San Esteban de la Sierra-Ruta entre los Ríos Alagón y Quilamas.

Salimos de San Esteban de la Sierra, dejamos el coche en la cooperativa de vinos y cogemos el camino de la Ruta de los Lagares. Hacemos una parte de esta ruta, llegamos hasta la zona de los Lagares de Randino y un poco más arriba nos desviamos a la izquierda abriendo una portera para bajar hasta un pradera y seguir para abajo hasta cruzar el Arroyo Rodoro, que bajaba algo crecido. Allí hubo un poblado antiguamente, es la Zona denominada Rando. Allí estaban las eras y se encuentra el Lagar de Rando. Comimos el bocata y seguimos hasta ver el Río Alagón, que estaba cerca. Luego seguimos paralelos al río sin camino señalizado, hasta llegar al Puente Rando, un magnífico puente de piedra que cruza el Alagón. Desde aquí seguimos el camino que luego se convierte en pista hasta llegar a la localidad del Tornadizo, cinco kilómetros. Saliendo de este pueblo, pasando la iglesia y un poco más adelante, en una curva tomamos un camino no muy bien señalizado que nos lleva hasta una pista donde giramos a la izquierda. Seguimos y más adelante tomamos un camino que nos deja en San Miguel de Valero. Por detrás del cementerio hay un mirador y de vuelta al lado de la carretera,un poco más adelante vemos el Lagar de San Miguel.
Cruzamos el pueblo y empezamos el descenso, cogiendo el camino de la Ruta de los Trasiegos, para mí la parte más bonita de la Ruta. Es una bonita bajada no muy empinada, de poco mas de dos kilómetros hasta el pueblo de Valero. Hay que tener cuidado con las piedras mojadas, que resbalan. Hay una fuente el mitad de la bajada y otra al llegar a Valero, al lado de la plaza de toros. Después de comer aquí cogemos el camino que nos lleva hasta San Esteban. Es precioso el recorrido, vamos viendo debajo el Río Quilamas y terrazas de cultivo, también vamos entre árboles ( encinas, alcornoques, madroños , robles, etc ). Es un bonito sendero de casi 6 km. Al llegar a San Esteban cruzamos el pueblo y vamos hasta dónde dejamos el coche.

Es una bonita ruta que merece la pena.