San Martín de los Herreros - Peña Redonda - Rebanal - Alto de las Grajeras (9 cimas)

Día despejado y cálido, con leve brisa en el cordal que aliviaba la sensación de calor. Ruta sin dificultad técnica, pero con tramos duros y mucho camino sin senda clara.

Salimos se San Martín de los Herreros por una pista que nos va introduciendo en el valle, subiendo suavemente. Tras larga aproximación, la pista se acaba justo cuando nos damos con todo el macizo montañoso. Giraremos un poco a la derecha donde nace una senda que empieza a subir duramente por el bosque en su primer tramo. hay que decir que la senda es bastante difusa y está marcada con algún hito, pero a veces se puede perder. Legamos a la parte alta, donde ya vemos las primeras cimas cerca, y donde se acaba la senda. Suavemente entre la hierba, nos vamos acercando a la base de las cimas, para girar a la izquierda y coronar el Pico de Burrián.

Bajamos hasta el collado, donde nos encontraremos con la senda que sube desde Villanueva de la Peña, para ascender por ella, en rampa bastante dura, hasta el techo de la ruta, Peña Redonda. Seguimos el cordal hacia el oeste, bajando una empinada ladera rocosa, sin senda, lo que será la tónica de todo el cresterío. Vamos haciendo sube-bajas constantes, muchas veces sin camino claro, con firme incómodo de bastante piedra suelta, pero sin mayor dificultad. Así, vamos pasando por las cimas de Ramaderos, Peña Urtejas y El Collado, para plantarnos al pie de Rebanal, al que accedemos tras una dura pala. A partir de aquí, el camino es un poco más cómodo. Seguimos hacia el oeste, pasando por el Alto los Valles y el Alto los Llanos y llegamos a una pista justo al pie del Alto de las Grajeras. La cruzamos y vamos ascendiendo hacia la última cumbre del día, evitando en medida de lo posible el brezo.

Después de coronar la cima, volvemos a la pista y atajamos un poco tirando campo a través por el brezo, hasta llegar a la pista del largo regreso. Tras largo tramo de pista, bajando suavemente, llegamos a una cabaña. Seguimos bajando ahora más fuerte, adentrándonos en un bosque, hasta que en una curva a la izquierda, nosotros debemos abandonarla y coger otro camino, a la vista está que mucho menos pisado, y en leve subida. Al poco, empezamos otra vez a descender por un bosque, con alguna maleza en el camino, pero sin dificultad, y tras largo descenso, salimos al valle para regresar cómodamente a San Martín.