San Mamés de Polaciones - Cornón de Peña Sagra - Mesa la Juncá - Cuetu Cucón - Hazas

Día despejado y cálido al principio, pero una vez en el cordal, la vertiente norte estaba con niebla, que perduró todo el recorrido restante, incluida la bajada, a la ver que refrescó mucho la temperatura. Ruta larga, pero nada más que con un par de palas duras, y con dos puntos reseñables en el aspecto técnico, aunque no demasiado complicados. La mayor parte de la ruta es por caminos claros.

Comenzamos la ruta saliendo de San Mamés por una pista que va ascendiendo suavemente. Pronto llegamos a un cruce, donde cogeremos el ramal que sale a la derecha, para comenzar la larguísima y tendida subida. Vamos subiendo poco a poco hasta que abandonamos la pista antes de que está llegue a cordal, a la altura de un panel informativo, donde nace una senda que nos pone al pie del Cornón. Ahora ascendemos por fuerte pendiente herbosa hasta plantarnos en la fácil chimenea que da acceso a la parte alta. Ya sólo nos queda llegar hasta la cima andando por unos bloques de rocas grandes.

Regresamos al pie de la chimenea y comenzamos a andar por la senda que recorre el cordal. Tras un buen tramo, llegamos al pie de la Mesa la Juncá. Decidimos ascenderlo, y para ello tenemos que hacerlo andando y trepando por unos grandes bloques de piedras. No hay camino claro, por lo que vamos subiendo por donde mejor vemos, teniendo que ir de roca en roca y usando las manos. Y por fin arribamos a la cima.

Descendemos en dirección contraria, sin tanto problema, pero también por bloques grandes, hasta regresar a la senda. Hacemos largo tramo para llegar al collado que da acceso al Cuetu Cucón. Abandonamos cualquier tipo de camino y ascendemos en pendiente moderada a esta cima.

Iniciamos el retorno, bajando por la cresta, sin camino claro, hasta llegar a los hoyos de Cueto Cucón y atraversarlos por donde mejor vemos. Desembocamos en una pista, la cual en larguísima bajada nos llevará hasta las casas de Tromedo. Antes, habremos pasado por la impenetrable y pequeña cima de Hazas, para lo cual tenemos que atravesar multitud de maleza; la única recompensa que puede tener tanta penuria es las vistas que desde allí se intuye que puede haber, pero en nuestro caso, con tanta niebla, ni eso. Desde Tromedo, ya sólo nos queda seguir la pista correcta, que sale a la carretera, y hacer un pequeño último tramo por asfalto en ligera subida.