PV164 Legutio - Vuelta al embalse de Albina (GR-282 y GR-38)

Iniciamos la ruta a las afueras de Legutio, en el punto donde se encuentra el indicador de dirección al embalse. Enseguida veremos un poste indicador del GR-282 Camino Natural Senda del Pastoreo. Nosotros seguimos por la derecha y, una vez dada toda la vuelta al embalse, llegaremos a este punto por la izquierda.
La senda asciende suavemente. Lo comprobamos al ver como a nuestra izquierda va quedando el valle, que hace de salida natural del embalse, cada vez más abajo. Avanzamos rodeados de un bosque espectacular, con preciosos rincones.
Llegamos hasta lo que parece la gran entrada a la ruta del embalse, unas edificaciones que hacen de arco de entrada.
Toda la ruta de ida hasta la cola del embalse la hacemos por pista de tierra. El recorrido es ideal para verano pues se camina siempre bajo la cobertura de los árboles. Nosotros lo hacemos después de intensas lluvias y encontramos bastante barro y zonas ampliamente encharcadas, algunas de las cuales podemos evitar con algún desvío lateral.
La ruta no va pegada al borde del agua pero hay zonas donde poder acercarse si se quiere. Las diferentes vistas del embalse también merecen la pena.
Al principio nuestra ruta coincide con la Senda del Pastoreo para luego dejarla en un giro a la izquierda. Seguir la ruta en esta parte no tiene complicación, basta con mantenerse a la izquierda en las bifurcaciones para ir siempre con el embalse en ese lado.
Bastante avanzado el embalse llegamos a una vaguada formada por un arroyo que vierte a él. La zona está muy embarrada y hemos de superar el regato que ahora lleva bastante agua, aunque no supone ningún problema.
En el siguiente regato nos encontramos con la ayuda de un puente de madera.
En breve alcanzamos la cola del pantano y el arroyo Albina que lo alimenta. Aquí hemos de dejar la pista y empezamos una segunda parte, de vuelta, algo más compleja. Aunque al principio parece que hay una pista que vuelve por el otro lado del pantano, ésta se aleja progresivamente. Hay que estar pendientes de ver algun senderito que nos vuelva a poner en paralelo al pantano. No es que sea difícil, pero que nadie espere indicadores o cosas parecidas. En cuanto nos acercamos a la orilla del pantano el camino lo va haciendo cada cual. En verano seguro que es una delicia, hoy encontramos zonas de pradera bastante encharcadas pero sin especial dificultad.
Nos mantenemos avanzando por la orilla mientras es posible e internándonos algo en el bosque cuando los charcos nos empujan hacia el interior. A ratos seguimos sendas que encontramos y a ratos la orilla.
Una vez que desaparece el borde de pradera de la orilla del pantano toca seguir senda por el bosque, senda que nos lleva hasta un paso en la cerca de alambre. Estamos muy cerca de la carretera, que corre a nuestra derecha. A ella terminamos por salir cuando un brazo del embalse se introduce por debajo de la carretera y no nos queda más remedio.
Desistimos de volver a bajar al borde del embalse nada más pasar el brazo mencionado. La carretera avanza a buena altura en esta parte y se ve abundante sotobosque en la ribera, así que seguimos unos cientos de metros por la carretera hasta encontrar una senda más clara, a nuestra izquierda, que nos devuelve al bosque.
La senda avanza entre árboles, en paralelo a la orilla, hasta que un mar de vegetación nos impide seguir y no nos queda más remedio que volver a la carretera. Ahora solo serán unas decenas de metros porque, enseguida, enlazamos por la izquierda con la Senda del Pastoreo (GR-282), que coincide en este tramo con el GR-38, que ya no abandonaremos. Nos va a llevar por el mismo borde del embalse hasta enlazar con una pista que parece nos devuelve a la carretera, pero que vuelve a introducirse en el bosque para afrontar la única subida mencionable de la ruta. Sólo nos queda descender hasta alcanzar el cementerio y girar a la izquierda para bajar la última senda que nos devuelve a nuestro punto de partida.