Sabiñánigo Alto, Pardina de Ayés y Rapún, circular.

Ruta circular que parte del barrio de Sabiñánigo Alto.

Tomaremos la senda señalizada PR-HU 160 a Rapún. Es un camino al principio.

Por el camino subimos por la margen izquierda orográfica del Barranco de Abate, hasta que lo cruzamos un trecho más arriba. Si baja con mucho caudal es mejor aprovechar un tubo que pasa y hace las veces de puente.

Ascendemos por un camino que se convertirá en sendero en el punto en que entramos en un gran pinar, la pendiente es moderada todo el tiempo. Se deja una variante señalizada a La Fogaza.

Después de unos repechos alcanzaremos un collado ancho en medio de un bosque de pinos muy frondoso, por él pasaremos a la cara sur que continúa siendo bosque aunque no tan tupido.

Descendemos por la senda que se va convirtiendo en un camino no transitable, hasta llegar a una edificación de piedra en ruinas, allí nos acercaremos a una especie de acantilado para obtener unas vistas estupendas.

Continuamos el descenso por el caminito hasta entrar en el barranco de La Huega, abandonando el camino ya que preferimos la hermosa senda que desciende hacia Rapún.

Sin llegar a este núcleo, desviamos por la derecha hacia un camino que conduce a la Pardina de Ayés, es una zona privada de turismo rural y por ello llamamos a la dueña o responsable (Teresa, está su teléfono en la puerta de la vivienda) quien nos dio permiso para visitar la ermita de Santa Águeda, perfectamente conservada y restaurada, muchas gracias Teresa por tu amabilidad y atención. Un saludo.

El entorno de la Pardina de Ayés es de una exquisitez que dan ganas de quedarse aquí un día entero, porque las fincas de cereal de alrededor y los robles del camino son una maravilla. Podemos disfrutar desde este lugar de muy bonitas vistas a la Peña Oroel.

Desandamos hasta Rapún donde también lo están cuidado todo y restaurando edificios, poco a poco este lugar quedará muy bonito. Ya podemos ver las crestas rocosas tan curiosas y llamativas de roca arenisca que hay alrededor.

Descendemos por un tramo cubierto de hierba para enlazar de nuevo con el sendero, pasando por la ermita de San Félix que veremos por dentro y por fuera. Está abierta y destaca el suelo del interior, de cantos rodados haciendo un mosaico.

Continuamos por el sendero descendiendo entre un muro de piedra y la propia cresta rocosa, hasta que la senda la atraviesa por una especie de brecha.
Entramos de nuevo en el robledal para atravesar la carretera y luego el badén de un barranco, subimos a un campo que queda en la otra margen y por el borde con muy buen sendero continuamos hacia el río Gállego por otro bosquecillo de robles recién brotados.

El sendero se topa con un camino y por él cruzaremos bajo la vía del FF.CC. (curioso puente) yendo a parar a otro camino, justo a la altura de la depuradora de aguas residuales de Sabiñánigo.


El camino es ahora llano y avanza sin problemas paralelo al tendido del ferrocarril, es un rato de relax hasta el puente de Sabiñánigo. Cruzamos el río Gállego por esta moderna y esbelta estructura para visitar el barrio existente en la margen contraria, donde además de las bonitas casas de piedra hay una iglesia (San Nicolás de Bari) y una escuela.

Regresamos al puente y continuamos por el camino hasta desviar por debajo de las vías del FF.CC de nuevo. Por la Cañada Real del Valle ascenderemos primero por un camino con algo de pendiente y después casi llano hasta el punto de inicio.