San Esteban - Braña Sombrejo - Collada Galabín - Jajáu - Tresviso - Pasá Picayo (Vuelta a Sierra Cocón) 25-07-2020 (marcha) O

San Esteban es un bonito pueblo al que se accede por una carretera situada en el Km 8 del Desfiladero de la Hermida (Panes-Potes) viniendo desde Panes. Sin entrar en San Esteban aparcamos el coche en una curva pasado el puente sobre el río homónimo. Son las 7.30 de la mañana. Como todos estos días atrás se espera fuerte calor y madrugar es fundamental para hacer una ruta con mejores condiciones climáticas. Decidimos arrancar en pantalón corto, pero metemos las perneras en la mochila por si fueran necesarias.
La subida inicial comienza en la siguiente curva donde hemos aparcado el coche metiéndose por una vereda a la derecha que se distingue porque hay un cartel con un itinerario PR. Es un camino balizado que discurre por la margen derecha del río San Esteban al abrigo de la Sierra Nedrina. Nos encontramos ya de inicio conque la senda está bastante cerrada con mucho helecho y alguna zarza. Al poco de caminar decidimos que es mejor poner las perneras al pantalón para protegernos las piernas ya que la maleza, a medida que avanzábamos, invadía el camino. El camino de subida es precioso pero un tanto incómodo por la circunstancia reseñada. No obstante, la senda, en general, se sigue bien salvo en una zona de pedrera (la única) que nos fuimos un poco altos y tuvimos que bajar para retomar el camino correcto. Fuera de la senda es imposible avanzar. Llegaremos a la Braña Sombrejo donde hay varias majadas muy abandonadas y pastan unos caballos. La idea era parar y comer algo, pero los tábanos nos lo impidieron. Ya apretaba el calor, pero nos vimos obligados a poner marga larga para no ser acribillados por estos incómodos insectos y continuamos hacia el Collado Galabín sin poder reponer alimento. Desde el collado hay que continuar ascendiendo por una zona herbosa un poco incómoda hasta llegar a la crestería de la Sierra Cocón. Pasamos junto al Virotones y pronto veremos los mojones que "dividen" Cantabria y Asturias hasta hacer cumbre en el Pico Jajáu. Aquí ya podemos comer tranquilamente y disfrutar de las vistas hacia los tres macizos de Picos de Europa destacando, cómo no, la silueta del Naranjo de Bulnes. El pico Jajáu es sin duda una buena atalaya para divisar una gran parte del Parque Nacional de Picos de Europa. Hacemos unas fotos para el recuerdo e iniciamos el descenso hacia Tresviso. Al principio se baja por una pendiente herbosa hasta alcanzar una trocha por las Llosas de Tresuva. Veremos un invernal que nos sirve de guía para, una vez llegados a su altura, empalmar, tras una pequeña subida, con la pista que desde los prados bajan a Tresviso. Con el fin de no perder altura decidimos no bajar a Tresviso y conectar con la Pasá del Picayo siguiendo un sendero que arranca poco antes de llegar a la primera casa del pueblo. Conectaremos con la senda de la Pasá de Picayo sabiendo que nos falta por recorrer uno de los tramos más espectaculares que se pueden hacer en montaña, pero sabiendo que es una zona no exenta de riesgo. El Picayo es un recorrido impresionante pero solo apto para personas con experiencia en montaña. En general es bajada, pero hay unos toboganes de vez en cuando que obligan a subir. Las zonas aéreas más expuestas tienen cables y barandilla de madera para evitar peligrosos e incluso fatales accidentes. La parte final del recorrido discurre ensombrado por un bosque hasta llegar al Área recreativa de San Esteban donde hay una buena fuente. Desde aquí al pueblo es un paseo para dar fin a una espectacular y dura ruta que circunda la Sierra Cocón.

AVISO. Las rutas descritas en WIKILOC así como los tracks para GPS son meramente orientativos. Queda bajo la RESPONSABILIDAD de quien las realice, las medidas de seguridad apropiadas para cada itinerario, que dependerán de las condiciones climatológicas, así como la preparación tanto técnica como física y mental de quienes realicen la ruta. Quede bien claro que todo lo indicado (track y comentarios) es meramente informativo, eximiéndose el autor de responsabilidad alguna, ante cualquier percance que pudiera sufrir quien por voluntad propia o inducida realice la ruta.