San Martín de Perapertú - Cueto comunales - San Martín de Perapertú

Ruta vespertina por una zona poco conocida de la montaña palentina, aunque con suficiente atractivo como para tenerla en cuenta. Desde San Martín, caminamos por una pista en desuso hasta alcanzar la más transitada pista de Herreruela, coincidente con el sendero GR durante algunos metros, separándonos de ella a la altura de la bifurcación que baja a San Cebrián y a Herreruela, para continuar por el camino de la derecha, que cruza una valla y el arroyo, siguiendo en sentido ascendente varios kilómetros entre el robledal, hasta que sale un sendero a la derecha, poco antes de que la pista termine junto a un chozo, al que podríamos acercarnos por tener unas bonitas vistas.
Sin llegar a verle, cogemos el marcado sendero en ascenso hasta llegar a la zona que en el mapa nombran como Perapared, en la que hay una caseta metálica que se usa en verano por pastores venidos en trashumancia. Desde ahí, ya con espléndidas vistas si te asomas hacia Herreruela, viéndose gran parte de la montaña palentina y Picos de Europa, he comenzado el ascenso a la derecha de la caseta según miras hacia ella, para ir ganando altura poco a poco, salvando matorrales y zonas de roca, siempre por algún estrecho sendero excavado por la fauna que lo transita habitualmente, hasta llegar a un punto, alrededor de la cota 1.900, en el que el matorral se cerró y no supe encontrar esas trazas de senda, con lo que opté por virar a la derecha hasta una zona de matorral algo más bajo y con menos inclinación en el terreno, para ganar los metros que me quedaban por terreno incómodo y en la parte final, sin obstáculos hasta dar con la cumbre, ya casi al anochecer.
Vistas espléndidas desde arriba y, pese a la cercanía del Valdecebollas, muy conocido y transitado al que en 10 minutos se podría ascender cómodamente, opto por descender para evitar que la noche me coja lejos de la pista, caminando junto a la valla por marcado sendero hasta alcanzar la citada pista que une Brañosera y Herreruela, desde la que cómodamente alcanzo la bifurcación que me lleva a Perapertú, ya con la noche encima, y desde ahí vuelta a San Martín por la carretera que los separa a 1 km escaso.
Es una manera más de coronar esta cima, o el más nombrado Valdecebollas, por un lugar menos transitado que el propio Brañosera o Barruelo. La noche evitó que atajase por una senda que entre el robledal, hubiera conducido directamente a Perapertú, sin el rodeo de la pista acondicionada para vehículos toroterreno.
Moderado por la distancia y el desnivel a salvar, pero carece de dificultades si sabes moverte y encontrar los mejores pasos entre el tupido matorral de los últimos metros hasta la cumbre.
Olvidé conectar el reloj al inicio, haciéndolo a los 10 minutos de comenzar a caminar. La ruta marcada es exacta a la que yo he hecho, aún así conviene estudiarla antes y a buen seguro, con algo más de pericia que un servidor, encontrar desde el chozo un mejor paso entre el matorral hacia la cima para no pasar el mal rato esos metros.
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