Salobreia, las Salinas de Alcalá

Las casas de la Salobreja, podrían ser las Salinas de Alcalá, de cuya existencia se hacen eco escritos antiguos (1208 y 1270). Aunque están en Monteagudo del Castillo, dependian de los monjes de la Selva Mayor de Alcalá de la Selva, según el escrito de 1208.
La ruta en el recorrido de ida sigue el sendero PR TE 8, un sendero fantasma, solo trazado sobre el mapa; ya que en todo el tramo hecho solo vimos un poste indicador, ni una sola marca sobre el terreno.
Además el tramo que discurre por el barranco de la Tejería era un verdadero herbazal, de casi un metro de altura y encharcado en muchas zonas.
Partimos del Centro de Salud y tomamos el vial que va hacia el recinto ferial junto a un barranquito, para evitar un tramo de carretera por donde se supone que va el PR.
Al llegar a un camino que viene de la carretera lo tomamos a la derecha para seguir el PR (suponemos). Nos acerca al barranco de la Tejería. Iremos dejando caminos a derecha e izquierda.
Seguimos el barranco sorteando las hierbas y las charcas emboscadas, hasta cerca de una fuente, justo debajo de Monteagudo.
Nos desviamos a la derecha para subir a un collado. Aqui hay restos de sendas y un viejo camino mas ancho por el que acabamos la subida.
Del collado bajamos hacia el camino de Alcalá a Monteagudo pasando junto a unos chopos.
Estamos en una zona de inmensos prados a los pies del monte de San Cristobal y ya se ven las ruinas de las Casas de la Salobreja enfrente.
Cuando nos parece dejamos el camino y seguimos por los prados hacia las salinas. Recorremos los tablares y rodeamos las ruinas antes de subir a la ermita de San Juan.
Regresamos al camino para volver a Cedrillas. Lo dejamos a la altura de un poste de la ruta de los Tres Altos de Monteagudo para tomar el prado por el que sale el barranco que rodea el alto de los Cerros por el sur y que nos llevará al PR nuevamente. Ahora deshacemos parte del recorrido inicial.
Lo abandonaremos para seguir el barranco de la Tejería hasta que desemboca en el barranco de la Hoz o de Valdespino. Continuamos a la sombra de los chopos hasta volver al inicio.
La dificultad de la ruta estriba en la inexistencia de trazas o senderos cuando sigue el barranco y la cantidad de vegetación y las charcas que esta oculta. Pese a ello la orientación no es problemática ya que se siguen caminos o barrancos en un entorno abierto.