Salto Usero - el Castellar - Cortafuego

Dice Pepe Marcos: se va acabando Julio y con ello las salidas de entresemana. Vamos entrando en Agosto y las vacaciones van llegando. No obstante, teníamos pendiente conocer un sitio realmente espectacular, un paraje donde la Naturaleza ofrece su mejor cara y el hombre (desgraciadamente) la peor. Río y montaña; El Mula y el Castellar; el Salto del Usero y una bonita cumbre con su Vértice Geodésico a 993 metros de altura. Comenzamos la ruta en nuestro posterior destino de baño, para, cogiendo en esa zona el PR MU 32, ascender por la cara norte del Castellar y, por un sendero generalmente bien definido, pedregoso y entre amplia y variada vegetación baja, ir progresando en altura hasta llegar al bonito, coqueto y bien conservado (aunque pintarrajeado) Vértice Geodésico, desde donde pudimos contemplar (con cierta dificultad por la fosca existente), las bonitas montañas y Sierras circundantes como Almadenes, El Almorchón, Sierra del Oro, Sierra de Ricote, algo de la Pila y toda Espuña por su cara norte; un punto de visión diferente que, seguro, merecerá una nueva visita en un día más propicio para su contemplación. Posteriormente, en lugar de volver por nuestros pasos y hacer un "sencillo" ida y vuelta, decidimos bajar por un "teórico" cortafuegos, sin duda complejo: en un principio, por, curiosamente, la densidad de matorrales y la indefinición del camino; y posteriormente, por lo empinao y resbaladizo del mismo al presentar mucha piedra suelta. Salimos lenta y progresivamente y ya, con tranquilidad, volvimos a coger el PR que circunda la montaña para llegar a ese precioso, espectacular y reconfortante espacio que es el mentado Salto del Usero. Bonito remanso de agua rodeado, cual si de un libro se tratara, por dos grandiosas "hojas" de roca que trasmiten y provocan una preciosa penumbra en la zona de caida de la fresca agua. Un buen bañico enfriaron el calor que, aunque no en demasía como en semanas anteriores, habíamos "adsorbido". Como decía al principio, solo un pero: la tonta, irresponsable e irreflexiva mano del hombre afea con su injustificable descuido este bello sitio. Litros de cerveza vacíos, recipientes variados, plásticos en diversas formas y papeles "salpican" e intentan afear (aunque no lo consiguen) esta zona de recreo y descanso cuasi sagrado. Pues lo dicho, vamos acabando el senderismo veraniego de los jueves; no sé si volverá a haber otra salida, pero lo que sí sé, con rotunda seguridad es que, de nuevo en Septiembre, retomaremos nuestra "magnífica" afición por la preciosa "Montaña".