Sa Capelleta - Binibassí - Biniaraix - Fornalutx

Ruta fácil y tranquila en la que hay que quitarle cerca de tres horas que pasamos en el Restaurante Ca n'Antuna, que aunque habíamos reservado, nos hicieron esperar cuarenta minutos para coger mesa.

Un buen lugar de arranque son las inmediaciones del campo de fútbol de Sóller; o desde el Pont de Can Rave en nuestro caso, con sus lavaderos por los que generalmente suele correr el agua. El puente fue ampliado en el 2000, debido a su estrechez y al importante tráfico que soportaba por ser vía de acceso a Fornalutx.

Caminamos por un pequeño tramo del GR 221 que coincide con el Camí de s'Ermita, cogiendo el primer desvío de la izquierda. Ahora todo será seguir las estacas de madera que indican los atajos para evitar circular por la pista de tierra para llegar al Monasterio del Santuario de Santa María de s'Olivar del Fenás¹, que queda subiendo a la derecha y que debido a la falta de monjas se encuentra cerrado. Fue construido entre 1943 y 1944 gracias a donaciones; habitado y cuidado por las Canonesas Agustinas Regulares de San Agustín desde 1980

Detrás de la gran cruz de madera, a la izquierda, hay que abrir la pequeña puerta de hierro para acceder a Sa Capelleta o Santuario de Santa María de s'Olivar del Fenás, toda una obra singular bendecida en 1917. La advocación del oratorio es en honor de la Inmaculada en recuerdo de la aparición de la Virgen de Lourdes en 1858² en una cueva. Por ello todo su interior diseña una cueva con estalagtitas y huecos con vidrieras que dejan pasar la luz.

Bajamos al Camí de s'Ermita y continuamos por el asfalto hasta encontrar un desvío indicado, junto a unas barreras en las que en ésta época del año se venden mandarinas y uno deja lo que cree justo en un bote de cristal. De manera cómoda se llega a la pedanía de Binibassí perteneciente a Fornalutx. Construido en el siglo XVI, en una de sus casas destaca el portal de medio punto de entrada y la torre de defensa, cuya figura se aprecia mejor a medida que nos alejamos. Por la parte posterior junto al camino que va a Fornalutx, se ve el cubo y detrás el canal que alimentaba el molino harinero datado entre los siglos XV y XVI; lo veremos al regreso de bajada.

Siempre por el GR 221 llegamos a Biniaraix, antigua alquería musulmana, un espectáculo de pueblo muy bien conservado que te transporta a otra época, perteneciente en su gran mayoría al municipio de Sóller. La iglesia de la Concepción con fachada retranqueada, junto a la plaza homónima, se remonta a 1602. Saliendo de ella, por la derecha, en el voladizo de una casa se ven las típicas tejas pintadas, aunque estás pertenecen a una remodelación reciente. Otra casa interesante es la de Cas Don con un escudo señorial barroco, que por su lateral junto al camino del barranco, conserva el descargador de aceitunas bajo un voladizo del granero de la almazara que allí existió⁴. Actualmente está condenado. En la esquina de los lavaderos cae el agua de la Font d'en Det. Lamentablemente algún grafitero con pocas paredes, y luces, ha hecho pintadas de color rosa en sus muros.

Salimos de Biniaraix por el camino asfaltado des Marroig o de Monnáber por el que hay algún que otro atajo, con un precioso olivar cultivado en bancales y vistas sobre las montañas que rodean el valle. Por la derecha un cartel nos indica que aquí se encuentra el "Mejor olivo monumental de España 2020", el olivo de Can Det, la palabra es monumental, y punto, precioso. Para llegar hasta él hay que abrir la barrera sin candado junto al camino y seguir dos indicaciones en soporte de madera y la encontramos en un bancal tres niveles por encima de donde hemos entrado. Recordad que es propiedad privada, si se ve a alguna persona, seguir sus indicaciones.

El cruce hacia el Camí des Creuer marca la parte más alta del recorrido, a partir del cual ya todo es en bajada. Por tramos de tierra, empedrado y finalmente de asfalto se llega al puente sobre el torrente des Racó, más abajo llamado de Fornalutx. Por estar cerca le hicimos un visita a la Font de S'Alquería³, que juntando sus aguas con la vecina Font de Sant Vicent³, servía para regar todos los huertos del pueblo y para mover cuatro molinos harineros. Del primero de ellos, el Molí d'Amunt a la derecha del camino en donde se halla la fuente, aún se puede ver el muro que soporta la canal que conducía el agua.

En las casas de Can Xoroi actual museo de las tejas, es donde está previsto que se ubiquen las nuevas dependencias del Ayuntamiento, que actualmente se encuentran en la vecina torre de defensa de Can Arbona del siglo XVII. En cuanto abra sus puertas el próximo año, será una visita obligada en la que además de las tejas pintadas, algunas anteriores a 1746, también se podrá visitar la tafona con unos elementos conservados que no se suelen ver en otras tafonas de la isla. En éste pueblo hay que levantar la vista si queremos ver los aleros con sus tejas pintadas y mucho más. Un pueblo en donde lo ideal es perderse por sus calles. Al salir de Fornalutx pasamos junto a su cementerio y al poco el asfalto deja paso a la tierra, entrando en Binibassí por el molino harinero descrito al principio. Por el camino conocido de subida, pero a la inversa, acabamos la excursión en el Pont de Can Rave.

En todo momento se camina entre naranjos, bosque y olivares, con vistas sobre las poblaciones del valle y sus montañas. Sin parada para comer en el restaurante es una ruta que en tres o cuatro horitas está acabada.

Compañeros de ruta, Marga, Magdalena y Maciá

Páginas consultadas y para saber más:

1.-https://soller.es/es/tesoros-ocultos/sa-capelleta-vella/

2.-Guía de excursionismo de Mallorca. Diario de Mallorca. Ruta 21.

3.-https://sites.google.com/view/fontsdetramuntana/tramuntana/fornalutx/font-de-sant-vicen%C3%A7

4.- Caminos y paisajes, de Gaspar Valero i Martí, tomo II, edición de 1996.

5.-https://www.walkingmallorca.co.uk/senderismo_mallorca/ruta_13.html