SABERO-RUTA DE LAS MINAS

Ruta circular de 12'700 km, con inicio y final en la localidad de Sabero, con una dificultad baja -desnivel de 300 m.- que discurre por caminos, veredas y asfalta (en su parte final –unos 3'300 km-), y que se puede realizar en 3:45 horas. (si la ruta se hace sin ver el Roblón de Plata o la Cueva el Trigal, la ruta quedaría en uno 9'900 km, con un desnivel de unos 160 m. -ascenso y descenso-, para hacer en unas 2:30 horas)

La ruta se inicia en el Museo de la Siderurgia y la Minería, donde podemos dejar el vehículo. Desde aquí, y junto al museo sale un camino por el que ascendemos al barrio de San Blas, para llegar rápidamente a la ermita de San Blas, ya fuera del pueblo.

Tras ver la ermita, que estaba cerrada, se sigue un camino, que en esta época estaba repleto de flores para llegar a la Fuente de la Muela, que es un merendero donde podremos avituallarnos de agua.

Continuando el camino, llegaremos a una indicación donde, dejando la ruta principal, y tomando la indicación que veremos a la izquierda podremos ver el “roblón de plata” a unos 400 m. y la “cueva el Trigal” a unos 700 m. (es recomendable la visita de ambos). Tras tomar este desvío, a unos 200 m., encontraremos otra señal, que nos indicará el camino de la derecha para llegar al “roblón” y el camino dela izquierda para llegar a la “cueva”. Nosotros primeramente fuimos a ver el “roblón”. Retrocedemos por los mismos pasos para llegar al indicador anterior y tomamos la vereda para llegar a la “cueva”. Esta vereda a veces se pierde por la vegetación, pero es fácilmente orientable. La “cueva” merece la visita.

Finalizada la visita a la “cueva” y repuestas fuerzas, retornamos por nuestros mismos pasos hasta llegar al camino de la “ruta de las minas” que abandonamos para ver el roblón y la cueva.

Siguiendo el camino, al poco llegaremos a la Mina de la Plata, aunque poco puede verse por la espesa vegetación, que si no fuera por el cartel indicador se pasaría de largo. Siguiendo las indicaciones –a la derecha de la mina- continúa la ruta, por un camino carretero cómodo, y tras pasar un precioso robledal, debidamente indicado, llegaremos al punto donde se encontraba una Mina a Cielo Abierto –existe cartel indicador- de donde se extraía carbón.

Un poco más de camino y seguimos por una verada para llegar a al impresionante Mirador de las Águilas, desde donde podemos contemplar el río Esla discurriendo por el valle entre las localidades de Aleje y Verdiago. Al frente nos encontramos con el Pico Moro, Peña Rionda y el Pico Roscas. Según indica el cartel es un perfecto observatorio de aves, aunque en esta ocasión no contemplamos ninguna.

Nada más abandonar el mirador nos encontramos un par de mesas a la sombra a modo de merendero, donde repusimos fuerzas. En la parte trasera existe un cartel que indica el lugar donde se encontraba la Mina La Eglantine, aunque no existe boca de entrada ni se indica lugar concreto de ubicación, solamente puede detectarse la escombrera como resto de la actividad que en su día existiría.

Reanudado el camino, y tras un descenso con alguna precaución a tomar, aunque no peligroso –salvo que hubiera agua o nieve que pudiera resbalarse- llegaremos a la Mina Mariate, que también se destinó a la extracción de carbón pero que únicamente se puede ver el derrumbe sobre la bocamina, pero inmediatamente al lado de ella se observa la tolva y una vagoneta y el dispositivo con el cual trasladaban el carbón de la mina, mediante un cable aéreo al lavadero que existía al otro lado del río Esla.

Continuando la ruta y ya a la altura del río Esla, que corre a nuestra izquierda, llegamos a la Mina Imponderable, de donde se extraía hierro para los altos hornos de la Ferrería de San Blas. Puede verse perfectamente la bocamina y ese color rojo del hierro que pinta los alrededores de la misma.

Tras un paseo cómodo a la orilla del río, llegaremos al puente que cruza el río Esla y que comunica las localidades de Alejico y Aleje. Es un puente colgante que no debemos cruzar para continuar la ruta, pero que sí aconsejo para comprobar que efectivamente es colgante –movimiento- y da una estupenda vista del río sobre su curso.

Continuando, dejando el puente entramos en Alejico, donde en la fuente podemos recargarnos de agua e inmediatamente continuar por una vereda fluvial, al lado del río. Más adelante, la vereda finaliza y debemos seguir por la carretera, que ya nos llevará hasta Sabero –final de ruta-. Este recorrido aunque es incómodo por el asfalto, no deja de tener su encanto, pasando por un espacio conocido como la Playa de Sabero, preparada para el baño y merendero. Finalizamos la ruta en el mismo punto de inicio. Unos metros antes del final,en el parque infantil, antes del Ayuntamiento está la Mina Juanita, donde podemos ver la bocamina y un entablizado de galería –en el exterior-.