Samos- Portomarín. Camino de Santiago-2015. 3ªEtapa/6

Tercera etapa de la serie de seis, realizada el 30 de mayo de 2015. Recorridos más de 38 Km en poco más de 8 horas y media de intensa y continuada caminata, salvo las paradas realizadas para el almuerzo y comida y otras pequeñas para la adecuada hidratación.
Salimos de Samos, al lado mismo del impresionante monasterio, por la carretera que nos conducirá hasta Teiguin, donde se coge una pista a la derecha que, después de pasar por las pequeñas localidades de Pasáis y Perros y a pocos kilómetros de Sarria, se une a la variante principal que viene de Triacastela por San Xil.

Llegamos a la cosmopolita población de Sarria. El albergue de peregrinos se encuentra en la parte alta de la ciudad, donde se agrupa la zona más antigua. Se llega con facilidad, siguiendo las flechas amarillas que nos llevan por el centro de la ciudad, cruzando el puente sobre el río Sarria y subir finalmente unas escalinatas, ya en el casco viejo.
A la salida se desciende con cierta pendiente por sus calles hasta cruzar la vía del tren y a continuación el Camino pasa porun bosque de hayas, robles, pinos... Este agradable y precioso transitar, finaliza en una carretera poco antes de llegar a Barbadelo, por la que se continúa hasta el siguiente núcleo de población: Rente.
A poco más de seis kilómetros entramos en Brea, siempre hacia el oeste pasando por distintos caminos y atajos que se entrecruzan. Algunos tramos están asfaltados, otros, como las típicas "corredoiras", se salvan saltando de piedra en piedra para evitar las corrientes de agua, como ocurre entre Peruscallo y Cotiñas, dos de las muchas diminutas aldeas y caseríos que se encuentran en casi toda la ruta gallega.
Después de pasar la localidad de Brea se encuentra el mojón del kilómetro 100 y a continuación de un caserío aparece una pequeña capilla de piedra que tenemos referenciada en el track.
Por carretera alternando con atajos y empedrados se continúa hacia Vilachá, antes pasaremos por pequeñas aldeas ganaderas, sin ninguna clase de servicios como: Rozas, Mercadoiro y Parrocha, entre otras. En muchas de ellas se pueden contemplar los típicos hórreos, de planta rectangular, paredes de madera y elevados del suelo, que sirven para acabar de secar los cereales antes de desgranarlos.
Vilachá, que se encuentra a unos dos kilómetros de Portomarín, aldea algo mayor que las anteriores, pero que también carece de todo servicio. Nada más cruzarla y después de caminar un rato por terreno despejado, se inicia un fuerte descenso que nos lleva al embalse de Belesar y el río Miño.
La moderna población de Portomarín, ya que la antigua descansa bajo las aguas del pantano, se alcanza tras cruzar el río Miño por imponente puente. Ahora solo nos queda ascender por una larga escalinata que nos conducirá hacia el centro del pueblo. Muy animado por los caminantes y turistas.
Ruta variada e interesante. La califico de moderada por su orografía y longitud, hay que estar acostumbrados al largo caminar.