El Camino de Santiago. San Salvador y Primitivo, etapa 7/11: Salas - Campiello (distancia real 35 km.)
near Salas, Asturias (España)
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Trail photos
Itinerary description
Comienzo diciendo que a distancia real en esta etapa fue de 35 km., ya que hubo un "ruido" en el track de más de un km. Estos saltos en el GPS se producen al entrar en zonas cubiertas donde el teléfono obtiene lecturas confusas; estoy muy acostumbrado a utilizar wikiloc y esto me había sucedido en muy pocas ocasiones; sin embargo, este teléfono es nuevo y parece que debo modificar la forma de grabar las rutas; de hecho ya no ha vuelto a pasar en el resto de etapas.
Comenzamos a caminar en Salas a las orillas del Nonaya y vamos ganando altura en un precioso bosque, hasta llegar a uno de los desvíos opcionales que lleva a la cascada de Nonaya, donde en corto espacio perdemos casi toda la altura que habíamos ido ganando. La visita merece la pena, se trata de una cascada de unos tres metros de altura y es uno de los lugares más bonitos de toda la jornada. De vuelta al carril ascendemos hasta llegar a la N634A, que seguimos durante un corto trecho para tomar un nuevo carril con bonitas panorámicas sobre el valle del Nonaya y pequeñas poblaciones como La Peña, El Couz, El Castro, etc. Pasamos después a circular por un carril asfaltado que nos dirige a Porciles y Bodenaya, donde cruzamos la carretera nacional para entrar en La Espina por un carril paralelo. Hasta aquí todo ha sido ascenso y seguiremos así, aunque de forma más moderada, por un sendero que pasa por varias pequeñas aldeas y nos mantiene entretenidos con unas bonitas vistas hacia la planicie que se extiende a nuestra izquierda. En este tramo cabe destacar el molino de Bedures que, situado en un alto, ofrece su mejor perfil a nuestras cámaras.
Accedemos durante unos cientos de metros a la carretera nacional en La Pedrera y después volvemos a una larga vereda que nos llevará hasta Tineo; se trata de un refrescante paseo en el que me entretuve caminando con un par de lugareños que me contaban la tranquilidad con la que vivían y los rutinarios paseos que les conducían todas las mañanas a un impresionante roble en forma de candelabro que vigila los dominios de Santolaya. El bosque es variadísimo y me da pena ir dejándolo atrás para entrar en Tineo, pero todavía queda mucho Camino por delante en este día, así que repongo fuerzas en Tineo, donde probé el famoso chosco, un embutido típico de la zona que acompañé con buen vino y una tabla de quesos.
Queda ahora la parte más dura de la etapa, el ascenso hasta cerca de la cima del pico Puliares por una nueva vereda que en su primer tramo nos deja bonitas imágenes de Tineo, después pasa por un frondoso bosque y más arriba se cierra la niebla por lo que no podemos disfrutar de las vistas panorámicas. Bajamos hasta la carretera AS350 y nos desviamos a otra senda que trascurre en pronunciada bajada por otro sendero que cruza el bosque que se inicia en el nacimiento del río Deina y se desarrolla a lo largo de su ribera. Llegamos a una importante intersección, ya que de seguir en el Camino nos perderíamos el Monasterio de Santa María la Real de Obona, hito absolutamente fundamental del Camino Primitivo. Parece ser que fue fundado en el 780 y desde su cenobio el mismísimo rey Alfonso IX "amenazaba a todo aquel que osara desviar a los peregrinos a Santiago de su Pola de Tineo y Obona".
De volver a hacer este Camino me quedaría a dormir en el albergue de Obona y dejaría los siguientes 5 kilómetros para la siguiente jornada; quedan 2 hasta Villaluz por un carril terrizo y otros 3 hasta Campiello por una carretera que me resultó muy dura por el cansancio acumulado, pero sobre todo por el fuerte calor vespertino y la humedad; menos más que pude rellenar agua en una casa particular, ya que la fuente de Villaluz está cortada. Había reservado litera en Casa Herminia, pero al llegar les pregunté si les quedaba alguna habitación individual, donde descansé a pierna suelta.
Comenzamos a caminar en Salas a las orillas del Nonaya y vamos ganando altura en un precioso bosque, hasta llegar a uno de los desvíos opcionales que lleva a la cascada de Nonaya, donde en corto espacio perdemos casi toda la altura que habíamos ido ganando. La visita merece la pena, se trata de una cascada de unos tres metros de altura y es uno de los lugares más bonitos de toda la jornada. De vuelta al carril ascendemos hasta llegar a la N634A, que seguimos durante un corto trecho para tomar un nuevo carril con bonitas panorámicas sobre el valle del Nonaya y pequeñas poblaciones como La Peña, El Couz, El Castro, etc. Pasamos después a circular por un carril asfaltado que nos dirige a Porciles y Bodenaya, donde cruzamos la carretera nacional para entrar en La Espina por un carril paralelo. Hasta aquí todo ha sido ascenso y seguiremos así, aunque de forma más moderada, por un sendero que pasa por varias pequeñas aldeas y nos mantiene entretenidos con unas bonitas vistas hacia la planicie que se extiende a nuestra izquierda. En este tramo cabe destacar el molino de Bedures que, situado en un alto, ofrece su mejor perfil a nuestras cámaras.
Accedemos durante unos cientos de metros a la carretera nacional en La Pedrera y después volvemos a una larga vereda que nos llevará hasta Tineo; se trata de un refrescante paseo en el que me entretuve caminando con un par de lugareños que me contaban la tranquilidad con la que vivían y los rutinarios paseos que les conducían todas las mañanas a un impresionante roble en forma de candelabro que vigila los dominios de Santolaya. El bosque es variadísimo y me da pena ir dejándolo atrás para entrar en Tineo, pero todavía queda mucho Camino por delante en este día, así que repongo fuerzas en Tineo, donde probé el famoso chosco, un embutido típico de la zona que acompañé con buen vino y una tabla de quesos.
Queda ahora la parte más dura de la etapa, el ascenso hasta cerca de la cima del pico Puliares por una nueva vereda que en su primer tramo nos deja bonitas imágenes de Tineo, después pasa por un frondoso bosque y más arriba se cierra la niebla por lo que no podemos disfrutar de las vistas panorámicas. Bajamos hasta la carretera AS350 y nos desviamos a otra senda que trascurre en pronunciada bajada por otro sendero que cruza el bosque que se inicia en el nacimiento del río Deina y se desarrolla a lo largo de su ribera. Llegamos a una importante intersección, ya que de seguir en el Camino nos perderíamos el Monasterio de Santa María la Real de Obona, hito absolutamente fundamental del Camino Primitivo. Parece ser que fue fundado en el 780 y desde su cenobio el mismísimo rey Alfonso IX "amenazaba a todo aquel que osara desviar a los peregrinos a Santiago de su Pola de Tineo y Obona".
De volver a hacer este Camino me quedaría a dormir en el albergue de Obona y dejaría los siguientes 5 kilómetros para la siguiente jornada; quedan 2 hasta Villaluz por un carril terrizo y otros 3 hasta Campiello por una carretera que me resultó muy dura por el cansancio acumulado, pero sobre todo por el fuerte calor vespertino y la humedad; menos más que pude rellenar agua en una casa particular, ya que la fuente de Villaluz está cortada. Había reservado litera en Casa Herminia, pero al llegar les pregunté si les quedaba alguna habitación individual, donde descansé a pierna suelta.
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