Salamanca. El Camino de Hierro (Arribes del Duero)

Para acceder a este camino es necesario comprar una entrada a través de este enlace: Camino de Hierro. Desconozco si se pueden sacar las entradas el mismo día pero, como el objetivo es limitar su aforo, mejor anticipar la entrada online.

Datos de interés
El horario de acceso en invierno (del 15 de octubre hasta el 31 de marzo) es de 09:00 a 10:00 con hora límite para finalizar a las 16:30. En verano, del 1 de abril hasta el 14 de octubre, de 07:30 a 08:30 con límite hasta las 15:00 para finalizar el recorrido.

El precio de la entrada (8 € por persona cuando realicé su recorrido) da derecho a ser devuelto al punto de partida después de terminar la ruta en uno de los buses que circulan cada media hora. El trayecto de vuelta en bus tarda unos 25 minutos.

El precio de la entrada también incluye una pequeña linterna para iluminar el camino en los túneles y un chaleco reflectante fino (seguramente para identificar a los clientes o para localizar a personas perdidas, aunque es prácticamente imposible perderse puesto que no hay tráfico de vehículos en el camino y siempre hay que seguir la línea férrea).

En la entrada en la estación de La Fregeneda un antiguo vagón de tren sirve de taquilla, donde se nos dan unas breves instrucciones y el equipamiento.

Al comenzar, a escasos 500 m de la estación, atravesamos el Túnel 1, el más largo del recorrido con más de 1,5 km de longitud. A la salida del mismo comienza una sucesión de túneles y puentes (19 túneles y 10 puentes de diferentes longitudes) que jalonan el camino a través de una suave pendiente en descenso.

En general, el camino es totalmente llano, con una excepción: durante el período de reproducción de los murciélagos (entre primavera y verano) está cerrado el túnel 3, obligándonos a tomar el desvío por encima del túnel. Está bien señalado con una raya blanca y otra amarilla y no tiene pérdida alguna siguiendo esta traza.

La mayor dificultad del Camino de Hierro es caminar por encima de antiguas vías de tren. Se pueden o pisar las traviesas de madera (no muy cómodo para la mayoría de las personas, a parte de que hay que centrarse y mirar hacia abajo todo el rato, aunque en muchas ocasiones es la mejor opción) o utilizar el sendero que los caminantes han creado a su lado (no siempre hay y mejor meterse en las vías).

En cuanto a calzado, sin duda lo más recomendable son botas de senderismo o montañismo pues las zapatillas demasiado blandas dejarán sentir cada piedra que se pisa.

La duración estipulada en la que todo el mundo debe haber terminado la ruta es entre seis y siete horas y media, según cuando se acceda a la ruta. Los senderistas experimentados tardarán menos. Nosotros la ejecutamos en poco más de 5 horas y media, a ritmo pausado y sacando muchas fotos.

La última “estación” del Camino de Hierro es el puente internacional que nos llevaría a Portugal. Justo antes bajamos de las vías, nos escanean de nuevo la entrada y nos dirigen hacia el autobús que nos lleva de vuelta a La Fregeneda.

Historia
Esta ruta recorre los 17 km finales de la antigua línea férrea La Fuente de San Esteban-Barca d'Alva. Conocida también como Línea del Duero, fue construida entre 1883 y 1887 para favorecer la conexión entre Salamanca y Oporto.

Más de 2000 obreros participaron en los trabajos, que constituyeron todo un desafío, principalmente en este tramo final por las soluciones técnicas que fueron necesarias implementar para salvar la agreste geografía del terreno.

Destacan los 20 túneles y los 10 puentes metálicos, algunos de estos últimos de la escuela Eiffel que, junto con otros valores patrimoniales, merecieron la declaración de esta gran obra de la ingeniería civil como Bien de Interés Cultural en el año 2000.

Enclavado en el Parque Natural de Arribes del Duero, el Camino de Hierro es una oportunidad para descubrir los grandes cañones fluviales y la interesante fauna y flora que atesoran. El itinerario transcurre a la vera de impresionantes cortados y el cauce del río Águeda hasta desembocar en el río Duero, en el único muelle fluvial de Castilla y León.

Se trata, pues, de un recorrido peatonal acondicionado que discurre por un tramo de línea férrea cerrada al tráfico. Vas a descubrir el vértigo que provocan puentes suspendidos en desfiladeros imposibles, la penumbra de túneles horadados en la roca viva y la amplitud de unos paisajes que forman parte de un ecosistema único. Una propuesta diferente, atrevida, una experiencia de contraste de luces, perspectivas y sensaciones. Un viaje de piedra, hierro y agua.

Índice IBP de la ruta