forjaron esta senda a golpe de sudor, alpargatas y herraduras hasta las altas cumbres para bajar su frescor en forma de bloques de hielo con que combatir los tórridos veranos. Usada también como vía pecuaria para trashumancia de reses bravas hasta Sierra Morena.

Desde siempre, el camino iniciado por las cabras montesas que bajaban de la sierra en tiempos de grandes nevadas, hasta los viñedos hueteños; proseguido por otros animales y luego pateado por los hombres neveros, ha sido escogido por innumerables visitantes ilustres para escalar a las cumbres de Sierra Nevada.

En los años 30 existían unos hombres que recogían nieve en las cumbres de Sierra Nevada para venderla en la ciudad de Granada. Estos hombres con sus mulas de carga: capachos, seroncillos de pleita forrada de anea, serones de esparto y una tabla, el "barbero", para tapar la nieve y poner la manta. Capacho para la comida: Cacerola para la comida (habas fritas, tortilla de collejas, tomates fritos con morcilla de lustre, o asadura, pipirrana) y grandes panes. Navaja, tabaco de liar, papel de fumar, mecheros de yesca. El bocadillo, navaja de mano, pan y chorizo, un tomate con sal y vino del terreno…durísimo pero en un marco incomparable.

La vegetación de esta zona está muy adaptada a las duras condiciones de alta montaña: mancaperros, piornos, enebros, sabinas, etc. Según ascendemos nos encontramos, salpicando el paisaje, al pino resinero, que tiene piñas y acículas de gran tamaño. En esta zona de pinar es muy común observar y escuchar a los arrendajos (es un ave del tamaño de una paloma), si levantamos la vista de vez en cuando los veremos volando de un pino a otro, así como otras pequeñas aves: carboneros, piquituertos, etc.

Posteriormente nos adentramos en un pinar de repoblación de pino silvestre que se distingue por el color rojizo de su tronco al descamarse y de cuyas pequeñas piñas se alimentan los pájaros.

Seguiremos en continuo ascenso dejando a la izquierda el Cerro Esparto de 1735 m. y a la derecha el Cerro de Cuesta Bermeja de 1687 m. Pronto llegaremos al Collado de las Víboras donde hay otro poste informativo; seguiremos dirección a la Cortijuela por el Camino de San Jerónimo. Cada vez la nieve acumulada en el camino es mayor, pero sin complicaciones, al contrario, andar por la nieve es una gozada.

En particular encontramos mucha nieve en los barrancos del Collado de las Víboras y el de Manolete, donde tarda más en descongelarse. En esta zona disfrutaremos de unas impresionantes vistas del omnipresente rey de la media montaña El Trevenque.

Este tramo de la ruta es coincidente con el GR 240 señalizado con marcas rojas y blancas que seguiremos hasta llegar a un desvió, donde lo abandonaremos por la izquierda, siguiendo el camino al Monasterio o Cortijo de San Jerónimo- Adoratrices. En lo que hoy es casa de retiro de las Adoratrices pararon Boissier y otros naturalistas, siendo este uno de los puntos clásicos de acceso para los esforzados montañeros que se acercaban a las alturas de Sierra Nevada. Paraíso botánico, alberga uno de los robledales señeros de la Sierra, que se adorna con arces, mostajos, majuelos, escaramujos, agracejos, sauces y mimbres junto al agua, y que en otoño revienta de ocres y rojos y en primavera se alfombra de verdes salpicados de millones de flores.

Hay una fuente que se encuentra delante del Cortijo de San Jerónimo. El cortijo actualmente tiene un uso privado, por lo tanto el acceso a dicha fuente es restringido. En las inmediaciones se encuentra el Barranco del Saltillo con unas escaleritas que bajan hasta el cauce del arroyo hoy repleto de carámbanos.

Pretendíamos bajar desde en Monasterio hasta el Cortijo de la Dehesa por un sendero con pendiente pronunciada; pero debido al nevazo y para evitar accidentes, desandamos lo andado hasta un cruce que, por pista, nos lleva de forma más segura hasta el citado cortijo. Antes de llegar a este encontramos una cancela cerrada con una cadena con un ganchito, la atravesamos volviendo a cerrarla para que no pase el ganado.

Desde el Cortijo de la Dehesa seguiremos el descenso por otra pista, en peor estado, que cruza otra cancela con su respectivo ganchito y muchas zarzas. Unos cientos de metros más adelante enlazaremos de nuevo con el GR 240 que habíamos abandonado para ver el Monasterio.

Continuamos el descenso por esta amplia pista que pasa por el Cortijo de Diéchar y ladera abajo conecta con la Hidroeléctrica Santa María, en venta, en la que encontramos, suspendidos en las boqueras del tejado, unos carámbanos en forma de gran batuta. Muy cerca se encuentra una fuente junto a la captación de agua para el Canal de Diéchar del Río Monachil …una zona fresca y preciosa.

Unos metros más abajo encontramos otro poste informativo; aquí nos dirigiremos momentáneamente dirección a la Cortijuela; para ver un nacimiento de agua que surge de las rocas por una oquedad. En este corto tramo tuvimos algunas dificultades para acceder debido a la nieve, la cantidad de agua que llevaba el Río Monachil y la multitud de zarzas en los alrededores. Regresaremos al anterior poste informativo para tomar, en esta ocasión, dirección Monachil.

Esta pista nos conduce, en descenso, y paralelos al Canal de la Central de Diéchar, hasta el Cortijo de las Agüillas (explotación ganadera) rodeada de vacas pastando plácidamente por doquier. Muy cerca se encuentra una fuente de agua buenísima y algo más allá tomamos un desvío a la derecha que empieza a ascender pasando por la gran tubería que lleva el agua, precipitándola por un desnivel muy considerable, desde el Canal hasta la Central Hidroeléctrica de Diéchar que se encuentra al fondo junto al Río Monachil.

Después nos sorprenderán las fantásticas panorámicas del cañón de Los Cahorros; con una perspectiva que hace aún más espectacular este lugar; y si miras algo más a la derecha, el protagonismo lo toman dos grandes moles rocosas: El Cerrajón 1653 m. y el Manolón 1599 m.; cuyos aumentativos hacen honor a su nombre.

Seguimos con el ascenso que ahora se hace más exigente al transitar por el paraje conocido como Las Mimbres, que comienza al cruzar el barranco del mismo nombre. También hace honor a su nombre ya que encontramos mimbres de un tamaño grandioso.

Ya casi al final de esta preciosa ruta veremos a la izquierda el Cortijo del Tornero y la contigua Haza de los Nogales; y a la derecha el Cortijo de Pan Seco…unos metros más y llegaremos al punto final y de partida de esta ruta…sin duda