San Rafael-Cueva Valiente-Pico Valiente y Refugio-Trincheras Toril-Collado Gargantilla-San Rafael

San Rafael-Cueva Valiente-Pico Valiente y Refugio-Trincheras Toril-Collado Gargantilla-San Rafael.
Desde su apertura en el Siglo XVIII, el Alto del León se convirtió en el paso principal hacia Madrid desde el Noroeste español. Su muy complicada orografía facilitaba el "trabajo" a los bandoleros de la zona, numerosos, que utilizaban los aledaños del Puerto y su extensa zona montañosa como refugio. Las crónicas recuerdan a varios de ellos, muy afamados, como Juan Peña, de quien se dice que habitaba en la Cueva Valiente, ubicada debajo del la Cima de Pico Valiente, subiendo desde San Rafael. Otras versiones indican que la Cueva tomó este nombre como una derivación de "prueba valiente", prueba que tenían que superar los quintos serranos como rito para alcanzar la madurez, debiendo entrar en la Cueva, que no sólo infundía el natural miedo de toda oquedad, sino que en este caso podías encontrar a cualquiera de los bandoleros que la ocupaban con el trabuco al hombro.
Sea como fuere, tenía grandes ganas de conocerla, pues ya había subido al Pico Valiente y a su Refugio desde el Alto del León, a través del Collado Hornillos, en una subida bastante accesible.
En esta ocasión elegí la ruta más directa, y la más difícil, para alcanzar la Cueva Valiente, saliendo desde San Rafael, en concreto desde el parking de la Fuente de las Nieves, en la Calle del Prado Acero, a la que se accede desde la N-VI, km 61,5, debiendo tener cuidado pues hay tramos bien asfaltados pero otros están llenos de enormes socavones por donde el coche transita con dificultad.
Como disponía de poco tiempo, y la ruta ha sido vespertina, he seguido a Juan Desnivel y Carlos las Solanas que la hicieron, en invierno y con nieve, por la ruta más directa. Nada más salir del parking se atraviesa una puerta y enseguida, por la senda forestal se gira a la derecha, encarando un fortísimo desnivel por una senda ancha, más bien un cortafuegos, con mucha piedra, y de gran tamaño, suelta, que hace bastante dificultosa la ascensión. Para dar una idea, en unos 2,5 kms, hasta el Collado del Peñoncillo, se salvan casi 500 metros de desnivel, ya digo, por terreno bastante desfavorable. Llegados a ese Collado (un poco antes me encontré con varios caballos pastando en libertad en una zona de muy difícil acceso), se avanza por él un poco y, a la derecha, se ve un hito que nos lleva a la Cueva Valiente. Atención, que el senderillo es muy estrecho, está muy cerrado, casi sin hitos y conviene llevar el GPS a mano, sino es difícil dar con la cueva, que se encuentra en medio de una plancha de piedras, sin problemas para el acceso salvo cuando haya hielo. La Cueva es preciosa, pequeña, no muy alta, unos 2,5 metros y 15-20 de fondo, y hoy sus paredes ya rezumaban agua después de las lluvias de este mes de septiembre.
Tras la visita, se vuelve al Collado del Peñoncillo y, siguiendo los hitos, se continua la penosa ascensión (bastante dura), hasta la base del Pico Valiente. Se puede hacer la ascensión por la parte derecha (mi caso) o izquierda, las dos igual de duras.
Una vez en el Pico Valiente (1903 metros de altitud), y que se encuentra ubicado en el Municipio de Peguerinos, provincia de Ávila, desde su vértice geodésico, de primera magnitud, las vistas son espléndidas y sólo ellas merecen el esfuerzo de la subida.
A los pies del Pico se encuentra un Refugio en buen estado de conservación, donde se puede pasar la noche..
Continuamos por la pista bien marcada, ya en descenso, antigua pista forestal que estuvo asfaltada hasta el mismo Refugio y que aún mantiene los restos del mismo. El descenso por esta cara es más suave y, aunque la pista también tiene piedra suelta, es mucho más llevadera.
En la bajada, y para hacer más interesante la ruta, se pueden contemplar los restos, bastante bien conservados, de la posición militar Cerro Valiente, a menos de 1 km de la cumbre de Peña Valiente, en terreno de Peguerinos.
En 1936, en su ofensiva sobre Madrid, el llamado Ejército Nacional no pudo tomar la capital y el frente se estabilizó en la Sierra de Guadarrama. En esta parte, en concreto, entre el Collado de la Gargantilla y las Navas del Toril, se estableció en esta zona la columna Iruretagoyena, formada por milicias de falange. Se fortificaron las cumbres de los picos y algunos de los espolones rocosos cercanos. Ocupaba una zona bastante extensa y aún pueden verse ( he puesto varios waypoints, con las fotos de los fortines) fortines perimetrales. En la ladera Sur del Cerro hay más de 1 docena de fortines circulares de grandes dimensiones, construidos con piedra en seco.
Volvemos a la pista, hasta el Collado de la Gargantilla y, justo al pie de un cartel indicador, se toma una senda a la derecha, de bajada hacia San Rafael, bastante estrecha y difícil de ver. Hay una fuente próxima, la de Juan Belver, con muy poca agua, y continuamos ya por otra senda, parecida a un cortafuegos, bastante abrupta, pero menos que la de la subida, que nos lleva junto al Arroyo de la Gargantilla, con su hermoso sonido, aunque hoy con poca agua, hasta el Puente de la Gargantilla en la calle del Prado Acero, que, a la derecha, sólo hay que seguirla durante 1,5 kms para volver al Parking junto a la Fuente de la Hiedra, que está muy próxima a la Fuente de la Virgen de las Nieves (menos de 100 metros de distancia) y ambas con un impresionante caudal de agua.
RECOMIENDO HACER LA RUTA EN SENTIDO INVERSO. ES MUCHO MAS LLEVADERA Y ACCESIBLE, AUNQUE LUEGO LA BAJADA POR DONDE HE SUBIDO HOY PUEDE SER COMPLICADA.