SA FORADADA y regreso por Miramar

Esta excursión la he dividido en cuatro tramos bien diferenciados. El primero parte de Son Marroig hasta la península de la Foradada, es un clásico de las excursiones por Mallorca. El segundo es un recorrido por las rocas de la costa que va desde la Foradada hasta Es Guix, poco o nada frecuentado. El tercero es la subida desde Es Guix hasta el Monasterio de Miramar y el cuarto es el tramo de carretera que va desde Miramar hasta Son Marroig.

Dejamos aparcado nuestro vehículo en el aparcamiento de Son Marroig, que está a la altura del kilómetro 65.800 de la carretera Ma-10 que une Valldemossa con Deiá. Desde aquí nos dirigimos hacia las casas de Son Marroig. A la derecha tenemos el conocido Mirador de Son Marroig, también llamado Mirador des Galliner y unos metros más adelante su gemelo, ambos se hallan en la terraza de un bar. Los dos ofrecen una vista espectacular de la Foradada y una de las mejores puestas de sol que se pueden ver en Mallorca.

Desde los miradores nos dirigimos hacia las casas de Son Marroig, posesión que fue comprada por el Archiduque Luis Salvador, como otras muchas de esta parte de la isla. Hoy día está dedicada a la celebración de eventos. Pasamos por delante de su fachada principal y unos metros más adelante llegamos a una barrera que superamos por un botador metálico.

Enseguida comienza una pista de tierra que atraviesa un bonito campo de olivos en el que vemos algunos burros sueltos. Estamos en el Camí de Sa Foradada. A los pocos minutos llegamos al mirador de Sa Foradada que también ofrece una vista espléndida e incluso hay una mesa de piedra donde se puede merendar,

A partir de aquí la pendiente de acentua. Pasamos por las cuevas de Son Marroig donde vemos como la acción del viento y del agua ha ido dejando su huella en la roca. El camino sigue describiendo grandes lazadas para salvar la pendiente y más abajo vemos a nuestra izquierda unas escaleras de piedra que conducen al Mirador des Rotlo Gros que ofrece una vista más cercana de la Foradada.

Al final de la bajada encontramos un cruce de caminos. A la izquierda, lo tomamos de regreso para continuar la excursión, ahora seguimos de frente donde el camino ya es plano y da entrada a la península de la Foradada, permitiendo a la derecha una buena vista de la Cala de sa Costa Brava. Llegando al final tenemos a la izquierda unas escaleras que dan acceso al restaurante de Sa Foradada que está un poco más arriba. De frente vemos unas escalerillas que en zigs zags bajan hasta un pequeño puerto donde hay bastantes rocas pero es posible el baño. Y a la derecha tenemos la Punta de Sa Foradada, un enorme peñón que se adentra en el mar y al que se puede subir por el lateral que tenemos de frente, si bien hay que extremar el cuidado para evitar imprevistos.

Después de disfrutar de este lugar iniciamos el regreso hasta el cruce que he mencionado antes y tomamos el camino que ahora está a nuestra derecha es el viejo Camí de la Mar. A los pocos metros nos desviamos a nuestra derecha, a una especie de mirador natural que nos ofrece una bonita visión de la Foradada desde un ángulo diferente.

Continuamos avanzando por este camino plano y de tierra hasta llegar a un punto en que nos baja a la zona de rocas cerca del mar. A partir de aquí se trata de ir caminando entre las rocas, bordeando la costa unos dos kilómetros, hasta llegar a la zona de Es Guix. El recorrido no ofrece mucha dificultad, aunque en algunos tramos tenemos que ayudarnos de las manos. Hay algunos hitos que nos marcan el mejor lugar por donde pasar. Es el tramo que exige un mayor esfuerzo pero que se ve compensado por las vistas que ofrece y por su tranquilidad.

Al llegar a la zona de Es guix, nos dimos un baño en el mismo lugar donde al parecer solía hacerlo el Archiduque Luis Salvador, que mandó construir en una de las rocas unos escalones para acceder más fácilmente al mar.

Desde aquí, siguiendo los hitos, iniciamos una subida por una corta pero fuerte pendiente hasta alcanzar los restos de la que fuera en su día la Casa del Garriguer. Un poco más arriba, a nuestra derecha y al amparo de unas rocas vemos el Merendero dels Penyals con mesa y bancos de piedra y unos metros más adelante llegamos a una Sitja o Era de Carbonero donde nos encontramos con un cruce de caminos. El de la derecha es el Camí de ses Vinyes que conduce a s’Estaca, el de la izquierda es el Camí d'es Guix que es el que tomamos.

Este camino asciende, describiendo algunas lazadas, por una continua pendiente hasta llegar al Monasterio de Miramar. A la mitad de la subida, aproximadamente, vemos a nuestra derecha el Mirador des Pi Sec al que se accede por un pequeño puente de madera, aunque las vistas que ofrecía en su día hoy han quedado mermadas por efecto de la naturaleza.

Más arriba llegamos a un cruce, donde abandonamos el Camí des Guix y continuamos por nuestra izquierda. Este nuevo camino nos va a llevar a otro mirador, conocido como Mirador de Miradores porque desde él se veían otros miradores.

Unos metros más adelante nos encontramos con una pequeña barrera metálica que traspasamos y enseguida tenemos el Mirador de Sa Ferradura. Se trata de un pequeño banco con forma de herradura de caballo. Desde aquí las vistas a la Foradada y al mar están totalmente despejadas.

Desde este mirador nos dirigimos hacia el Monasterio de Miramar. Este Monasterio fue fundado por Ramón Llull en el siglo XIII y comprado por el Archiduque Luis Salvador en el siglo XIX. En la actualidad Miramar es de propiedad privada pero sus instalaciones son visitables. Nosotros no encontramos ningún problema de paso, seguramente porque este día estaba cerrado al público. Otra opción, para no correr el riesgo de que desde Miramar no nos dejen acceder a la carretera, es tomar el Camí de Sa Torre desde el Mirador de Sa Ferradura hasta llegar a la carretera a la altura del Hotel Continental, aunque en este caso sería conveniente dejar un coche aquí y el otro en Son Marroig para evitar andar tanto por la carretera.

Nosotros desde Miramar accedimos a la carretera y recorrimos por ella el último tramo de esta excursión hasta llegar al punto de partida en el aparcamiento de Son Marroig.



Los componentes del grupo hemos sido: Pepe, Salvador y yo (Juan González Blázquez) como guía.
Mas información en mi Blog Caminandopormallorca