Quisicedo (Merindad de Sotoscueva): senda de la cascada de la Salceda

Itinerario circular desde Quisicedo a la cascada de la Salceda, otro de los muchos rincones atractivos de las Merindades.

La senda está perfectamente señalizada desde el inicio y no es necesario llevar ningún tipo de mapas, ni digitales (GPS), ni en papel, aunque nosotros nos acompañamos del recorrido que Luis.itxina ha publicado en Wikiloc: “Cascada La Salceda de Ojo Guareña, otro espectacular rincón de Las Merindades | Desde Quisicedo”. Y lo hemos hecho principalmente como homenaje a sus excelentes contribuciones a quienes nos valemos de esta APP para seleccionar rutas de senderismo.

Descripción de nuestro recorrido: partimos de Quisicedo, pueblo de la Merindad de Sotoscueva, de cuidadas casas de piedra y algunas imponentes casas solariegas, con su iglesia de Santiago Apóstol, con ábside románico y un llamativo reloj en su torre campanario, y con un torreón de los Velasco.
Enseguida encontramos las indicaciones hacia la senda de la cascada y un panel que explica su recorrido. Nos dirigimos hacia el norte, llegamos a una plaza con una bonita fuente y enseguida pasamos por encima del emblemático ferrocarril de la Robla, y cruzamos el río de Peñanegra por una pasarela. Ya estamos en el camino que se dirige al monte de la Cueva por el que caminaremos un buen tramo.
Llegamos a una bifurcación del camino y la senda señalizada nos indica que sigamos por la derecha. Ascendemos oyendo el rumor del agua del arroyo de San Miguel, que es el que forma la cascada. Ya llevamos un buen tramo pisando bastante nieve. Afortunadamente no está helada y se camina bien sobre ella, aunque la marcha se relentiza y el esfuerzo de andar en estas condiciones es un poco mayor. Tenemos el premio de la inmensa luz que un día totalmente despejado nos proporciona este manto blanco que realza el bonito paisaje.
Y llegamos al final del camino donde nos encontramos con el Puente de los Mazos, estrecho y rústico, hecho con troncos y tablas de madera, que nos permite cruzar el arroyo sin riesgo alguno. A partir de aquí avanzamos por un sendero con bastante nieve. Otros caminantes han pasado antes que nosotros y seguimos sus huellas. En algunos tramos muy cortos del sendero se ha desecho la nieve, y lo que nos encontramos es un suelo fangoso en el que se nos hunden los pies. Intentamos librar estos pasos yendo por las partes más altas porque preferimos hundirnos en la nieve que en el barro. Y serpenteando por el bosque alcanzamos la cascada de la Salceda. El agua se precipita por la escalinata en multitud de hilos desordenados formando una cortina deshilachada. Cae a un pozo de poca profundidad, de rojizas placas rocosas. Precioso rincón del que hacemos unas pocas fotos.
Para hacer la ruta circular hay que retroceder unos 200 metros desde la cascada y cruzar el arroyo por otro rústico puente de madera que facilita mucho las cosas. Antes buscamos un lugar donde nos dé un poco el sol y haya algunas rocas para reponer fuerzas con comodidad. Lo encontramos muy cerca del puente.
Después de disfrutar e intercambiarnos nuestras variadas viandas iniciamos el regreso. Cruzamos a la margen derecha del arroyo y ascendemos para coger el camino que en rápido descenso retorna a Quisicedo. En la subida encontramos un mirador de la cascada protegido con valla de madera que sobresale solo un poco de la nieve. Esta parte es más sombría y está más elevada por lo que la capa de nieve es mucho más gruesa. La subida en estas condiciones es un poco más esforzada pero pisar este manto blanco en un día soleado como hoy es muy gozoso. No nos hubieran estorbado las raquetas para hacer este recorrido, y por esta zona las estamos echando de menos. Alguno de nosotros duda de que estemos avanzando por encima de una pista dada la gran cantidad de nieve que hay por algunas zonas.
Alcanzamos la parte alta de este estrecho valle por la que transcurre el camino. Y llegamos a una zona bastante despejada de árboles y cubierta totalmente por el manto blanco, formando espectaculares estampas. Observamos una sucesión de montañas: hacia el sureste y en primer plano el Oricedo, la Peña Caballera, el Picón y el Bedón, que cieran la merindad de Sotoscueva. Por detrás vemos la Sierra de la Tesla, los Montes Obarenes y quizá más al fondo, formando una perfecta pirámide balquecina vemos el pico San Lorenzo, en la Sierra de la Demanda. Hacia el suroeste tenemos el Cerro del Dulla. Cautivadoras panorámicas.
Y solamente nos queda unirnos al camino por el que iniciamos esta maravillosa senda y concluirla donde la iniciamos, en el coqueto pueblo de Quisicedo.
En conclusión, itinerario muy recomendable, y aún más en las circunstancias que nosotros lo hemos hecho. Situado en las Merindades, que como siempre recalco, atesoran una gran riqueza paisajista, botánica y geológica con sus extensos y bien conservados bosques, sus cañones, desfiladeros, gargantas y farallones rocosos de gran belleza y espectacularidad, además de un importante patrimonio cultural, con magníficas iglesias y ermitas románicas, casas señoriales, torres, etc. ¡¡Apreciémoslo, disfrutémoslo, y conservémoslo!!.

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