San Juan del Molinillo y Navandrinal, por la garganta del Toledo.

NOTA IMPORTANTE: Esta información tiene únicamente carácter orientativo, quienquiera que haga uso y seguimiento total o parcial del track y su texto adicional asume la plena responsabilidad ante los riesgos propios de la práctica de la actividad senderista.

Ruta circular cómoda en distancia y desnivel, que discurre por buenas pistas y brinda alicientes para una agradable jornada senderista de fácil nivel.

Comienza en San Juan del Molinillo, enlaza con el vecino Navarredondilla y abandona este pueblo por su zona deportiva para tomar una cañada ganadera que se adentra en la garganta del arroyo Toledo, para ganar suavemente altura entre cercados de piedra u otros materiales que delimitan fincas y prados, algunos con ganado. Se transita inicialmente al amparo de frondoso arbolado, aunque pronto se despeja el terreno entre pedregales y arbustos de monte bajo.

Llama nuestra atención un resalte rocoso a derecha del camino y a él nos dirigimos para hacer ejercicio de trepada y disfrute paisajista, brindando aliciente a los peques que nos acompañan. Continuamos luego a buen paso, pues la fresca mañana otoñal invita a caminar con ritmo rápido.

Llegados a una intersección con el camino que lleva a Navandrinal, tomamos esa dirección y ganamos mayor altura hacia un collado que dejan entre sí los resaltes de las Pizarras y la Corbera, cotas que dominan en dicho entorno. Un pilón para abrevadero del ganado permite calmar su sed a las mascotas que también hacen esta ruta.

Ya en el pueblo, lo atravesamos callejeando y nos abastecemos de buen agua en una de sus fuentes, antes de dejarlo atrás para tomar la dirección de regreso por la carretera que desciende hacia San Juan del Molinillo, por cuya cuneta se transita sin riesgo dada su escasa circulación. Una curiosa cueva-refugio existente junto a un antigüo aprisco nos brinda un último aliciente que añadir a esta cómoda ruta, que finalizamos poco después.