Quintanilla a Escalada por Fortín del Aidal

Hoy desde la asociación Tribus del Íber traemos un recorrido recomendado por el valle del Ebro para los fotógrafos más andarines y amantes de la naturaleza. Nos vamos a la zona de Escalada: solo por sus fachadas señoriales, Escalada debería tener un ayuntamiento propio. Tras un café en La Encina, paseamos junto al Ebro en busca de nutrias hasta la ermita de Quintanilla Escalada, para pasar junto a una iglesia de finales del XIX y contemplar los restos de la antigua iglesia, con su pileta y un arco en el que podemos observar una hexapétala y dos cruces templarias.
Tomamos la calle empinada que sube hacia el noroeste para coger un sendero que asciende al páramo. Por el camino podremos observar varios ejemplares de tejos que conforman una pequeña población joven y en buen estado. Pequeñas fuentes y cascadas, cuando ha llovido, salpican la ladera y es posible ver salamandras. El sendero serpentea bajo los cantiles hasta alcanzar el páramo. Justo allí nos topamos con el fortín del Aidal, que domina los valles del Ebro y el Rudrón. Tomamos la pista hacia el suroeste, topándonos con un precioso chozo y un cortavientos. Cogemos el primer desvío a la derecha para dirigirnos hacia el norte, a Escalada. Vemos la fuente de Ralí y el precioso tejo que medra junto al regato, nos asomamos al mirador del Ralí y descendemos el sendero por la ladera hasta Escalada. Allí deambularemos por el pueblo para visitar las impresionantes fachadas repletas de hexapétalas, la torre de los Gallo, hasta la iglesia para contemplar su preciosa portada. Retornamos a Quintanilla junto al río por el GR para comer un buen menú en La Tasca.