Sabero - Ruta de las Minas

Otra de las rutas interesantes de la provincia de León. Esta vez, nos fuimos al bonito pueblo de Sabero, donde tenemos el Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León y la completa Ruta de las Minas.

La ruta comienza en la misma Plaza de San Blas, en las inmediaciones del museo y rumbo hacia la Ermita de San Blas. En la misma plaza, encontramos un cartel informativo de la ruta que haremos.

Comenzamos en ligero ascenso hasta llegar a la parte alta de Sabero, donde se encuentra el primer desvío hacia la Ermita de San Blas. El camino se encuentra perfectamente señalizado y no tiene pérdida ni dificultad. Poco a poco, vamos abandonando el pueblo.

Tras salir de Sabero, continuamos en ligero ascenso por una pista cómoda de pequeñas piedras. Tras superar el primer kilómetro, llegamos a un área de descanso, donde encontramos la Fuente de la Muela. Una pequeña parada para visitar el lugar y continuamos siguiendo las indicaciones de un desvío que vemos por allí.

Seguimos por la cómoda pista forestal, ahora convertida en tierra, y vamos ganando altura lentamente. Tras medio kilómetro, llegamos al desvío hacia la Cueva El Trigal y el Roblón de la Plata. En este punto, decidimos abandonar la ruta oficial para realizar estas dos visitas que, sin duda, merecen la pena, a pesar del esfuerzo de llegar a ambos atractivos.

Avanzamos los primeros metros y llegamos a la intersección que nos indicará por dónde llegar a ambos lugares. Visitaremos primero la Cueva El Trigal. La senda se vuelve estrecha y pindia. Va ganando altura de manera rápida hasta llegar a una de las partes más altas de la ruta. Atravesamos zonas con mucha más vegetación y donde los pequeños arbustos y robles aparecen constantemente. A lo largo de la senda, sobre todo en su parte final, encontramos numerosos hitos que nos van guiando sin pérdida hasta la boca de la cueva. Tras un rato de intensa subida, llegamos a la Cueva El Trigal, cueva que visitamos. Se trata de una cueva no muy grande, pero con 3 galerías de cierta altura. Merece la pena entrar y visitarla. No da sensación de angustia y a lo largo de toda la cueva permanecemos de erguidos, salvo en el acceso a una de las galerías, que debemos agacharnos para acceder a ella. Completada la visita a la cueva, toca regresar al desvío de nuevo. Desandamos la misma senda y en pocos minutos nos encontramos nuevamente en la parte baja de la misma.

Toca visitar el Roblón de la Plata. Escogemos ahora la otra senda, algo más ancha y de menos dificultad que la anterior. Tras un desvío y un par de curvas, en unos 400 metros, llegamos al Roblón de la Plata, un roble centenario de grandes dimensiones. Impresiona al verlo! Momento para descansar, aunque sopla algo el aire fresco y pronto decidimos regresar a la pista original de la ruta que nos ocupa, desandando el camino de ida.

Ya en la pista forestal de la Ruta de las Minas, seguimos avanzando en ligero ascenso, rumbo hacia la primera mina que encontraremos, la Mina de la Plata. Tan sólo podemos ver la boca de la mina desde unos 5 metros, ya que la extensa vegetación tapa por completo su acceso. En este punto encontramos un desvío de 180 grados por el que seguiremos nuestra ruta.

Nos encontramos en una de las partes más altas de la ruta, por lo que a partir de ahora, tan sólo queda ir descendiendo hasta completarla. Llegamos a un desvío que nos indicará el acceso al Robledal, por donde continua la pista. Se trata de un bonito robledal que cruzamos y desde el que obtenemos unas vistas preciosas hacia el Macizo de Peñacorada, muy cerca de Cistierna.

Continuamos por la pista forestal perfectamente indicada y sin ninguna dificultad y llegamos a la Mina a cielo abierto, que tampoco apreciamos demasiado, pues la vegetación ha ido ocupando todo este terreno.

Llevamos ya más de 6 kilómetros en las piernas y llegamos al desvío en el que cambiará la ruta por completo. Pasamos de la ancha y cómoda pista forestal al pequeño sendero por el que iniciaremos el descenso, un descenso fuerte pero que, con paciencia, se hace cómodo. Incluso podemos encontrar tramos con vallas de madera en las que podemos ayudarnos a bajar con seguridad. Especial cuidado si el terreno se encuentra húmedo o pedregoso, ya que el riesgo de resbalar se multiplica.

Tras superar los primeros metros, llegamos a un precioso mirador. Un balcón perfecto hacia el valle que va formando el Río Esla a su paso. A nuestros pies, las localidades de Aleje y Alejico y la extensa Vega de Alejico. Desde este punto, podemos observar el vuelo de una amplia diversidad de aves, detalle perfectamente indicado en el panel informativo del mirador.

Después de disfrutar de las vistas que nos ofrece el mirador, seguimos descendiendo hacia Alejico, nuestro siguiente hito en el camino. El descenso es bastante agresivo y por el camino podemos encontrar la Mina Eglantine.

Seguimos perdiendo altura y encontramos un pequeño puente de madera. A partir de aquí y tras superar una tolva (lavadero), la senda empieza a convertirse en pequeños zig-zag, por los que vamos descendiendo rápidamente.

Completado el descenso, llegamos a la altura del Río Esla, donde encontramos el desvío que nos indicará el rumbo a seguir para continuar la ruta. Poco después, encontramos la Mina Imponderable y una fuente. Tras una breve conversación con un lugareño, decir que la fuente tiene un alto contenido en hierro (se podía apreciar el color anaranjado del carril por el que bajaba el agua), por lo que mucho cuidado al beber de aquí.

Seguimos la bonita senda paralela al río y pronto llegamos a Alejico, un pequeño pueblecito a orillas del Río Esla. Por aquí, un llamativo puente colgante, precioso, y un par de fuentes en las que podemos abastecernos de agua.

Hasta aquí, la ruta es muy bonita. Sin embargo, el regreso desde Alejico hasta Sabero, en mi opinión, sobra... Pero claro, hay que regresar al punto de partida... Esta última parte de la ruta consta de algo más de 4 kilómetros, que caminamos sobre la carretera asfaltada que une ambos pueblos. El encanto es mucho menor, por lo que no nos detenemos demasiado en disfrutar de lo que nos ofrecía la ruta en este tramo. A lo largo de este pesado tramo, pasamos por la Playa de Sabero, que esta época no ofrece ningún atractivo, claro está... Seguimos un par de desvíos que nos indican el camino a seguir hasta Sabero. En este punto, una fuente más que encontramos.

Ya próximos a Sabero, tan sólo queda recorrer el alargado pueblo. Encontramos la Fuente El Algar y un pequeño área de descanso. Continuamos un poco más, y tras dejar a mano derecha la bonita iglesia de Sabero, llegamos al Museo de la Siderurgia y la Minería de Castilla y León, punto donde completaremos esta entretenida ruta circular.

Completa y cultural ruta la que podemos realizar en Sabero. La Cueva El Trigal, el Roblón de la Plata y varias minas que iremos encontrando harán de esta ruta un agradable paseo. Ruta muy bien señalizada y perfecta para todos los públicos!

MÁS INFORMACIÓN:
Sabero - Ruta de las Minas

Índice de RUTAS
Mapa de RUTAS y CUMBRES

Rubén Wanderlust (www.rubenwanderlust.com)