SABIÑANIGO-SASAL POR SENDEROS DE CAPITIELLOS

Ruta que transcurre la mayor parte por senderos, llegando a Sasal. La ruta combina algún tramo de pista con mucho sendero por esta montaña que tenemos al lado de casa y que está llena de rincones muy bonitos y con grandes vistas de Pirineo.
Se sale de la gasolinera y nuestro primer destino es ir por la pista al mesón Quemao, este lugar sigue aun sigue vivo. De allí nos vamos a Sabiñanigo alto por una pista, no tenemos que llegar a el pues nuestro objetivo es ir a buscar donde empiezan los Capitiellos y comenzar nuestra marcha sobre ellos. Tendremos que desviarnos en un campo, pasar una alambrada, (siempre minimizar el paso por el campo andando por su margen y las alambradas del ganado cerradas). En terminar el campo sale un sendero que nos lleva a un balcón muy bonito, ya de allí vamos a ir todo el rato por el lomo de la montaña, el sendero es casi continuo aunque en algún momento desaparece es visible nuestro rumbo. Después de un rato tendremos que salir a unos campos que hay en un valle interior, al final de este campo sale un sendero que ya nos va a llevar a ver Sasal a nuestros pies, pronto llegamos a un corte en la montaña, tendremos que ir a ese corte y bajar por el sendero que hizo el corte, son cinco minutos y estamos en la iglesia de Sasal.
Volvemos sobre nuestros pasos y esta vez al llegar al corte de la montaña seguimos un sendero hacia el norte que nos saca a otro valle interior, seguimos por una pista 200m y pronto la abandonamos para tomar un sendero que nos lleva por la parte sombría de la montaña todo el rato, aquí vamos a ir por pinar algún rato. Salimos cerca del túnel de la carretera que comunica los dos Sabiñanigo.
Aquí ya estamos cerca del pueblo pero he querido llegar por sendero al comienzo de la ruta asi que aunque se alarga un poco merece pena seguir.
Este sendero que tomo ahora va por pinares y me va a llevar al puente de la Tulivana, vamos a ir por su orilla por otro camino hasta llegar a un punto donde sale el antiguo camino que va a la fuente de Valdequibera, fuente que sigue manando y limpia, donde hace años se venia a merendar, había que pasar una pasarela que había en el rio que ya no existe. De la fuente salimos a un campo donde pronto por otro camino llegamos a nuestro destino.