Saldropo-Gorbea-Aldamin-Pagomakurre-Areatza

Segunda vez que asciendo a este grandioso monte, esta vez desde el parque de Saldropo, y de nuevo termino con un gran sabor de boca. El Gorbea, se suba por donde se suba, deja excelentes sensaciones al montañero, por la gran belleza que le rodea por todos sus costados.

NOTA:
Esta ruta es diferente a la primera que hice porque no es una circular. Partimos desde Saldropo y acabamos en el pueblo de Areatza, así que tendréis que buscaros un medio de transporte que os lleve y os recoja (ya sea bus privado, como en nuestro caso o por varios coches con amigos). Desconozco si el transporte público os puede dejar en el alto de Barazar, que es donde realmente comenzaría la ruta (nosotros quisimos evitar andar varios kilómetros por la pista que accede hasta Saldropo) y en el propio pueblo de Areatza.


Comenzamos en el parking del parque de Saldropo, donde tenemos visión directa de nuestros 2 objetivos; el Gorbea y el Aldamin.
Avanzamos por un sendero natural sin perdida alguna hasta adentrarnos en un bosque donde iniciamos el ascenso con una fuerte pendiente.

Mas adelante, tras pasar un sendero estrecho y algo incómodo por la vegetación y por la irregularidad del terreno, llegamos al paso de Atxuri, es decir, un estrecho camino que pasa por una pared rocosa perteneciente al monte del mismo nombre.
Tras volver a ascender con cuidado por unos escalones con rocas y algo de barro, llegamos a un collado, el cual si se quiere se puede girar a la izquierda para hacer cumbre al monte Atxuri, aunque nosotros lo dejamos atrás.

En este collado podemos disfrutar de una excelente panorámica del Gorbea y Aldamin (mucho mas de cerca) y de la sierra de Itxina.
Seguimos avanzando entre la hierba y las rocas hasta llegar a un refugio. Nosotros antes de llegar hasta ahí, quisimos desviarnos brevemente por el lado derecho, con la idea de hacer cumbre al Arminekorta que al final resultó estar mas lejos de lo que pensábamos, y para no perder tiempo, a pesar de que lo teníamos cerca, decidimos dejarlo para otra ocasión.

Tras volver por el camino correcto y llegar al refugio, volvemos a ascender, pasando por alguna que otra casa, hasta llegar al collado de Aldamiñape, donde tenemos la imponente mole rocosa del Aldamin frente a nosotros. A la derecha, hay un monumento dedicado a los pastores.

De nuevo afrontamos una fuerte aunque cómoda ascensión por camino herboso, viendo a los lados algún que otro nevero que se resiste a derretirse.
Llegamos a un nuevo collado, y es aquí donde tenemos la opción de ascender al Aldamin o ir hasta la cruz y cima del Gorbea. Optamos por la 2º opción.

Solo nos quedan 200m de desnivel de ascensión, que a simple vista parecen sencillos de realizar, parece que está tan cerca... pero esta última subida hay que tomárselo con calma, ya que nos espera 500m con tramos de hasta el 45% de pendiente que nos hará sudar de lo lindo. A mitad de ascensión veremos una fuente que nos ayudara a recargar las pilas.

Finalmente hacemos cumbre al majestuoso monte Gorbea (1482m), con su enorme cruz, de 12 metros de altura. Al lado, el buzón cimero y una mesa de orientación, que indica la localización de las innumerables cimas que se pueden observar en los 360° de panorámica. También se divisan las ciudades de Bilbao y Vitoria, y los pantanos próximos a dicha ciudad. Absolutamente espectacular.

Tras hacer las fotos de rigor, descendemos rápidamente ya que empezaba a arreciar el viento. Volvemos al anterior collado y esta vez si ascendemos el Aldamin (1376m). Es una ascensión sencilla aunque no nos podemos despistar, ya que esta rodeado de rocas por todas partes, así que hay que asegurarse de pisar correctamente.
Rápidamente hacemos cumbre y vemos el buzón cimero y un enorme hito. Las vistas de nuevo espectaculares; el macizo de Itxina, la sierra de Anboto, Aloña, Aizkorri, y mas montes y pueblos de los alrededores. Por detrás, la enorme cumbre del Gorbea.

Descendemos con cuidado y giramos a la derecha para dirigirnos rumbo al parking de Pagomakurre, otro clásico lugar donde muchísima gente realiza el ascenso al Gorbea.
Para ello, descendemos por una canal repleto de rocas pero con numerosos huecos de hierba/tierra donde poder meter el pie, que nos sirven de gran ayuda.

Luego pasamos por una pequeña zona arbolada, donde se encuentra el refugio de Egiriñao.
A continuación, seguimos el sendero sin perdida hasta pasar por una zona estrecha con otra pared rocosa a un lado. Tampoco tiene dificultad alguna, pero hay que tener cuidado de no resbalar y caerse.

Tras superar este paso, llegamos a las campas de Arraba, una amplia y preciosa pradera con varias cumbres en los alrededores y un bonito refugio en medio, donde poder parar a descansar y beber y comer algo.

Tras una hora de merecido descanso, continuamos el camino para descender por otro ancho y sencillo sendero de piedras que nos lleva directo hasta el parking de Pagomakurre. Aquí también hay bancos para sentarse y una fuente con agua muy fresca.

En un principio teníamos pensado finalizar la ruta aquí, pero ya que íbamos bien de tiempo, decidimos continuar la marcha y descender hasta el mismísimo pueblo de Areatza. Para ello, giramos a la derecha, haciendo caso a una señal e iniciamos el descenso por un sendero natural, con marcas PR amarilla y blanca en los árboles.
No recomiendo pasar por el tramo inicial especialmente si ha llovido recientemente, ya que en nuestro caso, tras una semana de radiante sol y altas temperaturas, aun seguía embarrado. Otra opción sería ir por la carretera hasta dar con otro desvío por alguna pista.

Mas adelante, llegamos a un cruce donde tenemos opción de ir hasta Areatza por un camino de cemento hacía la derecha, pero decidimos atajar e ir por otro tipo de senderos mas bonitos y divertidos, así que seguimos de frente, para luego girar a la derecha.

Aunque de primeras hacemos caso omiso a los carteles indicativos, luego vemos que efectivamente vamos por buen camino y que el paisaje y vistas que nos rodean son muy atractivos.
Una vez dejamos de caminar por un bosque, avanzamos ya hasta el final por un ancho sendero de piedras con un par de fuentes por el camino.

Por último, tras varios km de suave descenso, llegamos al pueblo vizcaíno de Areatza y concluimos esta preciosa y maravillosa ruta.


He puesto dificultad FÁCIL a esta ruta porque no hay ningún paso complicado o comprometido. Todo el recorrido de principio a fin, salvo algún corto paso puntual, es muy sencillo de realizar. La única dificultad sería el desnivel a superar, tanto los 1100m+ como los casi 1600-, que no son poca cosa, especialmente para aquellos que no estén habituados a realizar estos desniveles.